La madrileña estuvo en Sidney 2000 y explica en As lo que supuso para ella: "Cuando llegué a meta, sentí una gran tristeza por cerrar una etapa. Acababa el sueño de estar en unos Juegos".
Maribel Blanco (Madrid, 1969) fue la primera triatleta española en participar en unos Juegos. Lo hizo en Sidney 2000 y cuenta en As cómo fue el momento que supo que sería olímpica: "Para ir a los Juegos tienes que ganar los puntos para el país en los cuatro años del ciclo olímpico. Según esos puntos, el país puede tener una, dos o tres plazas y, aunque es el deportista el que gana los puntos, es el país el que elige a quién llevar. En aquel entonces estábamos Berasategui y yo, pero ella en el último año dio un pasito atrás y solo conseguimos mi plaza. Más o menos daba por hecho que iba a ser yo. Sin embargo, en los chicos apareció Iván Raña en el último año y fue a criterio técnico aunque no era de los que más puntos logró en esos cuatro años".
La madrileña quedó 24.ª y recuerda que no fue su mejor prueba: "Fue un desastre, cometí todos los errores posibles. Todo fue fruto de los nervios y de las circunstancias, como el frío. Yo me siento muy incómoda con temperaturas bajas del agua. Después de la natación me fui encontrando y el tramo de correr lo hice bien. Yo creo que quedé donde tenía mi nivel, haciéndolo mejor hubiera mejorado seis puestos o así, pero no hubiera tenido opciones a más. Era realista, aunque, como deportista, tienes que tener un objetivo ambicioso. Me planteaba hacer y demostrar lo que había entrenado. También recuerdo que sentí una sensación de enorme tristeza cuando acabó la carrera por haber acabado una etapa, como es el ciclo olímpico y los Juegos. En un día se acaba ese sueño de participar en unos Juegos. Yo no era consciente de ello, me di cuenta con el paso de los años. Supuso la entrada masiva del triatlón en España".
Ese año el triatlón se estrenaba como deporte olímpico y llegó con algunos cambios. "Cuando yo empecé, el reglamento no permitía ir a rueda. Sin embargo, fue en 1995 cuando hicimos la primera prueba con el nuevo reglamento que permitía el drafting. A partir de ahí, ya todo el periodo olímpico era ese. Pasábamos de un deporte donde la natación no era tan importante a ser primordial. Es verdad que la carrera a pie es la que te dice si ganas o pierdes, pero la natación es la que te sitúa en carrera. A partir de cambiar el reglamento empezaron a practicar más nadadoras el triatlón y a mí, por ejemplo, me perjudicó porque era mi punto débil y, con los años, las nadadoras mejoraron en la bicicleta y a pie. Si yo tuviera que competir ahora no tendría el nivel de natación para estar en unos Juegos", sostiene Maribel.
"Si yo tuviera que competir ahora no tendría el nivel de natación para estar en unos Juegos"
Maribel Blanco
Desde su época hasta la actualidad el triatlón ha sufrido una gran evolución. "Se ha buscado la necesidad de ser un producto más televisivo y espectacular. La distancia olímpica se queda larga para la televisión y por eso se implantó la distancia sprint. Aunque eso ha supuesto que se cambie el estilo de competir, el entrenamiento y hasta el cuerpo del triatleta. Ahora la transición es fundamental, tienes que hacerla perfecta si no te penaliza muchísimo toda la carrera", explica.
Para la triatleta, este deporte ha aumentado en repercusión y visibilidad por "la vertiente popular que tiene, que convivan el deportista popular y de élite gusta". "Además, te da la posibilidad de seguir entrenar continuamente, pese a estar lesionado. De cara al deportista popular lo hace muy ameno y el ambiente es muy bueno", declara Blanco.
Maribel destaca de su carrera deportiva dos cosas: "Como resultado deportivo, me quedo con ganar el Ironman de Lanzarote, por ser el primer español (hombre o mujer) en conseguir una prueba del circuito del Ironman. Me quedo con que hice historia, aunque me haya dado cuenta a posteriori. Y en general, me quedo con la opción que me dio de viajar, que me permitió ese crecimiento personal de salir fuera y conocer otras culturas, lugares... He tenido la suerte de vivir unas experiencias muy bonitas y no me arrepiento de nada".
Desde su retirada como profesional en 2003, su día a día ha cambiado mucho, pero recuerda que los años posteriores fueron duros: "Cuando lo dejé estaba muy cansada. Después de eso, me costó arrancar porque tenía la carrera de INEF terminada, pero cuando vuelves no tienes experiencia laboral y es difícil encontrar un trabajo. Sufrí un cambio muy drástico porque te encuentras con la realidad: un lugar que no conozco a nadie porque me vine a vivir con mi pareja a Manzanares, sin trabajo, sin saber qué hacer… aún yendo con formación. Al final trabajas en lo que sea".
Sin embargo, gracias a una amiga empezó a trabajar con el Club de Natación de Las Rozas y volvió a recuperar el contacto con el deporte: "Comenzó a evolucionar el club con triatletas que me conocían a mí. Así surgió la sección de triatlón dentro de la entidad y se creó el Club Triatlón Las Rozas porque había más triatletas que nadadores (este año cumple diez)".
Su día a día también lo tiene muy ocupado con la gestión de una empresa de servicios deportivos que creó en 2014 (SportElse): "Ahora estoy intentando evolucionar como gestora, aprovechando mi experiencia profesional. El dejar la alta competición es una jubilación muy temprana y no te queda nada, sobre todo en deportes minoritarios que no te permiten vivir de las rentas. Vivíamos de no gastar, yo siempre lo digo".