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  • Casemiro es como el jazz para el Madrid. Siempre suena de fondo, pero nunca sabes cómo te sorprenderá. La mayoría de las veces lo hace robando, con sus pies convertidos en rastrillos. En otras se impone a cabezazos, con su cuello robusto, tan rotundo. Muchas veces dispara desde lejos, como aquel día en Cardiff. Y en esta fecha sorprendió a todo el mundo con un toque sutil para desatascar un partido lleno de trampas. El Madrid compró su seguro con Casemiro.

    Casemiro es como el jazz para el Madrid. Siempre suena de fondo, pero nunca sabes cómo te sorprenderá. La mayoría de las veces lo hace robando, con sus pies convertidos en rastrillos. En otras se impone a cabezazos, con su cuello robusto, tan rotundo. Muchas veces dispara desde lejos, como aquel día en Cardiff. Y en esta fecha sorprendió a todo el mundo con un toque sutil para desatascar un partido lleno de trampas. El Madrid compró su seguro con Casemiro.

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  • Carlos Sainz se alzó con su tercer Dakar la semana pasada y a los 57 años. Una edad cercana al retiro para los oficinistas, para Sainz una nueva oportunidad para ganar. Lo hizo porque demostró ser el mejor, en un escenario darwiniano, bajo el sol de todo el mundo. Los que le conocen reseñan que sus triunfos también le llegan por ser un eficaz ingeniero, sin pasar por la facultad, sin dejar de acelerar.

    Carlos Sainz se alzó con su tercer Dakar la semana pasada y a los 57 años. Una edad cercana al retiro para los oficinistas, para Sainz una nueva oportunidad para ganar. Lo hizo porque demostró ser el mejor, en un escenario darwiniano, bajo el sol de todo el mundo. Los que le conocen reseñan que sus triunfos también le llegan por ser un eficaz ingeniero, sin pasar por la facultad, sin dejar de acelerar.

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  • Las temporadas son imposibles de descifrar. La mejor imagen del Madrid vino en un once sin Marcelo, Hazard, Benzema y Bale. Y el sello del equipo lo pone un jovenzuelo llamado Fede Valverde. Ya lo que menos extraña es lo de Bale, porque es difícil echar de menos a un corazón nevado. Ya solo los más ilusos siguen pensando en él, tras un centro de Marcelo, volando en una chilena, para darle al Madrid otra final de Champions.

    Las temporadas son imposibles de descifrar. La mejor imagen del Madrid vino en un once sin Marcelo, Hazard, Benzema y Bale. Y el sello del equipo lo pone un jovenzuelo llamado Fede Valverde. Ya lo que menos extraña es lo de Bale, porque es difícil echar de menos a un corazón nevado. Ya solo los más ilusos siguen pensando en él, tras un centro de Marcelo, volando en una chilena, para darle al Madrid otra final de Champions.

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  • El Madrid ha salido airoso del peor trago. En la década de Messi, los blancos han promediado un título por curso, y enlazaron cuatro Champions en cinco años. Un triunfo y un alivio. Así, encaran el 2020 como la apertura de una nueva hegemonía, que ha de cimentarse en la Liga. Messi se apagará en esta década y el Madrid la ha preparado a conciencia. Odegaard, Valverde, Vinícius, Rodrygo y Reinier. El fútbol es tan bonito que no siempre gana el que lleva las mejores cartas.

    El Madrid ha salido airoso del peor trago. En la década de Messi, los blancos han promediado un título por curso, y enlazaron cuatro Champions en cinco años. Un triunfo y un alivio. Así, encaran el 2020 como la apertura de una nueva hegemonía, que ha de cimentarse en la Liga. Messi se apagará en esta década y el Madrid la ha preparado a conciencia. Odegaard, Valverde, Vinícius, Rodrygo y Reinier. El fútbol es tan bonito que no siempre gana el que lleva las mejores cartas.

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  • Es una lástima pero el Madrid se ha acostumbrado a vivir sin Hazard. Verle así en portada es solo una cara aproximada de lo que el madridismo podía esperar. El gran fichaje de esta temporada no podrá dominar hasta el curso que viene, entre lesión y vacaciones. Zidane, que no entiende de lamentos, aprovecha cada situación. Y la ausencia del belga le ha permitido construir un sistema de centrocampistas felices que ya le han dado un título.

    Es una lástima pero el Madrid se ha acostumbrado a vivir sin Hazard. Verle así en portada es solo una cara aproximada de lo que el madridismo podía esperar. El gran fichaje de esta temporada no podrá dominar hasta el curso que viene, entre lesión y vacaciones. Zidane, que no entiende de lamentos, aprovecha cada situación. Y la ausencia del belga le ha permitido construir un sistema de centrocampistas felices que ya le han dado un título.

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  • La destitución de Valverde ha sido una incoherencia. El Barça, que presume de hacer las cosas con estilo, ha roto con su línea editorial. Justificaron el despido del técnico extremeño por la decadencia de su juego, pero el verdadero motivo se identifica con los resultados. Las remontadas en Champions y la derrota inexplicable en la Supercopa han sido los únicos factores que hicieron tambalear su cargo. Para colmo del destino, su cese llegó tras uno de sus ratos de mejor fútbol. Setién, un feligrés del estilo, sufrirá este cambio de rumbo. No hay discurso que valga sin resultados.

    La destitución de Valverde ha sido una incoherencia. El Barça, que presume de hacer las cosas con estilo, ha roto con su línea editorial. Justificaron el despido del técnico extremeño por la decadencia de su juego, pero el verdadero motivo se identifica con los resultados. Las remontadas en Champions y la derrota inexplicable en la Supercopa han sido los únicos factores que hicieron tambalear su cargo. Para colmo del destino, su cese llegó tras uno de sus ratos de mejor fútbol. Setién, un feligrés del estilo, sufrirá este cambio de rumbo. No hay discurso que valga sin resultados.

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  • La Supercopa dejó una resaca nítida: el Madrid ha recuperado la inercia ganadora de siempre y el Atleti salió reforzado. Desde su mesa de operaciones, Picos y Jesús Colino repasaban el torneo con tono optimista. Los de Simeone mostraron al mundo una plantilla preparada para todo, a la que Cavani y Diego Costa darían sentido. La verdad no tiene por qué ser triste, tan solo es irremediable. Dirían los atléticos.

    La Supercopa dejó una resaca nítida: el Madrid ha recuperado la inercia ganadora de siempre y el Atleti salió reforzado. Desde su mesa de operaciones, Picos y Jesús Colino repasaban el torneo con tono optimista. Los de Simeone mostraron al mundo una plantilla preparada para todo, a la que Cavani y Diego Costa darían sentido. La verdad no tiene por qué ser triste, tan solo es irremediable. Dirían los atléticos.

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