Si tienes comida en casa y pides a domicilio, tienes estos rasgos según la psicología

La compra en los supermercados está cada vez más cara. Lo que antes se podía con comprar en España con solo 50 euros ahora apenas llega para la comida semanal de una persona. Sin embargo, el problema no está en la cantidad gastada en la compra del supermercado, sino el uso que se le da a los alimentos comprados.

Hay personas que deciden escoger la comida a domicilio a pesar de que tienen la nevera llena. Las verduras o los productos frescos se van pudriendo poco a poco, pero nunca se hacen nada con ellas. Solo en contadas ocasiones se consigue hacer algún plato elaborado con los productos comprados, pero las personas que deciden pedir constantemente comida a domicilio pueden presentar unos rasgos psicológicos comunes.

Factores que revelan tu personalidad

• Planificador optimista

Las personas que hacen grandes compras en el supermercado, pero luego dejan que los productos caduquen en su nevera suelen tener la intención futura de utilizarlos. No se trata de que quieran dejar pudrirse la comida en la nevera, sino que cuando hacen la compra realmente piensan que la utilizarán en el futuro.

Ya sea platos combinados o unos simples macarrones con tomate, este tipo de personas son víctimas de la falacia de la planificación, es decir, según informa VegOut, subestiman de manera constante del tiempo y esfuerzo que supondrá cocinar y preparar esos platos. De esta manera, cuando llega el momento de cocinar, prefieren pedir a domicilio.

• Toma decisiones diferentes

Este tipo de personas experimentan la fatiga de decisión de manera diferente al resto del mundo, según el medio. Un adulto toma cientos de decisiones diferentes al día y cada una de ellas consume un porcentaje de la energía mental de alguien. No es lo mismo decidir sobre lo que se va a pedir a domicilio que lo que se va a cocinar esa noche.

Las personas que compran constantemente a domicilio toman menos decisiones que las que cocinan su propia comida, pero esos minutos catalogando la comida requieren de menos esfuerzo mental.

• Perfeccionista y procrastinador

Tener estándares demasiados altos a la hora de comer puede ser un problema para cocinar. Preparar un plato que guste no es sencillo y muchas personas deciden no intentarlo con tal de comer algo rico para cenar. Se trata de una manera de procrastinación debido a los estándares establecidos.

• No coche a sus actos futuros

No se tiene la misma energía cuando se está haciendo la compra que cuando llega el día de cocinar. Mientras se va llenando el carrito del supermercado, la personas puede ir pensando en todo lo que cocinará en el futuro y compra en razón a eso. Sin embargo, cuando llega el día siguiente, esa misma personas está cansada y sin ganas de cocinar y al final decide comprar a domicilio. Se trata de una especie de ignorancia sobre sus futuras acciones.

• Comida saludable en la nevera

Comprar comida saludable no conlleva obligatoriamente llevar una vida saludable. Estas personas suelen añadir varias verduras o frutas en su lista de la compra pensando que teniendo la nevera llena de alimentos saludables empezarán una vida con menos grasas. Sin embargo, la realidad es que esos alimentos nunca se utilizarán y, por tanto, no se tendrá una vida saludable.

• Consuelo emocional en la comida

Como se ha mencionado antes, elegir qué cocinar requiere de un esfuerzo mental considerable en comparación a decidir qué pedir a domicilio. Sin embargo, no se trata solo del esfuerzo que supone, sino la sensación de premiar a su yo interno liberándole de la carga de hacer un trabajo extra para cocinar. Una recompensa que cree merecerse.

• Conflicto interno

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Este tipo de personas generalmente tienen un conflicto interno con sus propios deseos. Por un lado se sienten bien apoyando a los restaurantes locales pidiendo a domicilio, pero por otro lado desean cocinar por ellos mismo algo. También está el tema de querer ahorrar, pero buscar también la comodidad. Se trata de un conflicto interno que es más fácil ignorar que resolver.

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