El fichaje del francés Karembeu fue uno de los grandes culebrones veraniegos. Aunque si bien es cierto que llegó al Real Madrid en el mercado invernal de la temporada 1997-98, fue un jugador perseguido durante varios veranos. Tanto Real Madrid como Barcelona lucharon por hacerse con los servicios del francés. El club culé llegó a hacer una oferta a su club superior a lo que ofrecía el club blanco y a espaldas del jugador. Al final, Lorenzo Sanz, presidente del Real Madrid en aquel momento, logró convencer al jugador y Sampdoria para que, aunque fuera en invierno, recalara en el Santiago Bernabéu.

FIGO (Barcelona-Real Madrid)

El puente aéreo que cogió el portugués fue uno de los traspasos más sonados del fútbol español. De estrella del Barcelona a galáctico de Florentino Pérez. Y es que el presidente blanco se presentó a sus segundas elecciones con la idea de fichar a un jugador que resonará en todo el planeta. Tras conseguir ganar esas elecciones del 2000, Florentino Pérez anunciaba el fichaje de Figo a cambio de algo más de 10 mil millones de las antiguas pesetas. El recibimiento en el Camp Nou al portugués, con ‘pitada’ y ‘cabeza de cochinillo’ incluida, es ya historia del fútbol español.

RONALDO (Inter-Real Madrid)

Hasta una hora antes del cierre de mercado hubo que esperar para conocer en el verano de 2002 que Ronaldo Nazario jugaría en el Real Madrid. Tras un verano lleno de especulaciones y negociaciones, Inter y Real Madrid no llegaban a un acuerdo para el traspaso del brasileño. Pero, como con Florentino Pérez nada era imposible, a las 23h del 31 de agosto de 2002, Ronaldo llegó, in extremis, por 45 millones de euros, después de que el Barcelona se echará atrás, dos horas antes, en la negociación por el fichaje de Morientes que hubiera pasado del Real Madrid al Inter y de ahí al Barça en unas horas.

BECKHAM (ManchesterUnited-RealMadrid)

El traspaso de la estrella inglesa por el Real Madrid también dejó muchas portadas en el verano de 2003. Florentino Pérez se hizo con un galáctico más, tras negarlo hasta tres veces con el famoso “never, never, never…” cuando le preguntaron por la llegada del centrocampista del Manchester United. El Barcelona llegó a tener un acuerdo con el club inglés, sin embargo, el Real Madrid contaba con el deseo del jugador de jugar en el Bernabéu. Al final y tras muchas negociaciones, ni el Manchester pudo retener a su estrella ni el club de Joan Laporta pudo fichar a Beckham. El inglés llegó a Madrid por unos 35 millones de euros.

VILLA (Valencia-Barcelona)

El fichaje del asturiano se convirtió casi en cuestión de Estado. La lucha de Real Madrid y Barcelona por la estrella española dio pie al culebrón del verano del 2010. Tras portadas y rumores que daban con el jugador vestido de blanco, esta vez fue el club culé el que se hizo con su fichaje, a cambio de unos 40 millones de euros. No hubo que esperar hasta el último día del mercado, pero Villa entró entre los grandes culebrones del verano.

BALE (Tottenham-Real Madrid)

Otro británico que costó pero llegó al Real Madrid fue Gareth Bale, el galés llegó a negarse a entrenar con su entonces equipo, el Tottenham, tras conocer la intención de Florentino Pérez de ficharle. El club inglés intentó poner todos los obstáculos posibles para que su estrella se marchara en el verano de 2013, pero el deseo del jugador de jugar en el Real Madrid y más de 90 millones de euros acabaron con Bale en el Santiago Bernabéu.

JOAQUÍN (Fiorentina-Betis)

El regreso del hijo pródigo al Villamarín también se coció a fuego lento. Joaquín volvió a su casa tras varios años sin vestir las rayas verdiblancas y lo hizo tras unas duras negociaciones entre el Betis y Fiorentina. El club italiano no quería dejar salir al sevillano y, a pesar de que el jugador expresaba su deseo de volver al Betis, tuvo que pasar todo el verano y fue el último día de mercado cuando se anunciaba el fichaje del extremo por el club de su vida, el Betis.

VITOLO (Sevilla-Las Palmas-Atlético)

Más reciente ha sido el fichaje de Vitolo por el Atlético de Madrid, previo paso por la UD Las Palmas. El presidente del Sevilla, Pepe Castro, anunciaba en una rueda de prensa que Vitolo vestiría de sevillista para las próximas temporadas, incluso, el jugador llegó una calurosa noche de junio de 2017 a Sevilla para firmar su renovación. Sin embargo, una llamada de dirigentes del Atlético le hizo cambiar de opinión y a la mañana siguiente cogía un vuelo rumbo a Madrid para abonar su cláusula de rescisión en la sede de la Liga. Se daba la circunstancia que el Atlético estaba sancionado por la FIFA y tuvo que ‘utilizar’ a la UD Las Palmas para que el canario jugara en su tierra desde agosto hasta diciembre y así recalar definitivamente en el mes de enero de 2018 en el conjunto de Simeone.

NEYMAR (Barcelona-PSG)

El crack brasileño dejó a todos sorprendidos cuando el pasado verano abandonaba la disciplina del Barcelona. Lo hizo tras muchos rumores que insinuaban que su futuro estaría lejos del Camp Nou. Para la historia el ‘Se queda’ de Gerard Piqué en las redes sociales. Al final, el brasileño se marchó al PSG a cambio de 223 millones de euros. El club de Bartomeu fue a por Veratti a París y se vino sin el italiano y sin Neymar, que decidió convertirse en el fichaje más caro del fútbol

DIEGO COSTA (Chelsea-Atlético)

Si ha habido un culebrón en estos últimos veranos, ese ha sido el de Diego Costa el pasado verano. El de Lagarto quería volver al Atleti procedente del Chelsea, pero los rojiblancos no podían inscribir jugadores hasta el mes de enero. En el horizonte, el Mundial. Pero daba igual, Costa anunció públicamente que no quería seguir con Conte, entrenador del Chelsea, y se tiró todo el verano mandando guiños al Atleti. El Chelsea no le dejaba irse sino pedía disculpas por su comportamiento durante el verano. Sin embargo, al final y con el mercado cerrado, el hispano-brasileño llegaba al Atleti donde estuvo recuperando la forma perdida hasta que pudo re-debutar en el mes de enero.

 

Fichajes fallidos.

Por otra parte, están los culebrones del verano que no llegaron a concretarse. Por ejemplo, el de David de Gea, que no se produjo por el famoso fax que no llegó a tiempo. Otro, el de Griezmann este verano, que aunque se resolvíó en junio, hubo que esperar a que el jugador lo anunciase mediante un documental, tras no anunciar ninguna pista en sus últimas comparecencias con el Atleti y con la selección francesa.