Soy una expatriada británica que adora España pero preparo mi huida de la gran ciudad por lo que ya está llegando
Tras mudarse a Mataró en el año 2012, ahora el incremento del turismo le ha hecho pensar mudarse a una zona más tranquila, en Extremadura.
Anne Trust (75 años) dio un giro a su vida hace más de una década, tras la muerte de su marido. Decidió dejarlo todo atrás, su casa de Londres incluida, para buscar nuevas aventuras. Y las encontró en España. Concretamente, en Mataró (Barcelona). Corría el año 2012 cuando hizo una inversión importante (200.000 euros), con la compra de una villa de tres habitaciones, piscina y jardín lleno de plantas y olivos
Pero ahora, algo más de una década después, la situación ha cambiado mucho. Para ser exactos, la de la ciudad. Y es que la creciente llegada de turismo ha cambiado su experiencia en este rincón de España. Conocida por la belleza de sus playas, ahora están llenas de “excursionistas ruidosos y visitantes de bares” en los meses de verano.
Por ello, está cada vez más cerca de dejar esta casa en la que ha vivido durante más de diez años. Y aunque asegura que no tiene intención de volver al Reino Unido, sí que se está viendo obligada a vender su hogar y buscar otro lugar más tranquilo, alejado de la llegada de turistas y expatriados. Porque el estilo de vida de España le gusta, pero necesita un cambio.
“Estoy un poco harta de vivir cerca del mar, ya que en primavera y verano Mataró se llena demasiado de turistas y gente de bares de Barcelona. Quiero aire fresco de montaña, mucho verde, pocos extranjeros y, ojalá, nada de expatriados por aquí”, cuenta a The i Paper. Se queja, además, del incremento de precios a la hora de comer fuera.
Extremadura, en su punto de mira
El hecho de vender su actual casa no será un problema, pues afirma haber recibido ya varias ofertas. “Hoy vale más del doble, aproximadamente 500.000 euros, lo que demuestra cuánto han subido los precios de las propiedades”, explica. Pero no quiere precipitarse. Después de descartar por completo Barcelona, donde critica que los turistas están “arruinando” la costa incluso a kilómetros, tiene como objetivo vivir en Extremadura.
Una región de la que valora el hecho de que esté menos concurrida y su situación, rodeada de montañas, bosques y reservas naturales. “Confío en que con la mitad de la venta podré conseguirme una preciosa casa rural en Extremadura”, detalla. Y pese a valorar también Galicia, asegura que tanto la temperatura como el paisaje le dieron la impresión de ser “fríos y monótonos”.
En Extremadura, en las “ocultas y poco conocidas” provincias de Cáceres y Badajoz, es posible encontrar buenas ofertas de casas rurales y casas de campo, o bien estudios en pueblos históricos por apenas 70.000 euros. “Hay villas de 300 metros cuadrados con cuatro habitaciones por 250.000 euros, mientras que con unos 400.000 euros, menos que el precio de venta de mi casa de Mataró, tendría una mansión de casi 600 metros cuadrados con piscina y ocho habitaciones”, sentencia.
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