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Raquel Domínguez: "Cuando quiero hacer una cosa, no me pongo techo; busco la solución"

PARATRIATLÓN

Raquel Domínguez: "Cuando quiero hacer una cosa, no me pongo techo; busco la solución"

La paratriatleta sevillana ha sido campeona del mundo y de Europa de paraduatlón. Sufre una Artroescapulectomía Bilateral, es decir, tiene atornillados los brazos y amputada parte de las dos escápulas.

Raquel Domínguez (Sevilla, 1973) es una paratriatleta que ha sido campeona del mundo (2016) y dos veces campeona de Europa (2017 y 2018) de paraduatlón. También es campeona de Europa en Acuatlón (2018) y 13 veces campeona de España de natación. Además de algún campeonato más de Andalucía. No se queda ahí: debutará en el campeonato nacional e internacional de parakárate. 

A pesar de ello, reconoce que "nunca espera ser campeona de nada". "Es una gran ilusión y teniendo en cuenta que no tengo entrenadores ni nada, está muy bien. Pero, mi gran logro es el camino, las personas que encuentro, más que la propia medalla. Muchas veces desechamos lo importante que es lo que transcurre antes de la meta; no solo en el deporte, sino en la vida. Yo me siento satisfecha de dar lo máximo", comenta. 

La enfermedad de Raquel

A los 12 años le da la cara su enfermedad en el brazo derecho y a los 19 en el izquierdo. "Se trata de una Idiopatía Osteopática, es decir, no tiene causa ni origen. Desde que me sale en el izquierdo me tienen que operar y son más de 23 las intervenciones. Después de pasar tantas veces por el quirófano, lo que tengo es una Artroescapulectomía Bilateral. Lo que significa que tengo atornillados los dos brazos, amputadas residualmente las dos escápulas y no hay músculos sanos en el tren superior", cuenta Raquel. 

Sin embargo, su carácter positivo le ha hecho tomarse la vida sin ningún límite: "Cuando eres una niña todo es distinto. Con el paso del tiempo empecé a ser más consciente de lo que me estaba pasando y de lo que me iba a pasar, porque es degenerativo y sin cura. Pero, en ningún momento sentí una plena limitación mental. Nadie sufre solo y yo sabía que la gente que me quiere ya sufría. Entonces, empecé a llevarlo lo mejor posible para que no me limitase. Porque ese es en sí el verdadero límite, no lo que te está pasando. Es nuestra obligación seguir adelante como persona". 

El triatlón como forma de vida

La andaluza se considera una persona "inquieta". Y debido a ello empezó a practicar duatlón y triatlón: "Cuando no podía entrenarme en la piscina, hacía marcha, maratones, carreras de ultradistancia… Después de todo ello, me atreví con la bicicleta. Tardé tiempo en sacarle provecho porque es cero aerodinámica. Y a partir de ahí, sigo disfrutando del triatlón". Además, reconoce que el "techo se lo pone uno mismo" y "cuando me fijo en una cosa, no veo ese techo, sino cómo buscar la solución". Llegó a realizar un medio-Ironman, gracias a los ánimos de sus compañeros durante toda la prueba. 

"El deporte me ha dado y me da todo. Raquel es igual a deporte, forma parte de mi vida, de mi personalidad..."

Raquel Domínguez

En el año 2000 estuvo cerca de participar en los Juegos de Sidney. Sin embargo, a pesar de tener la mínima, no acudió por "una mala jugada". "Cuando yo hacía natación mi federación no me apoyó nada y me puso 30.000 zancadillas porque yo sí tenía la mínima para ir. La natación siempre ha estado muy incluida en el mundo paralímpico, pero se trata de las personas de mi tierra que lo gestionaban. Yo hice mi trabajo y fue lo máximo que estaba en mi mano. Eso sí, pensé que no podía imperdirme hacer lo que más me gustaba", cuenta dejando claro que no guarda un gran rencor. 

Raquel es igual a deporte: "Me ha dado y me da todo. Forma parte de mi vida, de mi personalidad... No puedo separarlo, forma parte de mi rutina porque me sirve para mi enfermedad. Es muy dolorosa porque se me están desintegrando los huesos. Eso sí, yo ya no me acuerdo como es la vida sin dolores, ya me he acostumbrado y debo convivir con ello de la mejor forma posible".

También habla muy bien de la actualidad del triatlón y paratriatlón: "Somos muy buenos. En el triatlón masculino somos 'top' y en las féminas vamos un poquito atrás, pero están saliendo nuevas triatletas que están pegando fuerte. En el paratriatlón somos 'top' no, lo siguiente. Tanto en chicos como en chicas. Estamos arrasando en las dos categorías y si respetan las lesiones tenemos grandes posibilidades de medallas en Tokio".

El 'Reto Pichón'

Por último, Raquel recuerda que en abril participará en La Carrera de Sables, un recorrido de 250 kilómetros por el Sahara Marroquí y que está incluida dentro del 'Reto Pichón'. Este proyecto pretende recaudar 22.000€ para ayudar a la 'Fundación Apascide', que ayuda a personas sordo-ciegas y con discapacidad intelectual, en algunos casos. Un Ironman y cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado son las otras dos pruebas que completan este reto.   

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