A finales del siglo pasado, cuando aún no habían aparecido los RTS, el Panzer General era el gran referente dentro del mundo de la estrategia. Era un juego por turnos de la extinta SSI ambientado en el frente Occidental y Oriental de la Segunda Guerra Mundial que tuvo varias secuelas. Aunque casi todas ellas tenían una temática similar, dos de ellas se salían de la norma: Star General (1996) y Fantasy General (1996). Ambas eran un clon del original, mismo sistema de juego e idéntico motor gráfico: la primera estaba ambientada en el espacio, mientras que la segunda lo hacía en un mundo de magia y fantasía.

23 años después Slitherine, que ya realizó una excelente versión del Panzer General con su Panzer Corps, recupera el título y lo lleva mucho más allá de lo que el original. La historia se desarrolla en el mundo de Aer, tres siglos más tarde que el primer Fantasy, donde dos facciones (Imperio y bárbaros) se hallan en conflicto. A lo largo de más de una treintena de misiones interconectadas el jugador, que controla los ejércitos bárbaros, va a ir descubriendo una historia que sirve de nexo de unión entra cada uno de los escenarios.

Tridimensional

A diferencia del original que se desarrollaba en una perspectiva cenital, en Fantasy General II todo el mapa y unidades están modelados en tres dimensiones, pudiendo el jugador girar la cámara para abordar las acciones desde la perspectiva que mejor se adapte a sus necesidades, también se puede alejarla o acercarla para tener una visión más estratégica del teatro de operaciones. Es un título donde el movimiento y posición de las unidades es determinante para el triunfo en las batallas. Estar mal colocado de cara al enemigo es una mala opción, lo mismo que conseguir flanquear a otras unidades eleva el daño que produce sobre estas.

En cada escenario se propone un objetivo que debe ser cumplido en un determinado número de turnos, algo que impide que el usuario se atrinchere en tácticas defensivas, de tal forma que debe avanzar por el mapa evitando ser sorprendido por las tropas enemigas o por los animales salvajes que hay presentes y que en más de una ocasión pueden mermar y mucho la fuerza de las unidades.

Repartidas por el escenario hay varias ubicaciones secundarias que proporcionan ventajas a las tropas por lo que es recomendable explorar zonas más allá de los caminos principales.

Diferentes tropas

Hay una gran variedad de unidades, cada uno con características bien diferenciadas, e incluso tropas personalizadas para cada uno de los bandos que se muestran en la partida. A medida que se progresa en la historia irán apareciendo nuevas criaturas fantásticas como: trolls, enanos, muertos vivientes, dragones… que complican el desarrollo de las batallas. Tácticas que en las primeras misiones resultaban exitosas se vuelven ineficaces contra los nuevos adversarios.

Respecto al original hay otra gran novedad, la presencia de héroes. Son unidades únicas para cada facción que tienen habilidades especiales y que pueden ser equipadas con objetos mágicos que amplifican sus estadísticas. Además sirven de hilo conductor de la historia, por lo que perderlas durante una misión significa el fracaso automático de la misma. Aunque son tremendamente poderosas respecto a las unidades normales, hay que emplearlas con bastante tiento para no ponerlas en situaciones de riesgo innecesario. Al igual que el resto de tropas gana experiencia en el combate por lo que una buena táctica es mandarlas a retaguardia para reponerse cuando su salud decrece a niveles peligrosos.

Las unidades normales también reciben bonificaciones por experiencia e incluso pueden mejorar sus habilidades gastando oro.

Al principio de la partida en cada escenario el jugador puede controlar un máximo de 10 unidades por lo que las primeras misiones tiene un ritmo bastante rápido. Poco a poco se va aumentado el ejército hasta 25, de tal forma que se amplían las opciones estratégicas y cada turno lleva bastante más tiempo para ser jugado.

Visualmente bello

Gráficamente es un juego bastante atractivo, el diseño de las unidades está bastante cuidado, y es fácil moverse por el escenario. En ocasiones es necesario cambiar la perspectiva para realizar un movimiento o para escoger el mejor modo de atacar a una ficha enemiga.

En definitiva una buena opción para los amantes de la estrategia por turnos, tanto por la duración de la campaña como por la calidad de las misiones. Además si se jugó al primero, hacerlo con esta continuación, 23 años más tarde, una experiencia entrañable ya que respeta la filosofía de aquel, pero incorpora muchas de las buenas ideas que han ido surgiendo en el género a lo largo de las dos décadas que los separan.