Zidane quiere a Pogba. Y Florentino escucha a su Míster como si fuera un rapsoda en el vestuario blanco. Se lo debe, por su vuelta fiel a un equipo sin apetito. Pogba sería un regalo ideal. Un tipo membrudo para un mediocampo sin vuelo ni centímetros. Y un hombre ganador: el principal requisito para jugar en el Madrid.

El Madrid prolonga sus veranos de vendimia. La Fábrica ha encontrado su sentido, y es una lástima que sea el equivocado. Valdebebas se ideó para forjar estrellas, no para recordar sus ventas. El futuro ya no es lo que era.

La historia de Messi con su país se reduce a una frase: solo quiere ganar para que los argentinos le perdonen. Y jugar con estrés despista. Por eso se olvidó su quintaesencia en la maleta a Brasil. Ni rastro de su zurda decisiva. Sí apareció su voz orgullosa y vindicativa ante la prensa. Tiene guasa que en el torneo más discreto de Messi, los argentinos le perdonaron a medias.

La Liga empezará el 18 de agosto y la intriga está en ver quién aprovechará la cháchara del verano. Los partidos señalados se ubican en fechas solidarias con la aflicción y el frío, entre el otoño y el invierno. El calendario vuelve a ser asimétrico, pero no sabemos si en esta temporada se repetirá la simetría de resultados; el Barça lleva siete Ligas en los últimos diez años.

El Atleti catapultó una carta populista y presumiblemente hipócrita contra Griezmann y el Barça. Porque sería difícil fichar a alguien si tu primera consulta fuera con su presidente. En esta operación, las partes interesadas solo podían musitar, y Griezmann y el Barça actuaron de la forma aparatosa que acostumbran. Falta mucha educación en la guerra.

Un jugador cercano a la leyenda va a salir del Atleti con la estela de un recuerdo vacuo. Una pena moderna e imperdonable. Con Griezmann se está siendo justo en su despedida e injusto con su calidad. Un futbolista mejor y mucho más decisivo que Hazard, por ejemplo.

España ganó su cuarto Eurobasket contra Francia y con una Selección feliz. Con ellas, algunos dicen que la vida es tan bonita que parece de verdad. Otros, como Pablo Martínez Arroyo, se preguntan que por qué se ríen tanto esas mujeres. Ellas lo saben: reírse es el primer paso para ganar.