El fútbol es tan inesperado como emocionante. Este deporte abstrae una magia especial que guarda consigo un componente de intriga que nadie espera. En el mundo del fútbol ninguna entidad tiene asegurada su continuidad en las mejores categorías. En estos casos, da igual que tengan una masiva afición, un grandioso estadio y estén ubicados en una prestigiosa ciudad. Esos factores incontrolables ponen en peligro todo. “Tragedia”. “Causa Nacional”. “Ayuda”. Fueron algunos de los titulares que revolotearon el país vecino en verano de 2018. Os Belenenses es el protagonista de esta triste historia que puede acabar en final feliz. Querido lector, sé que ahora mismo estarás pensando que este escrito es equívoco, puesto que si vas a la clasificación de la Liga portuguesa verás a Belenenses en la misma. Todo tiene una explicación...

Campeón de la Liga Lusa (1945-1946), primer equipo en jugar en el Bernabéu y experimentado en Europa, hace frente al reto más complicado de toda su vida: empezar de cero desde las categorías regionales. Eso sí, Os Belenenses sigue conservando el Estadio del Restelo -con capacidad para 25.000 aficionados-, los escudos del club y a una afición que le da igual la categoría donde estén los suyos.

¿Cómo llegó Os Belenenses a experimentar este difícil reto? Evidentemente, no se trata de un asunto deportivo. Hace 10 años, el club luso era tan atractivo para los empresarios que llegaron unos accionistas, en calidad de Sociedad Anónima, prometiendo que se harían cargo de las fichas de los jugadores. Era la mezcla perfecta, el club tenía la historia, el estadio, la afición y la SAD aportaba los recursos económicos para mantener a los jugadores. ¿Qué podía salir mal?

El paso del tiempo no suele ser un buen aliado en este tipo de negocios. Con el transcurso de los días, la relación entre el club y la SAD se fue deteriorando hasta el punto de que en el verano de 2018 se separaron. Pese a que en España esta noticia es desconocida, en nuestro país vecino se vivió como una tragedia. SAD Belenenses se quedó con la plaza en Primera y con los jugadores, pero ni siquiera juegan en Belém, sino en el estadio Estadio Nacional de Portugal. No cuentan con aficionados y presentan un distinto escudo al del mítico club porque la desvinculación fue total.

La otra cara de la moneda fue para la entidad histórica. Estadio, afición y trofeos fueron mantenidos, pero el peaje a pagar fue excesivo: comenzaron desde la última categoría del fútbol regional portugués. Autobús de primera, más de 3.000 aficionados como visitantes y grandes jugadores son algunos de los alicientes para que OS Belenenses pueda volver lo antes posible a la élite del fútbol europeo.

"Fue un duro golpe para el club. Pero todo el mundo está con nosotros y sabemos que con un buen trabajo estaremos en Primera en un periodo de cinco años. El año pasado ya conseguimos el primer ascenso y ahora vamos primeros. Todas las marcas saben que es una causa nacional y nos apoyan como si estuviésemos en Champions League", comenta José Taira, el director deportivo del club.

Algunos de los más de 50 trabajadores que tiene OS Belenenses dan color a un estadio con mucha vida. Lo miman con especial cariño: desde una tienda oficial hasta un restaurante de lujo. "La gente dice que en Portugal los mejores son Benfica, Oporto y Sporting, pero eso es mentira. Este club aporta un valor extra de humanidad que nadie tiene. Cuando los turistas ven la Torre de Belém ven unos focos enormes y todos saben que en esta ciudad está nuestro querido equipo", desvela uno de los aficionados.

Un club bendecido

Salvo Os Belenenses, ningún club puede presumir de haber albergado una misa celebrada por un Papa. El Estadio del Restelo es distinto. El 10 de mayo de 1991 el Papa Juan Pablo II celebró una misa en el campo, rodeado de los fieles aficionados del club. La dimensión del club presenta unas características demoledoras. Incluso, tendrán un centro comercial dentro del propio estadio porque el terreno pertenece a la entidad y las marcas siguen apostando por el brillante pasado de Os Belenenses.

Pese a que están en Segunda Regional, lo cierto es que el Estadio del Restelo se tiñe de azul con más de 8.000 fanáticos que apoyan a los suyos manteniendo las mismas costumbres que tenían desde antes. “Seguimos haciendo previas con cervezas, quedamos una hora antes del encuentro para entrar todos juntos y guardamos los mismos cánticos", explican .

"Lo único que cambia es la categoría”, señala un aficionado. El equipo de veteranos del Real Madrid estuvo en el Estadio del Restelo el pasado mes de septiembre para jugar un amistoso con míticos futbolistas portugueses. “Es una causa nacional”, repetían a Butragueño todos los integrantes de Os Belenenses.