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Agostini y los récords que se le alejan a Valentino Rossi

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Agostini y los récords que se le alejan a Valentino Rossi

Los quince títulos que logró ‘Mino’ se antojan un reto casi imposible para ‘El Doctor’, que lleva nueve. Además, la irrupción de Lorenzo beneficia claramente los intereses de ‘Ago’.

La gran leyenda del Campeonato del Mundo de velocidad tiene nombre propio: Giacomo Agostini. Su palmarés no sólo es el mejor de la historia de los grandes premios, además se antoja inalcanzable para cualquier otro piloto de la actualidad… y puede que del futuro. Sus quince títulos suponen una gesta difícil de repetir en el contexto del deporte moderno, con unas exigencias muy diferentes a las de los años 60 y 70. Tanto es así, que ni siquiera otro mito, como Valentino Rossi, se ha llegado a plantear sumar tal cantidad de coronas, conformándose con hacer peligrar su número de victorias mundialistas: las 105 que él ostenta frente a las 122 de Agostini.

En 1971, Agostini se encontraba en la plenitud de su carrera deportiva. Con 29 años, lograba nada menos que su décimo entorchado, convirtiéndose así en el piloto más laureado de la historia, al superar los nueve títulos de Mike Hailwood y Carlos Ubbiali (más adelante, Ángel Nieto llegaría a sus famosos ‘doce más uno’). Le quedaban muchas y buenas temporadas por delante, pero, entonces, ‘Mino’ ya era uno de los deportistas más populares y admirados del mundo. Rico, guapo, famoso, actor de cine, carismático…

Su ambición le llevaba incluso a soñar con una segunda juventud deportiva sobre cuatro ruedas, pensando en esa élite de la Fórmula 1 que, finalmente, nunca llegó a alcanzar. Pero la gesta de los diez títulos le llevó a otro nivel. Superar a Mike ‘The Bike’ en las cilindradas grandes (el italiano Ubbiali triunfó en 125 y 250cc) fue un momento clave en su trayectoria, que le colocaba en el pedestal más alto del motociclismo mundial. Precisamente, ese décimo título que, desde hace ya tres largas temporadas, persigue el Agostini del siglo XXI, Rossi, que ha visto como, en los últimos tiempos, las cosas se le complicaban hasta límites insospechados.

Primero, en 2010, fue la eclosión de Jorge Lorenzo, que pasó de ser su novato compañero a su pesadilla en Yamaha, para ganarle el título de MotoGP; y desde 2011, su descalabro está teñido de rojo Ducati, una moto que no está satisfaciendo sus expectativas y que le mantiene muy alejado de los resultados que ambicionaba. Ese décimo título parece, en principio, el gran objetivo de ‘El Doctor’. Para él, como en 1971 para Agostini, entrar en el grupo de los elegidos de los dos dígitos, junto a su compatriota y también a su amigo Nieto, sería la guinda ideal a su brillantísima carrera deportiva. Por eso, busca ahora un destino lejos de Ducati, consciente ya de que en Borgo Panigale difícilmente podrán darle lo que necesita para acariciar esa meta. Aunque Rossi prefiere restar importancia al asunto (“Si me hubieran obsesionado los récords de Agostini, habría seguido en Yamaha”, ha llegado a decir), lo cierto es que su prioridad es no marcharse del Mundial por la puerta de atrás, vencido cuando parecía que aún tenía mucho motociclismo en sus botas. Por eso, el décimo le haría tan feliz. Como a Agostini en 1971…

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