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Resumen semanal de las primeras páginas

  • Las tormentas están y uno asiste. El partido del domingo era otra trampa. El calendario del Madrid tiene menos fechas que trampas. El encargado de sortearla era Benzema, que recuperó el gol pero definitivamente perdió el aura. Una entrega de Karim, de las tantas que habían sido felices en esta temporada, le sirvió en bandeja el triunfo al Betis, que no dudó. El Madrid es la caricatura de un equipo que rema a contracorriente de su afición.

    Las tormentas están y uno asiste. El partido del domingo era otra trampa. El calendario del Madrid tiene menos fechas que trampas. El encargado de sortearla era Benzema, que recuperó el gol pero definitivamente perdió el aura. Una entrega de Karim, de las tantas que habían sido felices en esta temporada, le sirvió en bandeja el triunfo al Betis, que no dudó. El Madrid es la caricatura de un equipo que rema a contracorriente de su afición.

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  • Téngame informado, pero no muy informado. Es la frase que los hinchas tenían en su cabeza cuando todo esto se precipitaba. Nos íbamos a quedar sin fútbol, sin discotecas, sin cines. Qué haríamos en casa sin poder ver a nuestros ídolos desde la tele. Sería una imprudencia, dejarles jugar con la duda médica, o encerrarles en el hogar, todos dedicados a la lectura.

    Téngame informado, pero no muy informado. Es la frase que los hinchas tenían en su cabeza cuando todo esto se precipitaba. Nos íbamos a quedar sin fútbol, sin discotecas, sin cines. Qué haríamos en casa sin poder ver a nuestros ídolos desde la tele. Sería una imprudencia, dejarles jugar con la duda médica, o encerrarles en el hogar, todos dedicados a la lectura.

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  • El Valencia-Atalanta fue el primer choque a puerta cerrada. Una espectáculo lastimoso, en el que las ayudas defensivas resuenan y los goles se chillan con sigilo. Algunos pensaron en la parroquia naranja y dijeron que fue un alivio jugarse sin público. Imaginen a los más jóvenes presenciando la noche de Ilicic. Esa zurda tan descarnada, lejana a la realidad, disparando una y otra vez, contando hasta tres, llegando al cuarto.

    El Valencia-Atalanta fue el primer choque a puerta cerrada. Una espectáculo lastimoso, en el que las ayudas defensivas resuenan y los goles se chillan con sigilo. Algunos pensaron en la parroquia naranja y dijeron que fue un alivio jugarse sin público. Imaginen a los más jóvenes presenciando la noche de Ilicic. Esa zurda tan descarnada, lejana a la realidad, disparando una y otra vez, contando hasta tres, llegando al cuarto.

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  • Si te dijeran que este es el último beso, ¿lo darías mejor? El Liverpool-Atleti respondió que sí. El último gran partido de Champions hasta no se sabe cuándo, fue inolvidable. Patri Cazón lo escribió como si ella también hubiera salido desde el banquillo, con Llorente y Morata. El Liverpool jugó un encuentro tan perfecto que lo perdió. El Atleti sufrió tan bonito. Los rojiblancos son capaces de ganar la única Champions que no se va a poder disputar.

    Si te dijeran que este es el último beso, ¿lo darías mejor? El Liverpool-Atleti respondió que sí. El último gran partido de Champions hasta no se sabe cuándo, fue inolvidable. Patri Cazón lo escribió como si ella también hubiera salido desde el banquillo, con Llorente y Morata. El Liverpool jugó un encuentro tan perfecto que lo perdió. El Atleti sufrió tan bonito. Los rojiblancos son capaces de ganar la única Champions que no se va a poder disputar.

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  • El fútbol es tan importante porque funciona como refugio a nuestros problemas. Pero en este, mayor, el fútbol se ha quedado sin sentido. Los aficionados no podemos ni buscarnos un deporte alternativo que nos ayude a escapar, porque el virus ha podido con todos: baloncesto, tenis, Fórmula 1... Por suerte, aún nos quedan varias cosas: los reproches, las exparejas, la familia y aprender nuevos idiomas. Inventados, a poder ser.

    El fútbol es tan importante porque funciona como refugio a nuestros problemas. Pero en este, mayor, el fútbol se ha quedado sin sentido. Los aficionados no podemos ni buscarnos un deporte alternativo que nos ayude a escapar, porque el virus ha podido con todos: baloncesto, tenis, Fórmula 1... Por suerte, aún nos quedan varias cosas: los reproches, las exparejas, la familia y aprender nuevos idiomas. Inventados, a poder ser.

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  • Si no podíamos ver nuestros deportes favoritos, tampoco podremos practicarlos. La cuarentena se ha puesto seria y las escenas surrealistas, de moda. Vecinos montando en bicicleta por los pasillos de sus casas, runners recorriendo sus terrazas y mujeres yoguis estirando en voz alta. Lo bonito de todo esto es que saldremos juntos.

    Si no podíamos ver nuestros deportes favoritos, tampoco podremos practicarlos. La cuarentena se ha puesto seria y las escenas surrealistas, de moda. Vecinos montando en bicicleta por los pasillos de sus casas, runners recorriendo sus terrazas y mujeres yoguis estirando en voz alta. Lo bonito de todo esto es que saldremos juntos.

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  • Por la propia temporada ya lo intuíamos: este año parecía que todos se peleaban por no ganar la Liga. A ver quién la perdía mejor. El Barça, con su letargo futbolístico, los bandazos institucionales y la lesión de Suárez. El Madrid de la falta de gol, la ausencia de Hazard y las ocurrencias de Zidane. Y el Atleti del verano, que era de cartón, y sus problemas para entrar incluso en Champions. El azar ha marcado que el campeón lo decida un escenario apocalíptico.

    Por la propia temporada ya lo intuíamos: este año parecía que todos se peleaban por no ganar la Liga. A ver quién la perdía mejor. El Barça, con su letargo futbolístico, los bandazos institucionales y la lesión de Suárez. El Madrid de la falta de gol, la ausencia de Hazard y las ocurrencias de Zidane. Y el Atleti del verano, que era de cartón, y sus problemas para entrar incluso en Champions. El azar ha marcado que el campeón lo decida un escenario apocalíptico.

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