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Móstoles FS: Un sueño que se rompió en una década

FÚTBOL SALA

Móstoles FS: Un sueño que se rompió en una década

El 2008 fue un año histórico para Móstoles. Se cumplieron 200 años del histórico levantamiento de Andrés Torrejón contra las fuerzas napolitanas que en ese momento estaban situadas en España. El gran equipo de la ciudad (por supuesto hablamos del equipo de fútbol sala) quiso recordarlo en su camiseta, en ella se podía leer: Móstoles 1808-2008. Esa camiseta estaría a punto de hacer historia, historia que cambió en tan sólo unos meses.

La temporada 2007-2008 empezaba para el PSG Móstoles con la sensible marcha de su estrella, Paco Sedano, al Barcelona. El equipo supo rearmarse, a pesar de que el principal objetivo era la salvación. Durante la temporada los objetivos fueron creciendo poco a poco. El primero fue clasificarse entre los ocho primeros terminada la primera vuelta para estar en la Copa que se celebraría en Cuenca esa temporada. Objetivo cumplido.

Llegó la gran cita, entre el 14 y el 17 de febrero de 2008. El equipo mostoleño llegaba como tapado, sin hacer mucho ruido pero con la ilusión de hacer historia, ya que no tenía ninguna presión. Llegó el primer encuentro, frente al Benicarló. El partido empezó mal. El Benicarló se puso por delante en dos ocasiones 1-0 y 3-2, pero finalmente el Móstoles se lo llevó con un 3-4 final. Los goleadores fueron Raúl Campos, Borja, Charlie y un tanto en propia del rival. El equipo llega a semifinales.

En esta ronda esperaba uno de los cocos, de los grandes favoritos, el Interviú. Los mostoleños tuvieron que volver a remontar. El encuentro terminó 2-2 en el tiempo reglamentario y 3-3 en la prórroga. En la agónica tanda de penaltis Saad anotó el tanto decisivo. Entre él y el palo dieron el pase a la final. El Móstoles conseguía estar en la final, no era un sueño, era una realidad.

17 de mayo de 2008, el gran día, enfrente el Pozo Murcia, otro de los favoritos, pero la ciudad y el equipo mostoleño no entendía de favoritismos y sí de ilusión. El encuentro no pudo empezar mejor. Borja, en el minuto cuatro adelantó al equipo madrileño. El sueño estaba a un pasito de cumplirse. Pero antes del descanso empató el equipo murciano. En la segunda mitad las desgracias se sucedieron. Jesús, portero que tenía la obligación de hacer olvidar a Paco Sedano se tuvo que retirar tras un fuerte golpe en la cara. Finalmente a 8 minutos para el final, El Pozo consiguió dar la vuelta al marcador y arrebatarle el título al Móstoles. El sueño había llegado a su fín, a pesar de que llegar a la final ya era algo impensable. El equipo no se fue de vacío, ya que Borja recibió el trofeo de mejor jugador del torneo.

Una vez terminó el torneo la afición agradeció a los jugadores el grandísimo esfuerzo que realizaron para poder mantener vivo un sueño que parecía imposible. Un ejemplo para toda la cantera que admiraba cada día los entrenamiento del primer equipo para algún día poder ser como ellos y jugar en el Andrés Torrejón, pabellón del equipo mostoleño.

Un pabellón que tenía las horas contadas, ya que se presentó un proyecto en el que el Móstoles tendría un recinto de primer nivel en el que podría llegar a tener una capacidad para casi 8.000 espectadores. Además, se mejorarían las infraestructuras del exterior donde entrenaban los equipos de la cantera. Poco a poco el equipo iba creciendo. Un equipo que es el único que ha despuntado en la ciudad. El del futbol sala.

Pero todo era demasiado bonito para ser verdad. Un subcampeonato de Copa, un nuevo pabellón…pero la verdadera noticia que cambió el devenir del equipo llegó al finalizar la temporada.

El equipo no pudo conseguir meterse en los playoff finales y al final pasó a puros para salvarse. A pesar de ello se ganaron en la pista el derecho a jugar un año más al máximo nivel del futbol sala español. Pero como ya saben todos los apasionados al deporte, al final lo importante no son los méritos deportivos, al final todo lo mueve el dinero.

El Móstoles se quedó sin patrocinador. El equipo no podía pagar las deudas que tenía y pidió ayuda al ayuntamiento para poder seguir adelante. Este no quiso o no pudo hacer frente a esa deuda y el conjunto mostoleño tenía un final muy negro. La directiva no consiguió el dinero necesario y no tuvo más remedio que dejar de pertenecer a primera y bajar a tercera división. Sí a tercera a pesar de que el equipo se ganó en el campo un sitio entre los mejores.

Diez años después el Móstoles se encuentra en Segunda División B. El pabellón sigue en obras y no está terminado. La ciudad mostoleña carece de un equipo a primer nivel desde entonces, entre otras cosas por culpa del maldito dinero. En el deporte no es suficiente ser el mejor o estar entre ellos, es más importante tener dinero.

El futuro no parece mucho mejor. A pesar del ascenso del año pasado y la buena temporada de este, el equipo tan sólo ha conseguido un ascenso en este tiempo. Todavía queda mucho por hacer para volver a ver a un gran Móstoles compitiendo contra los mejores, para volver y terminar el sueño que se quedó a medias hace diez años. Un sueño que se terminó convirtiendo en pesadilla.

Los héroes de aquella temporada: Jesús, Clemilton, Borja, Saad, Raúl Campos, Charlie, Javi Limones, Jorge, Wiwi y Christian.

 

 

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