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Amat, en una de las aulas del ISCAT.

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Amat compagina el fútbol belga con la International School of Catalunya

El defensa está siendo protagonista en el KAS Eupen de la Jupiler Pro League, donde juega cedido por el Rayo. A esta aventura se suma otra educativa: es socio de esta escuela británica. Su sueño es seguir formando a los jóvenes que, al igual que él, tienen una oportunidad de trabajo fuera de nuestras fronteras.

El poder de la educación es enorme. Decía Mandela que ésta era el arma más poderosa para cambiar el mundo y no ha pasado desapercibida para el fútbol. Todo lo contrario. Un buen ejemplo de esta unión es Jordi Amat Maas (Canet de Mar, Barcelona, 21 de marzo de 1992), que se ha embarcado en una nueva aventura, no sólo en lo deportivo, también en lo personal, impulsando la International School of Catalunya (ISCAT), de la que es socio.

Para encontrar el origen de esta idea habría que remontarse a su etapa en Gales, cuando jugó en el Swansea (2013-17). “Me di cuenta de que el inglés es básico y me llamó la atención cómo educaban allí. Al regresar, buscamos un colegio con esas características: clases reducidas, profesores nativos… y encontramos el ISCAT. Llevamos casi dos años conversando con la directora del centro para abrir otro. Ofrecemos algo único y la respuesta de padres y niños es muy buena”, explica el defensa con indisimulada ilusión.

"Hoy en día, en un mundo tan global como el nuestro, los idiomas son básicos y este colegio posee clases reducidas, profesores nativos..."

Actualmente el ISCAT tiene dos campus, uno en La Garriga y otro, en Canet de Mar, localidad natal de Amat. Eso sí, su sueño es seguir creciendo y formando a los jóvenes que, como le ha sucedido a él, tienen una oportunidad de trabajo fuera de nuestras fronteras. “Al principio cuesta más, pero en tres o cuatro meses los niños hablan inglés a un buen nivel. Hoy en día, en un mundo tan global como el nuestro, los idiomas son básicos”, confiesa Jordi, quien tuvo que volver a hacer las maletas y ahora juega en el KAS Eupen de la Jupiler Pro League de Bélgica.

“Estoy muy contento, me dieron mucha confianza desde el principio y esta liga es bastante competitiva. Me ha sorprendido. Me comentaron que era similar a la Primer, en cuanto a contras, pero es aún más alocada en cuanto a idas y venidas con gran rapidez. Al equipo le costó empezar porque ficharon a quince jugadores y había que adaptarse a una nueva idea. Día a día hemos mejorado”, afirma el central, que está siendo titular indiscutible y ha tenido minutos también en el mediocampo y en el lateral diestro.

El KAS Eupen cuenta con varios jugadores españoles y otros tantos que manejan el idioma, de ahí, que se respire un gran ambiente. “Tenemos un grupo sano y nos gastamos muchas bromas”, ríe Amat. Calor en el vestuario para combatir el frío del exterior: “Tenemos máximas de cuatro grados. Desayunamos en la Ciudad Deportiva, entrenamos, y luego a casa. Vivo en un apartamento en el centro del pueblo. Es pequeñito, pero tenemos grandes ciudades como Maastricht o Lieja a poco más de media hora”.

Aspire Academy es la propietaria del club y se nota: ha dado ese impulso tan necesario al proyecto. “Son los jefes. Desde el primer momento creyeron en esta aventura y armaron el equipo. Es más, se cerraron cinco fichajes el último día de mercado. Si ellos apuestan por nosotros, nosotros tenemos que responder. Vamos mejorando y se nota que cada vez nos respetan más. Queremos hacernos un nombre y lo estamos consiguiendo”, esgrime Jordi.

"El Rayo ha mantenido a grandes jugadores, la idea de Paco es muy atractiva y es un firme candidato a subir"

El defensa catalán todavía es jugador del Rayo y se encuentra cedido en el conjunto belga hasta final de temporada, aunque el Kas Eupen tiene que ejercer obligatoriamente una opción de compra. La Franja le marcó y siempre que puede ve sus partidos. “El grupo es brutal. Ha mantenido a grandes jugadores, pero la Segunda siempre cuesta. La idea de Paco es muy atractiva y lo están haciendo bien, sigo pensando que es un firme candidato a subir", relata desde la distancia.

A Jordi sólo la distancia le separa de Vallecas y la combate hablando habitualmente con sus compañeros, dándoles ánimos en ese difícil reto de regresar a la élite. "Mantengo el contacto con Embarba, Bebé... Confío plenamente en ellos, sé que lucharán sin descanso y lo darán todo por el Rayo. Claro que el objetivo es complicado, pero hay una gran afición detrás que debe empujar", concluye Amat, el embajador de la Franja en Bélgica. Un jugador para quien los kilómetros y el idioma no son barrera.

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