Por

Ruby Arés

“Vinicius está de moda”. Así anunciaba el L´Hospitalet el fichaje del futbolista brasileño. Pero no se refieren a Vinicius Junior, una de las grandes apuestas que tiene el Real Madrid de cara a los años venideros y que terminan de pulir a caballo entre el Castilla en Segunda B y el primer equipo, donde araña poco a poco algunos minutos entre los grandes. El anuncio se refería a Bruno, el otro Vinicius que también fichó el Madrid como promesa hace casi una década, y que asegura que él es el bueno.

Bruno Vinicius, de 27 años, nació en Cuiabá (Brasil), donde empezó a dar sus primeras patadas al balón, justo cuando la última edad dorada del fútbol brasileño empezaba a emerger. Mientras Rivaldo, Cafú y Ronaldo lideraban la Brasil campeona del Mundo en Estados Unidos (1994) y en Corea y Japón (2002), sin olvidar el subcampeonato en Francia 98, Bruno Vinicius ya se estaba decantando por su futuro. Quería ser como ellos. De las calles pasó a militar en las categorías inferiores Corinthians y después, cuando su tío le presentó la oportunidad, cruzó el ‘charco’ para llegar a Europa. “En 2007 llegué a España, vine a hacer unas pruebas y estuve dos años en el Brunete jugando en preferente”, relata Bruno Vinicius en el programa radiofónico Goles Villanueva. En 2009 recibió una llamada, el Madrid le quería. “Siempre es complicado estar lejos de casa y no me esperaba fichar por el Madrid. Era muy jovencito. Era algo increíble, no me lo esperaba...”, rememora. “Era una oportunidad única. Ni me lo pensé cuando me lo dijeron. Jugar algo allí es histórico”.

Bruno Vinicius se enfundó la camiseta del Real Madrid durante cuatro temporadas. Lo hizo en el tercer equipo, aunque de vez en cuando coincidía con los del primer equipo: “Era tímido y no sabía muy bien hablar español, pero Kaká y Marcelo me trataron bien y me cuidaron. Fue uno de los mejores momentos de mi vida”. Durante su estancia en el conjunto blanco vio pasar a jugadores que ahora están con la Selección española: “Coincidí con Morata, Lucas Vázquez y Carvajal, pero no pude jugar con ellos. Pero sí con Mariano, que es muy amigo mío”, aseguró en Goles Villanueva.

Pero tras cuatro años, no logró escalar en las categorías inferiores del Real Madrid: “Mi recuerdo de aquellos años es un poco triste al no haber aprovechado del todo la oportunidad y el tiempo que estuve allí. Entrené con el primer equipo y tenían un nivel extraordinario. Estoy agradecido al Madrid por el tiempo que me dio”. A pesar de todo, y como aquellos versos de Sabina que decían “nos dijimos adiós, ojalá que volvamos a vernos”, Bruno mantiene la esperanza y el sueño de volver a vestir de blanco: “Ojalá algún día pueda volver. Nunca se sabe…”.

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Tras decir adiós al Madrid, Vinicius peregrinó por distintos clubes de Segunda B y Tercera: Sant Andreu, Sabadell, Badalona, Formentera y, ahora, L´Hospitalet. “En el Sabadell hicimos una buena temporada para ascender, pero no pudo ser. Pero en el Formentera tuve un mal año con las lesiones… Ahora, en Hospitalet estoy en un proyecto con un buen equipo, que es para subir, con un buen campo y una afición muy atenta”, declara.

Bruno, que se define como un jugador “con talento, dribling, osadía y alegría”, ríe y entra al juego de cuál es el mejor de los dos Vinicius (“yo, por supuesto”), aconseja a su paisano para que él sí triunfe y viva grandes noches sobre el césped del Santiago Bernabéu: “Debe estar tranquilo, como está mostrándose hasta ahora. Tiene gente como Marcelo, Casemiro y los capitanes que le van a ayudar. Debe aprovechar todas las oportunidades. Es un jugador joven, con calidad. Está en el Madrid, más no se puede pedir. Es un club que exige bastante, demasiado. Tiene una vida entera por delante y en el Madrid le van a salir las cosas muy bien”, asegura Bruno, el otro Vinicius.