Granit Xhaka se ha convertido recientemente en objetivo de mercado del Atlético. La casi segura salida de Rodrigo (rumores apuntan al interés de Manchester City y Bayern de Múnich, quienes estarían dispuestos a pagar su cláusula) ha convertido el centro del campo rojiblanco en una de las principales zonas del terreno de juego para reforzar de cara a la próxima temporada.
El futbolista suizo del Arsenal se ha convertido en uno de los fijos del combinado londinense en los últimos años, tanto en los últimos pasos del proyecto de Wenger como, ahora, a las órdenes de Unai Emery. Han ido, han venido, pero Xhaka ha continuado teniendo regularidad deportiva y ha conseguido, incluso, goles importantes.
Sin embargo, más allá de su rendimiento, de sus partidos, cuenta con una particular historia que alcanzó su máximo esplendor en el verano de 2016, durante la pasada Eurocopa de Francia. En aquel torneo continental disputado en tierras francesas, Xhaka se convirtió en protagonista de una curiosa situación que alcanzó el carácter viral por descubrirse ante el mayor de los escaparates europeos.
Ocurrió en el Albania-Suiza. Un encuentro que acabó con victoria suiza por la mínima, 0-1, con gol de Fabian Schär, y que fue el escenario perfecto para que se enfrentaran sobre el mismo terreno de juego los hermanos Xhaka. A priori, nada fuera de lo común. No era la primera vez que dos hermanos se enfrentaban. No era la primera ocasión en la que dos familiares coincidían en el mismo partido. Pero la historia tenía su punto novedoso en que eran rivales, representaban a países diferentes pese a ser hermanos.
Granit Xhaka defendía la camiseta de Suiza, mientras que su hermano Taulant defendía los colores de Albania. Una historia curiosa que llevaba años existiendo, pero que brilló más que nunca (y no por el caluroso horario del partido) ante los ojos de millones de aficionados que seguían el partido por televisión. Ambos nacieron en territorio suizo, pero el origen albanés por sus raíces familiares otorgaba la opción de elegir entre Suiza o Albania. Así, es posible que esta curiosa situación exista desde hace años a nivel internacional.
Aquel día, su madre afirmó haber vivido durante la previa y durante el encuentro uno de los momentos más contradictorios desde que vio los primeros pasos de sus hijos ya que cualquier detalle a favor de uno era, de forma automática, una causa contraria a los intereses del otro. Un gol de Suiza perjudicaría las aspiraciones de Albania, y al contrario. Una victoria de los suizos (como ocurriría al final de los noventa minutos) beneficiaría el objetivo de Granit, mientras que al mismo tiempo se convertiría en un retroceso para el objetivo de Taulant.
Los dos hermanos se dedican profesionalmente al mundo del fútbol. El mayor de ellos, Taulant Xhaka, milita actualmente en las filas del Basilea, en Suiza (país al que no representa), mientras que Granit Xhaka milita actualmente (pese al interés del Atlético de Madrid) en el Norte de Londres, como jugador del Arsenal. Desde aquella tarde en 2016 no volvieron a verse las caras sobre un mismo terreno de juego, creando aquel momento especial en algo casi único digno de guardar en un romántico tarro de las esencias.
La información que relaciona al pequeño de los Xhaka con el Atlético ha servido de contexto y base para recordar esta interesante y curiosa anécdota. A la espera de concretarse, o no, el suizo seguirá siendo pieza importante en el esquema de Unai Emery en el imponente Emirates Stadium. Si continua la próxima campaña en la Premier League volverá a mostrar esa versión propia que entremezcla calidad, carácter y garra a partes iguales capaz de firmar la más bella de las obras de arte en forma de gol o, por el contrario, sellar una de las peores entradas de la temporada a un rival.