Un psicólogo revela el plan de la ‘extinción’ para pasar página definitivamente con tu expareja
La teoría se basa en el “contacto cero” y consiste en cortar toda comunicación con una expareja.
Cuando el amor se termina, comienza un proceso que cada persona transita a su manera. Sin embargo, entre las muchas formas de atravesar una ruptura, hay una estrategia que se repite con frecuencia entre las recomendaciones de psicólogos y especialistas en salud emocional: el contacto cero.
Luis Miguel Real, psicólogo y autor del libro “No pienses en un oso verde: ¿Y si dejas de luchar contra tu mente y tus emociones?”, ha compartido recientemente en su cuenta de X una reflexión detallada sobre esta práctica. Con un enfoque tan empático como técnico, Real explica por qué dejar de hablar con una expareja no es frialdad ni inmadurez, sino un paso lógico para sanar. “Se basa en dos principios clave: extinción y contracondicionamiento”, asegura.
Dos conceptos que se deben aplicar al duelo
En primer lugar, y desde una perspectiva de actuación mental, la extinción ocurre cuando un comportamiento —en este caso, la necesidad de contactar con la ex pareja— pierde fuerza al dejar de recibir estímulos que lo alimentan. “Si se acaban las llamadas, los encuentros y los mensajes, el cerebro empieza a olvidar la conexión emocional”, señala el psicólogo. “Es como apagar un fuego dejando de poner leña”.
En términos simples, el principio de extinción dice que, si dejas de recibir refuerzos (es decir, estímulos que te generen emociones o recuerdos), una conducta va perdiendo fuerza hasta que desaparece.
— Luis Miguel Real 🧠 Psicólogo (@LuisMiguelReal4) February 24, 2025
El segundo principio, el contracondicionamiento, implica reemplazar las emociones negativas —o las idealizaciones del pasado— por nuevas experiencias y sensaciones positivas. No se trata solo de dejar de mirar atrás, sino de comenzar a mirar hacia otro lugar.
Real insiste en que esta técnica, por más incómoda o dolorosa que parezca al inicio, favorece el proceso de duelo y permite reconstruir el vínculo con uno mismo. “El contacto cero funciona porque crea el espacio necesario para dejar que el apego se disuelva”, explica.
Además, va un paso más allá: romper definitivamente el contacto no solo es válido, sino que, en muchas ocasiones, es lo más sano. “No mantener relación con una expareja no dice nada sobre tu madurez emocional, pero sí dice mucho sobre tu capacidad de cuidarte”, escribe en una de sus publicaciones. Porque a veces, dejar de hablar no es cortar, sino empezar a reconstruir.
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