Un hombre vive en un castillo de arena en la playa durante 25 años y deja una clave sobre su forma de vida: “No tengo facturas”
Marcio, más conocido como “Rey Macio”, escogió esta atípica forma de vida de forma voluntaria, para protestar contra la precaria situación que sufren muchos brasileños.
El acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los problemas sociales más extendidos a nivel internacional. Cada vez menos jóvenes logran independizarse de forma tradicional, y aquellos que sí han logrado acceder a un piso, son testigos de un aumento exponencial de su alquiler. Un problema que, en ocasiones, lleva a soluciones radicales.
Como es el caso del brasileño Marcio Mizael Matolias. El hombre, de 46 años, lleva 24 años viviendo en un gran castillo de arena en la playa de Barra da Tijuca, Rio de Janeiro, donde se ha convertido en una auténtica celebridad.
Marcio, más conocido como “Rey Marcio”, escogió esta atípica forma de vida de forma voluntaria, y se ha convertido en un acto de protesta contra la precaria situación que muchos cariocas sufren a la hora de encontrar vivienda en Rio de Janeiro.
“La gente paga alquileres exorbitantes para vivir frente al mar, no tengo facturas y aquí tengo una buena vida”, explicó Marcio al periódico británico The Mirror.
Una buena vida que, sin embargo, le enfrenta constantemente a la adversidad. Marcio asegura que debe regar constantemente las paredes y las torres del castillo para evitar que la arena fina se desmorone por el clima tropical de la ciudad.
El “rey” vive en una habitación de unos tres metros cuadrados, y una sola tormenta tropical puede hacer que toda la estructura se venga abajo en cuestión de minutos, obligándolo a reconstruir todo el castillo desde cero y arrebatándole por unas horas su principal fuente de ingresos.
Aficionado a la lectura
Tras más de 20 años, Marcio ha aprendido a reconstruir y cuidar su casa de forma eficaz y rápida, con una técnica única que ha llamado la atención de un centro comercial local, que en ocasiones lo contrata para construir decoraciones.
Y, como aficionado a la lectura, el hombre ha instalado una mesa llena de libros cerca de su castillo. Bajo el cartel “Recoge un libro y dona en la caja para que esta iniciativa no termine”, Marcio invita todos los transeúntes a ojear la incontable cantidad de novelas y ejemplares que tiene, y comprarlos por lo que ellos consideren.
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