Y es que el 29 de abril de 2017 se escribió una de las páginas más bonitas en la historia del boxeo inglés. Puede que mundial.
Supongo que cuando George Foreman dijo eso de que el boxeo es el deporte al que aspiran los demás deportes lo diría por combates como este. Y es que el 29 de abril de 2017 se escribió una de las páginas más bonitas en la historia del boxeo inglés. Puede que mundial. Cuando la división de los pesos pesados atravesaba su peor época en años, Wembley y 90.000 almas fueron testigos de una pelea que la revista The Ring o lo que es lo mismo, la Biblia del boxeo, no dudó en calificar como la mejor del año por “evocar los días gloriosos de los pesados”. ¿Por qué una pelea toma estas dimensiones y se convierte en un acontecimiento histórico? Klitschko no es Frazier ni Joshua es Ali, ni siquiera han forjado una rivalidad como Tyson y Holyfield. Tampoco estaba escrito que la velada tuviera un desenlace así. Pero así es el boxeo. Imprevisible y sólo apto para deportistas hechos de otra pasta.
Ahora, un año más tarde y gracias a la BBC podemos disfrutar de un pequeño documental que reúne a los dos protagonistas en el mítico estadio inglés para reflexionar sobre el combate. El evento sin duda merece una revisión, porque ahora todo lo que pasó se sucede rápido en la memoria y las conclusiones de los dos campeones revelan datos cruciales para la interpretación de la pelea.
Klitschko dice que Joshua “nació aquí”, refiriéndose a Wembley. Y es que el boxeo tiene estas cosas. Que puedes ser campeón del Mundo, pero todos los púgiles necesitan peleas épicas para serlo de verdad. A sus 41 años, el ucraniano no tenía nada que demostrar pero a Anthony Joshua le hacía falta un combate así. A pesar de ser campeón olímpico en Londres 2012 y campeón del Mundo por la IBF Joshua nunca se había visto en un duelo así. Pero el ring no sólo es centro de nacimientos, las 16 cuerdas también sirven para el autodescubrimiento. Entre jabs, crochets un púgil puede llegar a saber de qué está hecho. Joshua, por ejemplo, sabe que los despistes salen caros. En el sexto asalto Klitschko envió a Joshua a la lona por primera vez en su carrera con un recto de derecha que puede ilustrar perfectamente el porqué de su apodo: ‘Martillo de Acero’. ”Eso no estaba en el guion, vi las estrellas…” Justo antes, ambos boxeadores nos regalaron un quinto asalto para el recuerdo. Joshua tiró a su oponente pero este se rehízo en segundos de tal manera que consiguió desbaratar la estrategia de Joshua, con el consiguiente cansancio. El campeón británico aprendió ahí una de las lecciones más valiosas en el boxeo. El noble arte no sólo es corazón, también pulmones. Joshua reconoce que “¡estaba perdido, en el descanso pensé que estaríamos en el décimo, undécimo round… y de repente suena la campana para el sexto!”. Por primera vez la estrella se enfrentaba a un destino diferente de lo que sus anteriores oponentes le habían ofrecido. El camino para derrocar a Klitschko se hacía cuesta arriba y todo parecía que el combate tomaba un camino donde la mente jugaría un papel protagonista dado el agotamiento físico de ambos.
Pero no. Todo cambió a partir del décimo. Como bien dice Joshua, “estos asaltos son los de los campeonatos”. Fue en el once. En el undécimo asalto Joshua nos regaló un uppercut de derecha directo al mentón del ucraniano y creo que también a la historia. Klitschko reconoce que no lo vio venir y que no estaba preparado para eso. Lo más impresionante fue que lo encajara sin caer. Daba igual. Rota la brújula, la balanza se inclina por el británico. Una combinación de golpes más y ahora sí que besa la lona. El mítico campeón se levanta. No hay rendición para las leyendas. El combate se acaba por KO técnico de Johsua. Termina el reinado de Klitschko y empieza el de Anthony Joshua.
“¿Sabes de lo que más orgulloso estoy al final de mi carrera?, Y te deseo lo mismo: de que perdí… perdí de pie, no de rodillas. He tenido suerte. Y sé que le paso el testigo al más fuerte”. Klitschko sin duda encarna los valores del boxeo. Incluso se habló de una posible revancha. Pero el viejo campeón “vive del mismo modo que boxea”, en sus propias palabras, y sabe que después de 27 años en el oficio el boxeo ya no es para él. Ahora echa la vista atrás y sabe que hizo lo correcto. “Ahora estoy en paz”.
“No hace falta que digamos que fue una pelea clásica, enseñamos al mundo lo que es una pelea clásica de los pesos pesados”. Una frase que podría sentenciar el documental si no fuera porque Klitschko nos deja una predicción para que los aficionados al boxeo sigamos soñando con volver a ver una pelea así:
“Este chico tiene algo especial…tiene capacidad para dominar la división durante muchísimo tiempo…”. El ucraniano conoce bien a Deontay Wilder, el máximo rival de Joshua en los pesados y el protagonista de una pelea contra Joshua que parece que se está empezando a gestar. Pero Klitschko no duda. “Son boxeadores muy diferentes, pero Anthony es un atleta, campeón olímpico y con un bagaje amateur espectacular… Wilder eso no lo tiene. Y es crucial. Espero con ilusión esa pelea”.
El mundo también la espera. Ojalá consiga ser un poco de lo que pasó en Wembley…