La firma que une en la F1 de 2018 a Alonso (motor) y Sainz (monoplaza) fue clave para derrotar a los alemanes en la Batalla del Marne en 1914.
Renault une en 2018 los destinos de los dos pilotos españoles de F1. Carlos Sainz correrá en el equipo oficial francés y Fernando Alonso, el piloto que les hizo grandes en el Mundial con sus dos títulos en 2005 y 2006, verá como su McLaren será propulsado por la unidad de potencia de la firma gala. 'Renault frères' (hermanos Renault) nació en 1899 y tras el familiar nombre estaban tres de los hijos de un matrimonio de artesanos. Sueños locos de un apasionado de la mecánica, Louis, que convenció a dos de sus hermanos y que tomó el control absoluto y la expansión del negocio de automóviles tras el inesperado fallecimiento en accidente participando en la carrera París-Madrid de Marcel en 1903 y la retirada voluntaria de Fernand en 1908.
El germen de la famosa firma francesa llegó a la F1 el 17 de julio de 1977 cuando el RS01, con el francés Jean-Pierre Jabouille al volante, hacía su debut. De color amarillo y con el gran diamante de la marca como insignia. Sólo completó 16 de las 68 vueltas, pero marcó una revolución ya que por primera vez en F-1, los ingenieros equiparon un coche con un motor turboalimentado: un pequeño motor de inducción. Recibió el sobrenombre de 'la tetera amarilla' porque acababa echando humo blanco. Desde entonces ha disputado 341 grandes premios, con 35 victorias, 51 poles, 31 vueltas rápidas, 100 podios, 1.383 puntos, 2.514 vueltas en cabeza, 32.065 vueltas completadas y 24 pilotos con al menos un gran premio disputado.
Casi 119 años de historia de Renault en los que han sucedido innumerables momentos relevantes, pero sin duda hay uno quizá no tan conocido que significó su ascensión definitiva y que fue clave en uno de los momentos históricos más relevantes de la historia de la humanidad: la 'Gran Guerra', la Primera Guerra Mundial. ¿Y qué puede tener que ver un fabricante de automóviles con el enfrentamiento bélico? Pues no solo tuvo relación, sino que la acción de Renault fue clave para la victoria final de la Triple Entente frente al Imperio Alemán y de Austria-Hungría.
Un poco de cultura histórica.
La primera fase de la Gran Guerra, denominada Guerra de Movimientos, finalizó con la Batalla del Marne, enfrentamiento que se desarrolló en los primeros días de septiembre de 1914 en las cercanías de París. La derrota de la Triple Alianza supuso la aniquilación del Plan Schlieffen con el que los alemanes pretendían aplastar el frente occidental en tiempo récord. Tras invadir Bélgica, llegaron al Marne a las puertas de París y, liderados por el jefe del Estado Mayor del II Reich, pretendían invadir toda Francia desde su lado occidental en una operación que movilizaría a millón y medio de soldados, manteniendo otro medio millón en el este para frenar un posible ataque ruso.
El espionaje francés interceptó una serie de transmisiones de radio y alertaron a los altos mandos sobre las intenciones. El VI Ejército bajo el mando del comandante Michel Joseph Maunoury se unió a las tropas del Comandante en Jefe Joseph Jacques Césaire Joffre y consiguieron frenar a las tropas del mariscal Helmuth von Moltke, defender París y mantener el frente occidental... gracias a Renault y particularmente a los taxis de esa marca. ¿Por qué? Alertados a última hora de la ofensiva germana, el tiempo para reorganizarse y hacer frente en una situación óptima necesitaba de la celeridad para tomar posiciones y ahí apareció una figura fundamental: el general Joseph Gallieni.
El entonces gobernador de París reunió a todos los taxis de la ciudad (aproximadamente 600) para enviar los refuerzos al frente. Los concentró la noche del 6 de septiembre en la Plaza de los Inválidos. Lo organizó todo y en esa misma madrugada, y un segundo convoy al día siguiente, hicieron llegar al frente situado a 37 kilómetros a 6.000 soldados, armamento y víveres. Los vehículos, casi todos 8CV de Renault (modelo creado en 1906 con un motor de dos cilindros y 9 caballos de potencia), realizaron viajes de ida y vuelta, siempre con las luces apagadas, y con un combustible extra para los arriesgados conductores: abundante vino debido a la escasez de agua que sufría la capital francesa.
Pese a ello no quedó registrado ningún accidente y los valientes taxistas, considerados después como héroes nacionales, cobraron el 27% del importe total marcado en sus recién estrenados taxímetros, novedad que introdujo este modelo de coche. El otro 73% fue a parar a la empresa propietaria de los taxis, “Compagnie Française des Automobiles de Place”, los conocidos como Taxis G7 (empresa fundada por el Barón de Rognat en 1905 con ayuda del Conde Waleski, descendiente de Napoleón, y la financiación del banco Mirabaud, entidad de banca privada suiza). Desde entonces los 8CV se rebautizaron como Renault Taxi Marne.
¿Y cuánto costó?
Según Jean-Yves Le Naour, historiador y especialista de la Primera Guerra Mundial, el episodio de los taxis de Marne le costó al ejército de tierra unos 70.000 francos de la época, que vendrían a ser el equivalente de 233.000 euros actuales. Como rescata un reportaje de 'motorpasión.com' el total resultante sale de aplicar la tarifa 2 del taxímetro inventado en 1891 por el alemán Wilhelm Bruhn: 75 céntimos para los primeros 750 metros y 10 céntimos cada 250 metros. El tiempo parados o esperando también contaba: 2,5 francos la hora.
Imposible saber si el mundo sería hoy diferente de no haber participado los taxis Renault en la Batalla del Marne, pero Louis Renault recibió la Gran Cruz de la Legión de Honor por su excepcional contribución a la victoria en la guerra... aunque en 1944 fue encarcelado acusado de traición a la patria al colaborar, no está claro si de forma voluntaria o forzada, con los nazis construyendo armamento, camiones y tanques para la Wehrmacht rechazando colaborar con la Resistencia francesa que le propuso provocar sabotajes en las fábricas para entorpecer el suministro bélico, como sí hicieron Citroën o Peugeot. A la espera del juicio, el 24 de octubre de 1944 murió. Un año después, Charles de Gaulle nacionalizó Renault que pasó a llamarse Regié Nationale des Usines Renault.