Soy nutricionista y deberías dejar esta costumbre que muchos españoles hacen después de comer
Café de postre: el error común después de comer que puede interferir con la absorción de nutrientes.

Tomar café, té o leche justo después de las comidas es una costumbre muy arraigada en España y en muchas otras partes del mundo. Sin embargo, los expertos en nutrición advierten que esta práctica puede estar interfiriendo con la correcta absorción de nutrientes esenciales y afectando a la digestión de maneras que quizás no habías considerado.
La nutricionista Sandra Moninho especializada en salud digestiva e inflamaciones, explica que algunas sustancias presentes en el café y el té pueden dificultar la asimilación de minerales como el hierro y el zinc. “Los taninos presentes en estas bebidas tiene la capacidad de unirse a ciertos minerales y hacerlos menos biodisponibles para nuestro organismo”, señala Moninho. Esto significa que, aunque estemos consumiendo alimentos ricos en hierro, como las legumbres, carnes o espinacas, su absorción podría reducirse considerablemente si los acompañamos con una taza de café o té inmediatamente después.
El hierro es un nutriente fundamental, sobre todo para personas con tendencia a la anemia o aquellas que siguen una dieta vegetariana o vegana. En estos casos, cualquier hábito que disminuya su absorción puede provocar deficiencias nutricionales a largo plazo. De hecho, estudios han demostrado que el consumo de café o té después de una comida puede reducir hasta en un 60% la absorción del hierro de origen vegetal.
Leche, café y té y su impacto en la absorción de nutrientes
Pero no solo el café y el té afectan la absorción de nutrientes. Moninho advierte también sobre el consumo de leche después de las comidas, ya que el calcio que contiene puede competir con el hierro por su absorción en el intestino. “Comes, por ejemplo, un filete de ternera y crees que es hierro para tu cuerpo, pero de repente comes un yogur al final como postre y has destruido el hierro”, afirma la experta.
Otro punto importante es el efecto del café en el sistema digestivo. La cafeína puede estimular la producción de ácido gástrico, lo que en algunas personas puede provocar molestias como acidez estomacal o reflujo, especialmente si la comida ha sido copiosa o rica en grasas. Además, su consumo en la tarde o noche puede afectar la calidad el sueño, ya que la cafeína puede permanecer en el organismo por varias horas alterando el descanso nocturno.
Por otro lado, el té, aunque es una bebida con múltiples beneficios para la salud, tampoco es ideal justo después de comer. “El té verde y el té negro, en particular, contiene polifenoles que pueden reducir la absorción de algunos micronutrientes. Lo ideal sería consumirlo por la mañana o esperar dos horas después de las comidas para evitar interferencias en la digestión”, recomienda Moninho.
Según los expertos, la mejor alternativa para consumir después de comer, son las infusiones sin cafeína, como la manzanilla o el hinojo, que favorecen la digestión sin afectar la absorción de nutrientes, o tomar un vaso de agua templada con limón, que estimula la digestión sin interferir con la asimilación de minerales. A veces pequeños cambios en nuestros hábitos pueden marcar una gran diferencia en nuestra salud.
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