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Equipos desaparecidos: el Dukla Praga

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Equipos desaparecidos: el Dukla Praga

Nació de la resistencia contra los nazis y prosperó durante el régimen comunista en Checoslovaquia. Fue la casa de dos balones de oro: Masopust y Nedved

La historia del Dukla Praga nace de la resistencia al Nazismo, se consolida con el sistema comunista y termina con la desaparición del mismo. En Checoslovaquia lo ganó todo casi sin parar y el régimen hizo lo posible para que esto sucediera. Pese a la mala fama que suscitaba entre los aficionados del fútbol, el equipo del distrito seis de la capital de la que hoy es República Checa se recuerda por haber sido la casa de los mejores talentos del país, entre los que destacan sus únicos dos balones de oro: Josef Masopust y Pavel Nedved.

Para entender sus orígenes hay que remontar al 29 de agosto de 1944, fecha en la que la Slovenské národné povstanie (Insurrección nacional eslovaca) se levantó en la localidad de Banská Bystrica contra los nazis. Mientras tanto, la Armada Roja avanzaba hacia la ciudad con el apoyo del gobierno del presidente Benes, en exilio en Londres, pero antes habría tenido que enfrentarse a un escollo insurmontable: el paso del Dukla, lugar estratégico situado entre Polonia y Eslovaquia. Ahí los nazis resistieron y, pese a la victoria final, más de 21.000 soldados soviéticos y 2.000 checoslovacos fallecieron en la batalla.

De ahí el nombre del conjunto del ejército fue dedicado a ese logro y se cargó de significado. Al principio se llamaba ATK (Armádní Telocvicny Klub, Club del Ejército Checo) pero luego, tras el golpe de estado de 1948, con el que se instauraba el control comunista, el Dukla Praga se convirtió en la máxima representación del poder rojo en el deporte nacional. Alexej Cepicka jefe del ejército con hilo directo con Stalin, víctima de la Gestapo, preso de Auschwitz y además yerno del líder del Partido Comunista Checoslovaco y presidente del país entre 1948 y 1953, el estalinista Klement Gottwald lo tenía claro: el Dukla podía fichar a cualquier jugador que habría pasado por el servicio militar, también si estaba contratado por otro equipo. Así, al individuar un talento, bastaba con llamarle al ejército para que la medida pudiera aplicarse.

Fue algo necesario para que el Dukla llevara a su plantilla la que sería su máxima estrella: Josef Masopust. Hijo de un minero de Most, el jugador había firmado un contrato con el Teplice a los 18 años en 1948. Durante el Mundial de 1962, llegó a jugar con Checoslovaquia la final contra el Brasil de Pelé (perdida por 3-1, con gol del mismo Masopust). Se cuenta que durante el partido estaba a punto de hacer una entrada sobre O Rei cuando se dio cuenta de que estaba cojeando. Se paró y Pelé disparó el balón fuera por la banda lateral, dando muestra de apreciar el gesto. El brasileño dijo años después: “Masopust era una mediapunta con una técnica que daba la impresión de ser un jugador como Platini, Beckenbauer o comparable a lo que sería un Xavi hoy. Era un hombre de gran inteligencia también fuera del campo”. Ese Mundial le valió el Balón de Oro.

Bajo su mando, el Dukla sumó ocho campeonatos y cuatro copas de Eslovaquia. A su lado se hacían notar otros talentos como Kouba, Safranek (muerto de ataque de corazón durante un partido entre estrellas retiradas en 1987), Ladislav Novak e Ivo Viktor, auténtica leyenda en la portería del equipo, premiado cinco veces (récord) como jugador nacional del año. Esa potencia alcanzó en la temporada 1961-62 la diferencia de goles de +58 en 25 encuentros. Asimismo, en 1964 Brumovsky, Geleta y Knesl fueron protagonistas con la selección en los Juegos Olímpicos de Tokyo, donde conquistaron la medalla de plata tras perder en la final contra Hungría (2-1).

El dominio empezó a titubear cuando, en 1969, Masopust dejó Praga para competir con el Crossing Molenbeek en Bélgica. No obstante fuera el deportista más importante de su país, el acuerdo con el régimen para salir y jugar en el extranjero fue alcanzado sólo a los 37 años. La principal preocupación era que el balón de oro estableciera un precedente para otros talentos: la posibilidad de fichar por equipos que ofrecían mejores sueldos amenazaba el nivel del campeonato nacional.

Durante esas gloriosas décadas, el Dukla Praga se acercó a la victoria en las competiciones europeas. En su debut en la Liga de Campeones (1957-58), la experiencia duró poco: el Manchester United de los Busby Babes eliminó a Masopust y compañía. Más tarde, ese mismo año se produjo el famoso accidente de Mónaco donde murieron ocho futbolistas ingleses. Les fue mejor en la edición de 1966-1967, en la que alcanzaron las semifinales y perdieron ante el Celtic, que ganó al Inter en la final.

Sin embargo, quizás los mejores recuerdos remontan a los trofeos europeos menos importantes. El recorrido del Dukla en la Copa de la Uefa de 1978-79 fue memorable y queda plasmado en la memoria de la afición la vuelta de los octavos de final. El Stuttgart acababa de ganar en casa por 4-1 pero en el estadio Na Julisce los checoslovacos consiguieron remontar con un estupendo 4-0, antes de que otra alemana, el Hertha de Berlín, eliminara a los de Praga. Por último, en la Recopa de 1985-86, Valeriy Lobanovskiy acabó con los sueños del Dukla otra vez en semifinales. Los últimos triunfos antes de la caída están relacionados con Zdenek Nehoda (124 en 290 partidos), medalla de oro en la Eurocopa de 1976 y futbolista del año en su país por dos temporadas consecutivas. 

El declive del conjunto seguía el ritmo de el del régimen. Ya a finales de los 80, el Sparta Praga empezó una campaña para contratar patrocinadores y llevó a su plantilla algunos de los mejores jugadores del país. El Dukla no podía competir con los ingresos y los sueldos que ofrecía el Sparta y tras la Revolución de Terciopelo tuvo que aceptar su inevitable fracaso.

Como consecuencia, en 1994 el club descendió a la tercera división y dos años después se disolvió. Pero un empresario, Bohumil Ďuričko, intervino para devolver al prestigioso equipo su vieja grandeza. Primero compró el Příbram, club del sur del país, que mientras tanto se había separado pacíficamente de Eslovaquia, y luego lo unificó con el Dukla. En ese momento, un conjunto no profesional, el Dukla Dejvice, se hizo cargo de los colores de la camiseta de sus ancestros y siguió ocupando el estadio Na Julisce. En 2001, el Dukla se separó del Pribam y junto con el Dejvice reconquistó la segunda división y la Gambrinus Liga en la temporada 2011-2012, terminada con un buen sexto puesto.

Debido a sus raíces, el Dukla fue un equipo poco querido en su país. Pese a sus victorias, nunca registró más de 9.000 asistencias y en la 1981-82 bajó hasta las 1.500. Es considerado todavía el tercer club de la capital tras Slavia, Sparta y Bohemians. En su mejor época lo odiaban, hoy simplemente lo ignoran. Pero aún en su peor período, un talento rubio dio sus primeros pasos. Era Pavel Nedved y en los años a seguir dejó una huella importante en Italia, primero con la Lazio y luego con la Juve, equipo con el que conquistó el segundo balón de oro de la historia checa.

Trofeos Ganados

Trofeos Año
Liga checoslovaca 1953, 1956, 1957-58, 1960-61, 1961-62, 1962-63, 1963-64, 1965-66, 1976-77, 1978-79, 1981-82
Copa chocoslovaca 1961, 1965, 1966, 1969, 1981, 1983, 1985, 1990
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