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Peiró: “Antes de tener coche, iba andando o corriendo al estadio"

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Peiró: “Antes de tener coche, iba andando o corriendo al estadio"

Un grande del fútbol español. Le apodaron ‘El Galgo del Metropolitano’. En 2013, hizo un repaso a su carrera en AS Color. También habló del Atlético.

¿Cómo empezó la carrera de Joaquín Peiró en el Atlético de Madrid?

—Yo jugaba en la Agrupación Deportiva Ferroviaria y un ojeador del Atlético se puso en contacto conmigo. Hubo un partido de la selección de Castilla, donde marqué un gol, y ése fue el momento en el que me ofrecieron jugar de rojiblanco. Para mí fue una ilusión grandísima dar ese salto. Allí estuve hasta los 26 años y fue una de las etapas más bonitas de mi vida. Daba todo lo que tenía y la gente me quería.

—Pronto se ganó el apodo de ‘El Galgo del Metropolitano’…

—Ya quisiera yo saber quién me puso a mí ese mote (dice con sorna). Me imagino que me lo pusieron por cómo caminaba, los arranques que tenía y porque me costaba alcanzar un límite cuando corría a toda velocidad. Pocos eran capaces de alcanzarme. Dicen que era muy rápido y yo me cuidaba para ello. Me levantaba temprano, cuidaba la comida e iba andando o corriendo hasta el estadio. Lo hacía al principio… cuando no tenía coche y había que caminar... (risas).

—Con Collar formó el ‘Ala Infernal’…

—Enrique y yo nos llevábamos a la perfección dentro y fuera del campo. Él era juvenil cuando yo fiché y nos cedieron al Murcia. Ascendimos con aquel equipo y al año siguiente volvimos para formar aquella dupla. El juego que desplegábamos ambos lo llevábamos en el alma.

—¿Cómo era aquel Atleti?

—Un equipazo. ¡Conseguimos ganarle dos Copas al Madrid de Puskas, Gento, Di Stéfano, Del Sol… Era un equipo con jugadores muy grandes, para ganar a cualquiera.

—¿Qué hay de cierto en que en una de esas dos Copas, la 1961, usted jugó enfermo?

—Es verdad que estuve malito. Pero no quería perderme aquella final. Le dije al entrenador que me dejara. En el calentamiento, me sentí mal, quizá fue por algo que comí… Me fui al vestuario a vomitar. Lo hice allí por respeto al público. Jugué y marqué dos goles.

—Más tarde inicio su etapa en el Torino. ¿Cómo fue su traspaso a Italia?

—Recuerdo que jugamos un partido en La Coruña y, en el tren de regreso, me dijeron que tenía que presentarme en las oficinas del club inmediatamente. Estaba muy nervioso, ¡No sabía qué podían querer!

—Podía no haberse marchado a Italia…

—Sí, porque en aquella época existía el derecho de retención. Si el club hubiera querido que no me fuera, no hubiera tenido opciones de emigrar. Pero el Atlético estaba necesitado y me vendió. Fue todo muy rápido. Un lunes me lo comunicaban y al miércoles estaba volando a Turín.

—El Atlético necesitaba el dinero…

Marcha a Italia

“Cuando me hicieron la oferta del Torino, algunos compañeros me dijeron: ‘vete que si no, no cobramos”

—Como siempre. Este club siempre ha tenido problemas económicos. Algunos compañeros, cuando recibí la oferta, me decían: “Vete a Italia porque si no, no vamos a cobrar”.

—¿Cómo fue su adaptación al Calcio?

—No fue fácil, como toda adaptación a un país extranjero. Pero estando todos los días con mis compañeros, y con una lengua tan parecida a la nuestra, fue todo más sencillo.

—¿Y dos años después firmó por ‘Il Grande’ Inter?

—Helenio Herrera me llamó para jugar con la Selección, él era precisamente el entrenador del Inter de Milán, y en la concentración me dijo: “Joaquín, prepárese que la temporada próxima va a jugar usted en el Inter”. Los clubes se habían puesto de acuerdo sin mi consentimiento. ¡Yo no sabía nada! Y así fue, acabé fichando por el Inter, que estaba entrenado por H.H.

—Vivió la época dorada de la ‘squadra nerazzurra’…

—Era un equipo muy bueno. Tuvimos muchísimo éxito. Luis Suárez era el Balón de Oro, un jugador extraordinario. Tenía un estilo bárbaro. Y también estaban Facchetti, Corso, Mazzola, Jair, … Increíble.

—En el Inter marcó uno de sus goles más recordados, el que le valió el apodo de ‘Rapitanore’…

—Fue en las semifinales de la Copa de Europa ante el Liverpool. Yo estaba en el medio esperando un pase de Luis Suárez. En cuanto lo lanzó, fui corriendo a por él, pero el portero Lawrence se hizo con el balón. Yo me caí. Pensando que estaba en el suelo, se confió a la hora del saque y le quité la pelota. Marqué sin ninguna oposición. Fue el 2-0. Remontamos un 3-1 de la ida, porque ese partido acabó 0-3. —Así llegarían a la final de la Copa de Europa… —Sí. Ante el Benfica de Eusebio. En San Siro y en un día horroroso. Jair lanzó un tiro no muy complicado que al guardameta del Benfica se le pasó entre las piernas.

—¿Cómo era Helenio Herrera?

—Como persona era un poco extraño. Pero era extraordinario como entrenador. Era muy exigente, pero el equipo respondía al máximo. Cuando él entraba en el vestuario, no había ni una risa. Tenía un entendimiento moderno del fútbol para aquella época. Le gustaba controlarlo todo. No sólo los entrenamientos, también el rival o la alimentación. Los propios utilleros eran los que cocinaban lo que él mismo supervisaba. Para él, el entrenamiento era primordial. A mí me marcó mucho como entrenador, al igual que lo hizo Luis dirigiendo al Atlético.

—Era un obseso del estudio del rival…

Atlético del Cholo

“El Atlético está haciendo una gran temporada y el Cholo tiene gran parte de culpa: ha impreso su carácter”

—Era un adelantado a su tiempo en cuestiones de seguimiento a rivales. Sobre todo, en el tema de las faltas y la estrategia. Tenía datos de todos gracias a secretarios que espiaban a los rivales. Y encima, para que nada se filtrase, los tenía totalmente aislados.

—Y el Atlético de ahora, ¿qué le parece?

—Está en una gran forma. A pesar de haber perdido el derbi, se mantiene segundo. Todo un mérito. Tiene un equipo de primera línea y esperamos que se mantenga a este nivel.

—¿Cuánta culpa tiene el Cholo de que vaya tan bien?

—Muchísima. Ha impreso en el equipo su carácter y tiene mucha culpa de los éxitos del equipo.

—Y Falcao…

—Está demostrando unas cualidades físicas y técnicas extraordinarias. Tiene un pundonor enorme. En el Atlético siempre ha habido delanteros de mucha calidad y rematadores. Yo estuve cerca de Vavá y Collar, dos excelentes jugadores. Y luego han venido otros como Luis, Gárate, Manolo, Kiko, Forlán, Kun…

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