Un hombre consigue una indemnización por despido de 588.000 euros y se jubila a los 55 años: “Ahora vivo de esa cantidad”
Christian trabajó durante más de 35 años como gerente senior de compras en una compañía química, hasta que le ofrecieron una indemnización por despido en 2023.
Muchas personas sueñan con poder prejubilarse. Poder dejar el trabajo de forma anticipada y dedicarse a uno mismo es un lujo que solo unos pocos pueden permitirse. Y, en algunos casos, en unas condiciones mejores de las que les ofrecía su empleo.
Como es el caso de Christian Jänke, de 57 años. El hombre trabajaba como director de proyectos en una empresa química de la zona metropolitana de la ciudad de Colonia, Alemania, hasta que una indemnización por despido le cambió la vida.
Según comenta al medio alemán Zeit Online, Christian trabajó durante más de 35 años como gerente senior de compras en una compañía química. Con un salario anual de 170.000 euros, y teniendo en cuenta que no tiene estudios previos, el hombre admite que era un muy buen puesto. Sin embargo, con el paso del tiempo se dio cuenta de que aspiraba a conseguir más independencia.
La llegada del Coronavirus, y la estandarización global del teletrabajo le hicieron darse cuenta de lo “agradable que es tener tiempo para mí”, por lo que, cuando le ofrecieron una indemnización por despido en 2023, “no pude decir que no”.
En total, Christian recibió 588.000 euros brutos de indemnización, que se han reducido hasta los 340.000 euros netos. Sin embargo, asegura que “ahora vivo de esa cantidad”, y la está utilizando para mantener a su familia hasta que llegue su jubilación.
“Necesito unos 4.000 euros al mes para vivir. Está todo incluido, incluidos 500 euros que utilizo para mantener a mi hija adulta. Mi seguro médico privado cuesta 1.235 euros mensuales. En cuanto a otras formas de ingreso, tengo otros tres apartamentos que alquilo y que me generan unos 2.500 euros al mes”, confiesa.
Una nueva vida
Christian ahora se dedica a disfrutar el tiempo. El hombre no descarta volver a trabajar en algún momento de su vida, pero reconoce que está viviendo una vida que, si bien es extraña para él, la disfruta enormemente.
“A veces duermo hasta el mediodía, cosa que antes nunca habría hecho”, ejemplifica el hombre.
De acuerdo con Christian, es extraño “no trabajar más”, pero quiere centrar todos sus esfuerzos futuros a cuidar los apartamentos que alquila, y trabajar en el jardín de su casa.
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