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Lezama, una máquina
de hacer dinero

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Lezama, una máquina de hacer dinero

Con los ingresos obtenidos por los traspasos de Javi Martínez, Herrera y Laporte, el Athletic ha podido costear la construcción del nuevo San Mamés

El Athletic es un club singular. En sus más de cien años de historia ha mantenido una filosofía, en ocasiones sospechosamente flexible, que sólo permite vestir la camiseta rojiblanca a jugadores de Euskal Herria (incluye el país vasco-francés) o los que se han formado desde críos en este territorio. No hay más opción. Por eso cada vez que le arrancan un futbolista ya consagrado, supone un pequeño drama. Así se vivieron en Bilbao los 16 meses de tira y afloja de Kepa Arrizabalaga, que estuvieron a un centímetro de acabar con el portero en el Real Madrid. Se frenó el golpe pero no pudo hacerse lo mismo con Aymeric Laporte, que se fue al Manchester City tras abonar los 65 millones establecidos en su cláusula de salida.

El central es el último de una serie de estratégicos que han abandonado San Mamés en los últimos tiempos. Hay clubes vendedores en España, muchos, casi todos quitando los dos grandes. Sabidos son los negocios que hacía el Sevilla en la etapa Monchi: compraba a precio de ganga y vendía al de crack. El Athletic no está, desde luego, en esa estrategia, pero por voluntad ajena se ha convertido en una máquina de hacer dinero. Han entrado en caja en Ibaigane riadas de dinero y sólo ha salido un lento goteo. Eso sí, con Iñigo Martínez  hubo que dar un golpe en la mesa: es el fichaje más caro (32 millones) en la historia del club.

Los números no engañan: sólo el dinero ingresado por Laporte cubre todos los fichajes de la era Urrutia. El actual presidente va a hacer siete años en el cargo y se ha gastado 64 millones en: Aduriz (2,5 en 2012), Kike Sola (4,3 en 2013), Beñat (8 en 2013), Mikel Rico (2,5 en 2013), Balenziaga (0,4 en 2013), Viguera (1 en 2014), Raúl García (10 en 2015), Ander Capa (3 en 2017) y Ganea (0,6 en 2018). Además, abonó 450.000 por el juvenil Jesús Areso, un lateral que se trae muy buenos apuntes.

Laporte triunfa ya en el City, tras firmar un contrato por 42 millones netos por seis temporadas. Se fue como el segundo defensa más caro de la historia, por detrás del holandés Van Dijk (85 millones pagados al Southampton). Su adiós no ha levantado tanta polvareda en Bilbao como los que le precedieron. Todos ellos han engordado una cuenta corriente tan sana que ha permitido no cubrir las cuotas a los socios en los últimos años. El pago de las cláusulas de Javi Martínez (40 millones) por el Bayern, de Ander Herrera (36) por el Manchester United, y ahora de Laporte (65) por el City, han supuesto un total de 141 millones de euros, el equivalente al coste de las obras del nuevo San Mames, que ascendieron a casi 141 millones de euros (suelo y licencias, 45,6 millones, aparte). Todo ello desborda por ejemplo el presupuesto de la actual temporada: 116 millones de euros (la venta de Laporte ya cubre más de la mitad).

Por desgracia, hubo otros dos futbolistas de nivel que no dejaron ni un euro. Es el caso de Fernando Llorente, que se marchó a la Juventus en busca de títulos y cumplió su misión a medias. Hasta su salida, encontró la ira de San Mamés  por rechazar la oferta de renovación. Después pasó por el Sevilla y Swansea y actualmente milita en el Tottenham. Otro caso es el de Fernando Amorebieta, que tuvo sobre la mesa un ofertón para renovar pero como estuvo dando largas, se la retiraron. Craso error, porque luego se dedicó a malvivir por Fulham y Middlesbrough. Más tarde trató de recuperar la alegría en el Sporting y ahora defiende la camiseta del Independiente argentino.

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