Ricardo Ten, Gerard Descarrega, Lía Beel y Loida Zabala analizan la evolución del deporte paralímpico en el 'Día Internacional de las Personas con Discapacidad'. Cuatro referentes, cuatro historias y cuatro ejemplos de superación.
Di capacidad en lugar de discapacidad y usa válido, sin prefijo alguno. Unos gestos destinados a alcanzar el objetivo promulgado en fechas como la de hoy. Cada 3 de diciembre se celebra el 'Día Internacional de las Personas con Discapacidad', así lo fijó la ONU en 1992, para concienciar y conseguir la igualdad de oportunidades y la integración social. El deporte no es ajeno a esta realidad y el movimiento paralímpico sigue imparable. Este martes hay muchos motivos para celebrar y otras tantas cimas por conquistar, un camino en el que destacan figuras como el ciclista Ricardo Ten (44 años), la haltera Loida Zabala (32) y los atletas Gerard Descarrega (25) y Lía Beel (24). Ejemplos de que sólo el miedo incapacita. El resto son meros prejuicios.
La evolución del deporte paralímpico es innegable y sus protagonistas brujulean diferentes motivos. "Se le presta más atención a todos los niveles. Gracias a los medios y la difusión por las Redes Sociales llegamos a más gente, además se ha producido una mayor implicación de sponsors privados. El deporte paralímpico es está cada vez más integrado en las diferentes federaciones deportivas", analiza Ricardo Ten, campeón del mundo de ciclismo en pista y en ruta, quien añade: "Precisamente esa integración en las federaciones es una de las metas para el mañana. Se trata de una transición compleja, pero necesaria". Por su parte, el atleta Gerard Descarrega advierte una mayor profesionalización: "Nuestro deporte cada vez está más profesionalizado y remunerado porque para lograr buenos resultados debes emplear todos tus esfuerzos. Y la gente muestra cada vez más interés por nuestro mundo, algo que aumenta exponencialmente con los años".
"El deporte paralímpico ha evolucionado gracias a los medios, las redes, los sponsors privados... Hay una mayor profesionalización y las empresas están interesadas en unir su marca a nuestros valores"
Poco a poco sus rostros, sus nombres y sus historias han calado en la sociedad y Lía Beel lo ha vivido en primera persona. "El día de mi boda, justo después del campeonato de Europa, estaba con algunos invitados cerca de Atocha y una chica se acercó a mí para pedirme una foto y darme la enhorabuena por mi medalla. Tenemos más visibilidad y el objetivo es que el deporte paralímpico tenga el mismo reconocimiento que el olímpico", explica la atleta. Ya se están dando pasos al respecto. "Actualmente aparecemos en prensa, radio y televisión. Las empresas están interesadas en unir su marca a nuestros valores", corrobora la haltera Loida Zabala.
Todos ellos ponen el foco en otro factor: sentirse deportistas sin etiquetas. "Cada vez más se nos considera deportistas, olvidándonos del adjetivo discapacitado". La frase pertenece a Ricardo Ten, pero la suscriben todos ellos, incluyendo además otros matices. "Tenemos capacidades distintas y, gracias a la época en que vivimos, podemos llevar una vida prácticamente con total normalidad", esgrime Descarrega, para quien el deporte es básico para ser feliz. "También lo sería si no fuera ciego", continúa. Hay calificativos inherentes a estos campeones como la resiliencia, la superación y, en una primera instancia, la aceptación. "No es fácil para un adolescente aceptar que será diferente a los demás y que su vida cambiará por algo que no se puede escoger", confiesa el atleta.
"Tenemos capacidades distintas y, gracias a la época en que vivimos, podemos llevar una vida prácticamente con total normalidad"
Para Ricardo Ten, el deporte es fundamental por varias vertientes: "mejora la autonomía personal [un estado físico óptimo contrarresta las limitaciones] y la autoestima para adaptarnos a nuestra condición". En el caso de Lía Beel, que sufre una enfermedad degenerativa denominada retinosis pigmentaria, el deporte fue "una herramienta de integración muy importante en la adolescencia". Ese momento resultó un punto de inflexión: "Hasta que no necesitas ayuda para leer o moverte por la calle no eres realmente consciente de lo que te pasa y yo me di cuenta con 15 años. Fue un momento duro". Ahí, todos coinciden, los pilares son la familia y los amigos.
El deporte concentra muchos valores: trabajo en equipo, constancia, esfuerzo... De ahí su importancia en la sociedad. "Te enseña que con trabajo y disfrutando de ello, se pueden conseguir proyectos que en un principio parecían imposibles. Para mí, la discapacidad física no existe, puesto que nunca me ha limitado en nada", expone Loida Zabala, un rayo de esperanza para las miles de mujeres que sufren malos tratos. "Un mes antes de los Juegos de Londres mi pareja de entonces me maltrató y me lesionó el brazo derecho. El deporte me enseñó que focalizando toda tu atención en las metas que quieres conseguir, sin darte cuenta, te olvidas de los problemas que van surgiendo. Finalmente me recuperé y fui a los Juegos". En su caso, la halterofilia fue un salvavidas para los malos momentos.
Se cierra el telón de 2019. Un año de oro para Ricardo Ten, quien pedalada a pedalada se coronó campeón del mundo en pista (Apeldoorn) y en ruta (Emmen), ha sido reconocido como el mejor paracicilista C en la Gala Internacional de la UCI Guilin (China) y acaba de recibir la medalla de oro de la Real Orden al Mérito Deportivo. Su primer gran desafío se le presentó a los ocho años, mientras jugaba con un palo de hierro que chocó con un cable de alta tensión y lo dejó con el 75% del cuerpo quemado. Un accidente por el que terminó perdiendo las dos piernas y un brazo. Eso no le impidió convertirse en una referencia de la natación adaptada y ahora va camino de serlo sobre la bicicleta. Su adaptación ha sido un completo éxito. "El cambio ha sido mejor y más rápido de lo esperado. El ciclismo siempre formó parte de mi vida, pero una cosa es salir con los amigos, hacer una ruta y otra distinta meterte en un pelotón, pelear por la posición, regular los esfuerzos, saber cuándo guardar o atacar... ", afirma el valenciano, quien con su indeleble sonrisa mira a Tokio.
Los Juegos de Tokio 2020 son su sueño común, aunque Gerard Descarrega pone el énfasis no sólo en el destino sino también en el trayecto. Satisfecho con su marca de 50.28 segundos en los 400 metros, ahora piensa en "disfrutar un poco más del proceso". "Esta temporada ha sido muy larga y durante muchos tramos no lo he hecho como antes. Sé que el deporte de alta competición es así, pero creo que tendré que hacer algunos cambios para llegar a esa gran cita al cien por cien física y mentalmente. Hay que encontrar el equilibrio entre la persona y el deportista para sacar su mejor versión", sentencia el atleta catalán, que perdió la vista con 16 años por una retinosis pigmentaria. Ahora compagina los entrenamientos con su carrera de Psicología y su hija, Martina. "Todo es cuestión de organizarse", admite.
Otra que no para es Loida Zabala. Le seduce la interpretación y ya se está preparando para salir a escena en el futuro, mientras, termina este año con la satisfacción de revalidar el título de campeona de España y la Copa del Mundo de Tokio. Una ciudad a la que espera volver en 2020 y formula un deseo: "Conseguir una medalla en unos Juegos". Para conseguir la clasificación directa tendrá dos oportunidades: la Copa del Mundo de Manchester en febrero y la de Dubai, en abril. Son muchas las esperanzas depositadas en la extremeña, que se quedó sin movilidad en las piernas por una mielitis transversa. Ella ha competido y ganado a deportistas sin discapacidad y lo tiene claro: "Esta experiencia me ha ayudado a transmitir a la sociedad que la discapacidad no existe. No sólo podemos competir bajo las mismas normas, también podemos ganar".
En la mente de Lía Beel asoma el campeonato de Europa de Polonia el próximo junio. La velocista ansía revalidar su corona de campeona continental del año anterior. Junto a ella estará su guía, David Alonso, cuya historia va más allá del deporte. "La figura del guía es muy importante, se convierte en nuestros ojos dentro de la pista y, fuera de ella, tenemos confianza plena. Habitualmente se crea un vínculo de amistad fuerte. En mi caso, David aparte de ser mi guía es mi marido, así que ese vínculo es aún mayor. Es quien me apoya cuando las cosas salen mal y con quien las comparto cuando salen bien", narra la burgalesa.
Las historias de Ricardo Ten y Loida Zabala, deportistas patrocinados por Liberty, y Gerard Descarrega y Lía Beel, excomponentes del 'Equipo Liberty Promesas Paralímpicas del Atletismo', están plagadas de triunfos extraordinarios, dentro y fuera de sus respectivas disciplinas. Repletas de obstáculos superados. Llenas de capacidad y lecciones de vida.