As Color charló con Conrado Durántez, el impulsor de la Real Academia Olímpica Española en el año que se celebran sus bodas de oro.
El despacho de Conrado Durántez en el Comité Olímpico Español (COE) atesora una ingente cantidad de títulos, trofeos, medallas, insignias, documentos, libros, revistas y trofeos. Fotos de Samaranch, emblemas y sellos del Movimiento Olímpico... estamos frente al presidente de la Real Academia Olímpica Española (RAOE). Sin la labor de este prohombre gallego de 82 años sería imposible explicar la gestación y desarrollo de esta institución. Desde este año, por cierto "Real", título concedido recientemente por el Rey Felipe VI.
Conrado Durántez es el presidente de la RAOE desde su fundación el 25 de noviembre de 1968. Nos explica el nacimiento de la institución mostrándonos un sello emitido para conmemorar precisamente este 50 aniversario. "Nos dijeron que teníamos que cambiarlo porque en los extremos de sello aparecen dos personas vivas... Carlos Gutiérrez Salgado y yo. En el centro están Samaranch, el General Agulla y Cagigal. Somos una especie de supervivencia histórica de aquel hecho histórico".
Historia. Es precisamente en este campo donde la RAOE se ha convertido en una referencia a nivel mundial. Entendimos mucho mejor el cometido de esta institución tras recibir de manos de Conrado un obsequio de inconmensurable valor histórico. El Emperador Teodosio I El Grande y los Juegos de Olimpia es la última publicación del presidente de la RAOE, que desmonta la teoría comúnmente sostenida de que fuera este emperador el responsable de haber puesto punto final a los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. Durántez ha dedicado 22 años a investigar este tema y a buscar un edicto del año 392 en el que se señalaba –erróneamente- que fue España quien suprimió los Juegos.
No cabe duda, en este despacho se habla del deporte desde otra perspectiva. Desde el punto de vista de un hombre que compaginó toda su trayectoria profesional –Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Madrid- con su vocación, la difusión de los valores del Olimpismo.
¿Qué diría ahora Pierre de Coubertin si contemplara los actuales Juegos Olímpicos?
"Él se alarmó sobre todo en los Juegos Olímpicos de París de 1900, que fueron un desastre. El hombre como francés padeció mucho. En los Juegos de San Luis de 1904, a los que él no fue, se asustó todavía más cuando vio que los yanquis, que entienden poco de filosofía, habían hecho una competición aparte de la de los blancos, los Antrophological Days, donde filipinos, indios... competían al margen. Eso le aterrorizó. El Movimiento Olímpico es un trípode: la no discriminación, la búsqueda de la paz y la mejora psicofísica del ser humano a través del deporte. Se estaba infringiendo el bloque de la discriminación; o sea, la raza, había un racismo tremendo.
En la actualidad son muy distintos los Juegos a cuando estaba Pierre de Coubertin. Estos Juegos están profesionalizados. Él empezó a emitir en contra de aquel amateurismo extraño, que era una edición sajona, pérfida, que no es que fuera profesional o no profesional... en los estatutos de la Amateur Athletic Club de Londres de 1867 decía que era amateur todo gentleman que practicase deporte, que no cobrase y que no fuera obrero ni trabajador manual. Era un clasismo terrible y una discriminación. Él luchó contra eso. Contra lo que no luchó es cuando si cobrara un dinero por poder participar, porque decía: "¿Cómo se va a privar al sacristán de una iglesia que cobre un salario para atender el rito?" No creo entonces que hoy en día, que son todos profesionales, él se asustase mucho. Cuando un periodista le preguntó acerca de estas circunstancias, dijo: "Yo solo pido a los deportistas una cosa, que es la lealtad deportiva. No trampas. Se alarmaría con la trampa de la droga".
La RAOE es la más antigua de todas las academias olímpicas naciones en el mundo. Y la más activa. En su 35 aniversario ya recibió un premio por haber difundido el Olimpismo en Iberoamérica, donde crearon 20 academias olímpicas.
Preguntamos entonces a Conrado por el nacimiento de la RAOE. Él mismo acudió en 1961 por primera vez en su vida a Olimpia (Grecia): "Carl Diem, el creador de la ceremonia del fuego olímpico, escribió una carta pidiendo que fuera a Olimpia un atleta a una cosa que era la creación de la Academia Olímpica Internacional. Yo estaba en la Federación de Atletismo. El presidente de entonces quería mandar a su hijo, que era un gran corredor. Pero estaba allí el presidente de la Federación Gallega que habló de mí con un mérito que quizá yo no tuviese... me mandaron a mí. Yo era un atleta de alta competición, pero cuando llegué a Olimpia me quedé boquiabierto. El impacto de ver aquello, sobre todo más por lo que falta que por lo que hay. Me mandaban todos los años e hice que mandasen al Director del INEF, José María Cagigal. Al volver fue cuando pensamos en crear una institución parecida a la internacional, y lo hicimos en el INEF. Era la primera del mundo".
En 1968, ya con la Academia Olímpica creada, Conrado Durántez inicia una frenética actividad en pos del Olimpismo que le llevó a visitar algunos de los países más recónditos del planeta como profesor de la Escuela Itinerante de la Academia Olímpica Internacional. "Me facilitaron el ir a América para crear todas las academias. Tenía que compaginar mi trabajo de Magistrado con aquello y ha sido una tarea de muchísimo trabajo pero muy ilusionante. Fue una idea de Samaranch. Se le valora como el presidente más importante de la historia del COI después de Coubertin. La creó para apoyar a países del Tercer Mundo y llevarles la idea olímpica. Había un manual en el que estaba estructurado todo lo que era el Movimiento Olímpico. Se contactaba con los países, hacíamos un viaje previo y se fijaba la fecha del curso. Luego se desarrollaba con coloquios, charlas, conferencias... y al terminarse se entregaba el manual a cada país. Yo fui a África y a Iberoamérica. Mucha gente se enteró de lo que era el COI gracias a esta iniciativa".
Níger, Togo, Santo Tomé... el listado de países visitados por el presidente de la RAOE es ingente. Bajo su tutela la Academia ha fundado del orden de 30 academias olímpicas nacionales. Desde su fundación en 1968, ha desarrollado con rigor un Curso Anual, ha creado el Comité Español Pierre de Coubertin, la Asociación Filatélica Olímpica, la Asociación Panibérica de Academias Olímpicas...
Conrado Durántez hace una pausa en la conversación. Abre un cajón y saca varios sobres con sellos estampados. Otro obsequio. Hablamos de filatelia olímpica. "Hemos conseguido el último de Pierre de Coubertin. Lo que pasa en este país es curioso. Ha habido campeonatos mundiales, Juegos Olímpicos... pero no había ni un solo sello de Pierre de Coubertin. Cuando fue el Centenario del COI, yo pedí cuatro sellos a Correos. Hay un sello oficial y otro personalizado, que es de trámite más fácil. Pedí uno de Samaranch, otro del fundador del COE, Gonzalo de Figueroa y Torres, otro del primer campeón ibérico que tuvimos, Lucius Vinicius Natalis, un general barcelonés que en siglo II ganó la carrera de cuadrigas en Olimpia. El cuarto era de Pierre de Coubertin. Una mente lúcida dijo entonces que ese señor era extranjero, y no lo dio. Volvimos a insistir con motivo del 150 aniversario de su nacimiento y nos lo dieron. El Director General de Correos dijo que era el más importante que se había emitido en España sobre deportes en 120 años (es un sello válido para España, Portugal y las Américas). Pero para mí el más importante es el que nos dieron en el 20 aniversario de la RAOE, que tiene la cabeza de Platón, el anagrama de la Academia Olímpica Española y el Discóbolo. Fue el primero que se dio a una academia olímpica en el mundo. Fue un milagro".
Más de cincuenta años de relación son toda una vida. Conrado fue deportista de élite en su juventud. Fue discóbolo. Él mismo ha conocido a cientos de atletas, pero uno le impresionó especialmente. "Tengo una foto con Jesse Owens. Me impresionó mucho porque representa el "Citius, Altius, Fortius". El dominico que inventó la expresión decía "Citius, Fortius, Altius" (más rápidos, más fuertes y más elevados, una elevación moral). Hay atletas que tuvieron unas circunstancias adversas terribles y ganaron. Jesse Owens es un negro que va a Berlín en el 36 a competir con aquella parafernalia nazi. Ante aquel acoso gana cuatro medallas de oro en atletismo. Tenía una humildad tremenda. En Alemania fue un héroe. En su país, Roosevelt no le admitió porque no convenía por las elecciones. Cuando le hicieron el homenaje, tuvo que entrar por montacargas, que por donde pasaban entonces los negros. Era un hombre sencillo, afable... yo le conocí en Olimpia. Le invitamos aquí, no nos contestó y al poco murió de un cáncer de pulmón".
Charlando con el presidente de la RAOE se deduce que en el Olimpismo, cualquier tiempo pasado fue mejor. El Movimiento Olímpico que con tanto método y pasión tratan de difundir las Academias Olímpicas se está diluyendo. Y hay un virus que todo lo contamina: el dopaje. "Estamos hoy en día en lo que llamo un "maquiavelismo deportivo"; el fin justifica los medios. Hay una serie de potencias y entidades que les interesa una medalla, no cómo se consiga una medalla. Que eso conlleva que un ser humano tenga un problema y se muera, no importa. Decía un escritor estadounidense: "En América el atleta es un bien de consumo como cualquier otro, cuando no sirve se le cambia". Es decir, un kleenex. El COI está actuando de forma severa contra el dopaje, pero la farmacopea oculta va por delante de la farmacopea oficial. Estoy seguro de que hay unas sustancias dopantes que se están utilizando ahora y que no se han detectado todavía".
La entrevista dio para mucho más. Se habló de la actual "medallitis", de esa obsesión casi enfermiza por ganar medallas cueste lo que cueste y del fracaso que supone para un país no conseguirlas. Del exceso de deportes en los Juegos Olímpicos: "Yo no echo de menos a ninguno, echo de más a muchos. Como esto siga así, va a haber un problema muy gordo. El Movimiento Olímpico tiene un problema, y es que muchos países no quieren celebrar los Juegos. El coste desmesurado de los Juegos, esos elefantes blancos que se hacen entre algunas instalaciones deportivas que luego se abandonan... eso no puede seguir así. Todo el mundo quiere meterse en el calendario olímpico"
La última pregunta era obligada. ¿Cuándo volveremos a ver unos Juegos Olímpicos en España?
Sí son posibles. Madrid se merece unos Juegos. Sólo creo en los milagros en la religión. En la vida ordinaria no hay milagros. En la última candidatura que le dieron los Juegos a Rio, eso fue un disparate monumental. Porque Madrid tenía el 80% de instalaciones construidas. Había hecho encuentros internacionales más que ningún país. España tenía una solidez en la historia. Brasil era un gigante... pero hasta que los niños de las favelas no vayan a la escuela, ese país no tiene solución. Se lo dan a Rio y después el COI dijo que la candidatura ideal era la de Madrid. El flamante director de aquellos juegos está en la cárcel, el gobernador está en la cárcel... porque mandaron dos millones de euros a África para comprar los votos".
Antes de terminar, Conrado Durántez nos asegura que hay relevo al frente de la RAOE. Pero él mismo reconoce que hace 50 años era más fácil difundir el Olimpismo. Los dirigentes deportivos eran pedagogos. Coubertin era un educador y el deporte un instrumento educativo fundamental.