Es mejor no enfadarle. No batirle en una llegada. Cuando pierde una carrera que debería haber ganado, entonces gana las tres siguientes. Si te enfrentas a él, malo, si le ganas, casi peor”. Quien esto dice de Frankie Dettori es Óscar Ortiz de Urbina, uno de los mejores jockeys de España, que pasó 12 años montando en Inglaterra y que se enfrentó a Dettori, y le sufrió, en numerosas ocasiones.

Frankie Dettori es el mejor jockey del mundo. Su dominio en las dos últimas décadas ha sido brutal. Sólo comparable a lo que en su día significó y fue Lester Piggott, para muchos y, para todos los que amamos el turf, simplemente el mejor jockey de la historia.

De las grandezas de Piggott tienen semblanza en el reportaje que da origen a éste presente. Pero conviene que el lector no olvide que cuando se publicó el artículo sobre Piggott (3 de agosto de 1971), aún quedaba mucho Lester, que luego ganó tres Derbys más y carreras a puñados como cientos.

Lanfranco Dettori nació en Milán el 15 de diciembre de 1970. Es hijo de Gianfranco Dettori, el mejor jockey de Italia de su época, ganando 13 años la estadística, y siendo su madre una trapecista cuya especialidad era guardar el equilibrio sobre dos caballos con un pie en cada uno de ellos, dar una voltereta hacia atrás y caer de nuevo en tiempo y forma sobre los dos equinos. El pequeño Frankie llevaba en sus genes clase, por un lado, y destreza, por el otro, para ser un gran jockey. Lo fue y lo es. Quizá el mejor, con permiso de Lester Piggott.

Terminados los estudios básicos, con 13 años dejó el colegio y se puso a trabajar como mozo de cuadra. Siendo aún muy joven, con sólo 14 años, dejó Italia y se fue a Inglaterra, a la meca del turf mundial, a Newmarket, donde comenzó de aprendiz bajo las órdenes del preparador Luca Cumani. Su primera victoria la consiguió en Turín, el 16 de noviembre de 1986, sin tener los 16 años cumplidos y de casualidad, ya que había regresado a su país para pasar las vacaciones de invierno, le ofrecieron una monta, la aceptó y ganó.

El talento de Frankie comenzó a brotar y los éxitos le perseguían. En 1989 se proclamó campeón de aprendices de Inglaterra. Las comparaciones con los grandes jockeys del pasado se hacían inevitables y, de hecho, desde el legendario Lester Piggott, se convirtió en el primer aprendiz en ganar más de 100 carreras en un año. Ganó 143.

Desde entonces no ha habido gran premio que se le haya resistido. Lo ha ganado todo y en todos los sitios. Dettori vive en Newmarket, pero apenas pasa medio año en su casa. Sólo un puñado de los más grandes jockeys pueden sentirse unos elegidos, privilegiados deportistas que son contratados por los mejores propietarios del mundo para montar en las mejores carreras del mundo. En los años de bonanza de Dettori, se estimaba que sus ganancias por año superaban los 10 millones de euros. A ello hay que sumar publicidad, márketing, empresas paralelas. Dettori es una máquina de hacer dinero, tiene una cadena de restaurantes, es la imagen de diversos videojuegos y una de las máquinas tragaperras que más dinero recauda en todo el mundo se llama ‘Frankie Dettori’s Magic Seven’.

Dettori también estuvo en España, aunque poco. En nuestro país montó 12 veces. Todas en el hipódromo de La Zarzuela. Ganó una vez. Siempre que pisó nuestro país, fue contratado por el preparador Miguel Alonso para montar a los caballos de la Marquesa de Santa Cruz de Paniagua. Su primera monta en España fue a ‘Burguesa’, del entrenador Marcos Carrasco, padre del actual entrenador del mismo nombre y apellido, quien aprovechó que, viniendo Dettori a Madrid para montar a ‘Servando’, de la Marquesa, le ofreció la monta de la yegua ‘Burguesa’. Era, y sigue siendo habitual, que cuando un gran jockey llega de fuera, antes de montar en el Gran Premio para el que ha sido contratado, monte anteriormente en una carrera menor para así conocer la pista.

Su única victoria en España la consiguió montando a ‘Arrebato’, de la cuadra Madara y preparación de Miguel Alonso. Segundo fue ‘Sanete’, con la monta de Tolo Gelabert. Para gloria de nuestros jockeys y poder presumir de por vida que batieron al mejor (o de los mejores) de la historia, montando Dettori en Madrid los únicos que le batieron en una llegada fueron José Carlos Fernández y Florentino González. Ganar una carrera participando el italiano lo hicieron más, pero no en apretado final, ya que no todo lo que montó Dettori tenía opción al triunfo. Eso sí, Dettori montó en Madrid en 1991 y 1993, cuando aún tenía 20 años y no era el consagrado número uno que es.

Su vida tuvo un punto máximo de inflexión. Fue a finales de 1993, cuando firmó contrato con Su Alteza el Jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum como jockey de Godolphin, la cuadra con más caballos en el mundo y que anualmente se gasta más de 2.000 millones de euros en su emporio (cría, caballos en competición, sementales, etc...). Desde entonces y hasta hoy, el jockey italiano es el titular de los jeques dubaitíes, pero Dettori también sabe que ha comenzado la línea descendente de su carrera. Ya no es el único jockey de Godolphin y comparte las montas con el francés Mickael Barzalona y el brasileño Silvestre De Sousa, dos jóvenes talentos que han comenzado a hacerse sitio entre los mejores jockeys del mundo.

No obstante, para llegar a ser Dettori aún les queda, y mucho. El italiano firmó una de las mayores hazañas que un jockey jamás haya conseguido: ganar las 7 carreras en una de las jornadas del Royal Ascot. No obstante, también tenía su particular bestia negra. Curiosamente, la carrera que más se la ha resistido ha sido el Derby de Epsom, la más emblemática de todas cuantas se celebran en el mundo. Sólo la ha ganado una vez, en 2007 con ‘Authorized’. Cansado de haber ganado todas las mejores carreras de mundo pero no la más excelsa, el Derby, en 2007 Dettori pidió permiso al jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum para montar a un caballo de otro propietario con grandes opciones de ganar el derby. El jeque accedió y Dettori ganó con Authorized. Ya sólo le falta ganar también con la chaquetilla azul de Godolphin. En este punto, en la equiparación que muchos buscan siempre con Lester Piggott, el italiano sale goleado. Piggott ganó 9 veces el Derby y 11 la Copa de Oro de Ascot.

Muchas alegrías ha tenido Dettori en su vida, pero ninguna tan grande como el monumental susto que se llevó al sufrir un accidente de avión. Regresaba de montar en Goowodd, junto al también jockey Ray Cochrane, cuando la avioneta en la que viajaban se estrelló. El piloto murió, pero los dos jockeys salvaron la vida. Cochrane perdió mucha visión en un ojo y al poco se retiró como jinete. Desde ese día, Cochrane es el representante de Dettori. El italiano sólo sufrió heridas leves y no le quedó rémora. Su única tara física es innata: tiene los brazos más largos de lo normal, lo que para un jockey se convierte en virtud para así arrear más enérgicamente.
Lo del accidente sucedió en 2000, el mismo año que fue nombrado Miembro de Honor del Imperio Britácnico por su Majestad la Reina. Dettori está totalmente britanizado. Hincha del Arsenal, ha sido uno los relevistas elegido para portar la antorcha olímpica en Londres 2012. Lo hizo llegando al hipódromo de Ascot a caballo y en el paddock se desmontó dando su tradicional salto, el que sólo realiza al ganar los Grandes Premios más prestigiosos, cuando gana una carrera catalogada de Grupo I, la mayor distinción de una carrera. Dio el salto, sonriendo como siempre, y con la antorcha en su mano derecha.