Un hombre con una deuda de 80.000 euros se declara en bancarrota para comenzar de nuevo: “Cambió mi vida por completo”
Se muda a Francia sin dinero y da un giro radical a su vida tras tomar la decisión de empezar de cero.

Jay Swanson, un creador de contenido de 39 años, vivió años de angustia financiera debido a una deuda que superaba los 80.000 euros. Entre préstamos estudiantiles y deudas acumuladas de tarjetas de crédito, Swanson se vio atrapado en un ciclo del cual no podía salir. A pesar de tener una sólida ética de trabajo, sus esfuerzos por saldar la deuda no eran suficientes, y la presión financiera lo llevó a tomar una drástica decisión: declararse en bancarrota.
Swanson relató a CNBC que su educación financiera temprana fue prácticamente nula, lo que contribuyó a una serie de decisiones económicas equivocadas. En 2017, su deuda alcanzó los 86.500 dólares, con pagos mensuales que no podía cubrir con sus ingresos trabajando como guía turístico en París.
A pesar de vivir en una ciudad que le ofreció un techo sin costo, la situación económica de Swanson empeoró. En ese contexto, decidió recurrir a la bancarrota bajo el Capítulo 7, una opción que le permitió liquidar las deudas de manera rápida y empezar de nuevo. Aunque al principio la idea de declararse en bancarrota le causaba vergüenza, pronto comprendió que esa decisión fue crucial para cambiar su vida. “Estoy realmente agradecido de haberme declarado en quiebra cuando lo hice, cambió mi vida por completo”, expresó.
Swanson asegura que, tras declararse en bancarrota, dejó de tener que destinar casi todo su salario a pagar a las compañías de tarjetas de crédito. Esto le permitió redirigir su dinero hacia lo que realmente le interesaba: su vida en París y el crecimiento de su negocio. Desde 2020, su empresa ha incrementado sus ingresos anuales año tras año, lo que le permitió salir adelante.
Los riesgos de la bancarrota
A pesar de los beneficios que experimentó Swanson, este tipo de declaración tiene importantes consecuencias a largo plazo, especialmente en Estados Unidos, donde la quiebra afecta gravemente a la calificación crediticia. Declararse en bancarrota puede reducir la calificación de crédito y el afectado permanecerá en el historial crediticio durante 10 años.
El abogado especializado en bancarrotas, David Leibowitz, advierte que la bancarrota no es una solución para todos. Según Leibowitz, siempre que sea posible, las personas deberían intentar saldar sus deudas sin tener que recurrir a esta opción. En retrospectiva, Swanson no recomienda tomar esta medida sin reflexionar profundamente, pero él ve la bancarrota como una herramienta útil para quienes no tienen otra salida. A lo largo de los años, ha aprendido que, en muchos casos, el orgullo y el miedo a la vergüenza pueden hacer que las personas se enfrenten a problemas financieros de manera innecesaria.
Hoy en día, Swanson está feliz con su decisión, ya que no solo logró liberarse de su deuda, sino que pudo empezar a construir un futuro más estable y prometedor en Francia. Reconoce que se encontraba luchando una “batalla cuesta arriba” sin una solución viable y que la bancarrota le dio otra oportunidad.
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