Paula García Godino (Madrid, 1984) es triatleta y campeona de España de triatlón (2014), acuatlón (2015) y duatlón, estando embarazada (2016). En esta última modalidad, fue quinta clasificada en el Europeo también en periodo de gestación. Y es campeona del mundo (Lausana, 2019) y Europa (Valencia, 2019) en paratriatlón, como guía de Susana Rodríguez que sufre una deficiencia visual grave.

Pertenece al club 'Diablillos de Rivas' desde 2011 y pasó del atletismo a triatlón para evitar lesiones: "Empecé a hacer atletismo con 20 años y producto de muchas lesiones comencé a adentrarme en esto del triatlón. Como no podía correr, probé a nadar y me compré una bicicleta. Y hasta el día de hoy".

En la entrevista que concede a AS reconoce que el atletismo ha sido muy importante para ella de cara a sus triunfos en triatlón: "Agradezco que por haber hecho atletismo tenga esa capacidad de sufrimiento y haber aprendido cosas que si hubiera empezado con el triatlón no. Eso sí, si hubiera podido hubiera empezado antes; he hecho mucho deporte en mi vida, pero no a nivel profesional".

El día a día de una triatleta es un no parar y tiene que hacer malabares para poder encajar sus entrenamientos con su trabajo (es Policía Nacional) y sus labores más personales: "Una vez le dije a mi amiga que no tenía tiempo para empezar con el triatlón. Sin embargo, tenía la sensación que se me daría bien. Aunque no de alcanzar el nivel que he conseguido". Por suerte para ella, en su trabajo son bastantes flexibles con sus obligaciones deportivas: "Lo compagino con mi trabajo porque tengo turnos. Si trabajo por la tarde, me entreno por la mañana y, a veces, por la noche. Si trabajo por la mañana, al revés. Tengo la posibilidad de cambiar mi turno en función de mis necesidades. Cuando me voy de concentración, gracias a la Agrupación Deportiva de la Policía, me dan permiso y puedo ausentarme las semanas que hagan falta".

Nos cuenta que comienza con Susana gracias a una llamada que recibe por parte de la gallega: "Su anterior guía le habla de mí y contactó conmigo vía telefónica. Yo estaba embarazada y me preguntó qué planes tenía para después de ser madre. Tenía claro que ser madre no iba a ser un obstáculo para seguir en el triatlón. Lo que tuve que dejar de lado son mis competiciones internacionales porque una guía no puede competir, por reglamento, internacionalmente en individual representando a España".

Para ayudar a su compañera, desde el año pasado está dándole más prioridad a la bicicleta: "Yo tengo que amoldarme a sus ritmos tanto en la natación y la carrera a pie porque no le puedo empujar. Sin embargo, en la bicicleta cuanto más potencia lleve, más rápido podemos ir". En cuanto a los mecanismos que utilizan para que Susana no pierda las referencias, cuenta: "En natación, previamente analizamos el circuito si es en sentido horario o antihorario. Y después, llevamos una cuerda elástica al muslo y ella nota tensión en función de si se va alejando o acercando. Si se aleja, tiro de la cuerda para que sepa que se está alejando y, otras veces, se me echa encima. Luego, en la bici es un tándem y corriendo llevamos una cuerda cogida con el puño y yo tengo que amoldarme a su zancada e ir en zancada contraria. Hay que entrenarlo".

Paula afirma que no fue muy difícil el cambio de competir sola a ser los ojos de otra persona: "Tenía que aprender a manejar el tándem y tomar referencias en la natación. Es adaptarse a las necesidades de la otra persona, no puedes solo pensar en ti. Tienes que explicarle todas sus dudas y con tus palabras lo que ven tus ojos".

La madrileña confiesa que "2019 ha sido un año inmejorable". Ganaron un Campeonato de Europa y otro del mundo. Además de otro oro y una plata en otras Series Mundiales. Eso sí, ya espera a que llegue la gran cita de 2020: los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 (25 de agosto-6 de septiembre). Aunque quedan unos meses todavía para ello: "A día de hoy, lo tenemos muy bien porque ya tenemos el billete para Tokio. Estas competiciones que vamos a hacer son para que Susana se mantenga arriba de cara a 2021 y al siguiente ciclo olímpico. Y también porque nos hace falta competir para tener una motivación extra que no da el entrenar. Estamos las primeras en el ránking y solo hace falta que lleguen las carreras".

Competir en la ciudad japonesa no será fácil por el cambio horario, el clima, el idioma... Sin embargo, ya sabe lo que es hacerlo en Japón y cómo combatir esos impedimentos: "Hemos estado un par de veces allí, en las Series Mundiales de Yokohama. Tenemos un buen recuerdo de la ciudad y los japoneses se vuelcan con el triatleta. Es espectacular lo que van a montar en Tokio. Lo único que hemos competido en mayo y los Juegos serán en agosto. Nos han hablado que va a hacer mucho calor y humedad por lo que haremos concentraciones en lugares con una climatología parecida".

"Con llegar allí ya es un premio. Obviamente todo el mundo quiere ganar, pero hay muchísimo trabajo por delante y las rivales son muy fuertes. En año olímpico todo el mundo se pone las pilas. Me volvería contenta con lo que podamos llegar a dar: un quinto, un tercero o el oro, que sería la guinda del pastel. Hemos tenido buenos dos años y en el triatlón puede pasar cualquier cosa. Te la juegas todo a una y hay que tener suerte, disfrutar del momento y llegar en las mejores condiciones", comenta sobre el objetivo de cara a Tokio.

Paula nos revela que su secreto para conseguir tantos triunfos es "trabajo, trabajo y más trabajo. Y entrenar, dedicarle mucho tiempo, ganas y pasión". Por último, ya tiene a 'su sucesora' en el horizonte: "Mi hija Daniela con solo cuatro meses ya estaba animando al otro lado. Ya sabe que su madre es triatleta. Yo quiero que haga deporte, que sea el que ella elija. Pero me haría mucha ilusión que siguiera mis pasos como triatleta".