Kevin Vidaña es un técnico español que actualmente trabaja en China como entrenador del Guizhou Fengyun. Su situación es atípica debido al Coronavirus
Kevin Vidaña es un entrenador español con amplia experiencia en los banquillos de nuestro país, que actualmente trabaja en China como técnico del Guizhou Fengyun, equipo que milita en la cuarta división china. Este trabajo lo compagina como coordinador de la cantera del mismo club y como profesor de fútbol en colegios. En China el fútbol es asignatura obligatoria.
La situación de Kevin en este momento es atípica debido al Coronavirus. “Desde hace dos años vivo en Kaili, a hora y media en avión de Wuhan, ciudad foco de infección. Llevo unos siete días encerrado en casa, he salido un par de veces al supermercado a comprar comida y nada más. El gobierno obliga el uso de mascarillas y aconseja no salir de casa, las calles están casi desérticas. Los colegios están cerrados hasta nueva orden. Los transportes están limitados y la policía investiga de manera individual a todo aquel que entra y sale de la ciudad. Hay mucho control y sistemas de prevención”, comenta Kevin para AS.
A pesar de la situación, Kevin se siente totalmente respaldado por su club, donde le ayudan y se preocupan por él. Los controles son constantes para prevenir la propagación del virus: “Hace unos días recibí una llamada de la policía, me preguntaron si estaba en casa. Tardaron cinco minutos en llegar un grupo de cuatro agentes, a los que se unieron tres más tarde; siete en total. Ataviados con mascarillas, me preguntaron dónde había estado los últimos días y comprobaron mi temperatura. Querían asegurarse de que no estaba infectado. Son prevenciones y medidas de cuidado. Otra cosa que se hace es desinfectar con lejía entradas y pasillos y no dejar entrar en la urbanización a los que no viven en ella”.
Kevin confía en que todo se arregle en los próximos días y por encima de todo su intención es la de seguir trabajando en China: “Podría irme a España, pero confío en que las cosas se solucionen. Yo quiero quedarme, tengo un compromiso aquí. Quiero estar aquí. Ahora mismo no tengo trabajo, las escuelas están cerradas hasta nuevo aviso y el primer equipo iba a empezar el 31 de enero y se fue alargando. La competición empezaba en marzo y ahora todo está pendiente. Yo tengo una reunión con el club el 10 de febrero y ahí hablaremos de lo que viene. Se están tomando las medidas adecuadas. Me siento protegido por mi club y el Gobierno y la policía se están portando bien”.
Con el objetivo de prevenir contra la epidemia del Coronavirus, actualmente están suspendidas todas las competiciones de fútbol en China: “La Asociación Nacional de Fútbol ha pospuesto el comienzo de temporada en todas las categorías del país. La competición iba a comenzar en marzo y ahora no se sabe… quizá en abril o mayo. Han dejado en el aire el trabajo de muchos profesionales, y muchos futbolistas y entrenadores están abandonando China por este motivo. Carrasco, al Atlético; Sousa, al Benfica…”.
En el Guizhou Fengyun, equipo al que entrena Kevin, hay un jugador con experiencia en el fútbol profesional de Chile: Javier Martínez Neira, más conocido como Piri. Durante los últimos meses Piri tuvo ofertas para jugar en equipos de divisiones superiores, pero finalmente decidió continuar su carrera junto a Kevin. Durante la pretemporada ha estado en Chile, su país natal y ahora se encuentra con que no puede viajar a China por el Coronavirus: “Piri es como yo, quiere estar aquí a pesar del virus. Tenía que viajar desde Chile el 28 de enero. Tenía los billetes comprados y los directivos le llamaron para decirle que no podía coger el avión, que el virus se estaba extendiendo demasiado y que su vida corría peligro. Era un viaje muy largo, con escalas y estaba muy expuesto. Los aeropuertos y las carreteras estaban cerrando, los controles se estaban volviendo muy exhaustivos y en cualquier momento la ciudad podía entrar en cuarentena”.
Además de profesional, Piri y Kevin comparten un estrecha relación de amistad. Es por ello, que la situación que vive el jugador le afecta enormemente al entrenador: “Personalmente tengo una espina clavada con Piri, ya que estas navidades quedó libre y tuvo buenas ofertas de España, Chile, Taiwán y Bulgaria. Dada la fuerte relación que tenemos, le convencí para que se quedara conmigo. Le dije que en China estábamos disfrutando del fútbol, estábamos siendo felices y ganando bien, que esta temporada podíamos hacer grandes cosas. Me hizo caso y rechazó las ofertas que tenía, se reafirmó en venir y ahora nos encontramos con esta situación inesperada. Me siento un poco culpable. Un futbolista profesional como él no puede permitirse estar inactivo y ahora soy yo el primero que le dice que busque otro equipo, aunque en muchos sitios ya es tarde”.
Además de las consecuencias mortales, el Coronavirus ha originado una fuerte ola de racismo que Kevin rechaza categóricamente: “Los asiáticos están siendo discriminados injustamente por ignorantes y desinformados. Que no nos maten los prejuicios, que ya tenemos bastante con la maldita enfermedad. Pido apoyo masivo al movimiento en redes #nosoyunvirus, porque ‘no somos virus andantes’ como decía José González -entrenador del Wuhan que está haciendo pretemporada en Málaga-, el miedo no puede convertirnos en promotores de odio”.
Por último Kevin hace una petición: “Esta enfermedad es común a todos los seres humanos y no entiende de razas y nacionalidades. Debemos concienciar a las personas. Necesita de unión y comprensión, no de separación. Y es que una cosa es protegerse y tomar medidas respecto a la enfermedad y otra cosa es enjuiciar y señalar, mofarse de la situación, sacarla de contexto para servir a la humillación. ¿Quién no ha estado en problemas alguna vez? ¿Quién no ha estado enfermo en alguna ocasión? Esto es como la persona que cae al pozo y en vez de recibir ayuda, le arrojan piedras. Es muy inmoral y necesita otro enfoque”.