Si piensas que tu gato te guarda rencor, este es el tiempo máximo que va a estar enfadado contigo según los expertos
Expertos explican que el aparente “rencor” de los gatos no es más que una estrategia para evitar el estrés y destacan la importancia de respetar su tiempo y espacio.

Los gatos han sido compañeros enigmáticos de los humanos durante siglos. Su independencia, combinado con su capacidad para demostrar afecto, ha creado un vínculo único que, sin embargo, a menudo se presta a malentendidos. Entre las muchas dudas que rodean su comportamiento, una destaca por encima de todas: ¿Pueden los gatos guardar rencor a sus dueños?
Aunque es fácil atribuir emociones humanas a estos animales, expertos en comportamiento felino señalan que la realidad es más compleja. Si bien pueden reaccionar negativamente a ciertas interacciones o experiencias, estas respuestas no se deben a un sentimiento de rencor, sino a estrategias naturales para evitar el estrés.
¿Rencor o autopreservación?
Daniel Warren Cummings, reconocido conductista clínico animal y especialista en comportamiento felino, descarta que los gatos experimenten emociones humanas complejas como el rencor. Según el experto, lo que muchos interpretan como resentimiento es en realidad una respuesta instintiva para evitar situaciones desagradables.
Por ejemplo, si un gato es abrazado o sujetado en exceso, puede comenzar a evitar a la persona responsable de estas interacciones. Sin embargo, este comportamiento no implica un rechazo consciente, sino una asociación entre la persona y una experiencia que el gato considera negativa.
“El comportamiento que interpretamos como rencor es, en realidad, un mecanismo de supervivencia diseñado para minimizar el estrés”, explica Warren Cummings.
Señales de incomodidad felina
Para entender si un gato está atravesando un momento de estrés tras una experiencia incómoda, la organización británica Cats Protection recomienda observar ciertas señales. Entre ellas destacan:
- Tendencia a esconderse más de lo habitual.
- Menor tolerancia al contacto humano.
- Postura corporal encogida, con orejas aplanadas hacia los lados.
- Movimiento constante de la cola, lo que indica irritación o nerviosismo.
Estas reacciones son temporales y, según los expertos, suelen desaparecer si el animal cuenta con un entorno tranquilo y respetuoso. Forzar una interacción o intentar acelerar su recuperación puede agravar el problema.
Respeto y paciencia
El tiempo que un gato puede permanecer “enfadado” depende de su personalidad y de la gravedad de la situación. Mientras algunos felinos se recuperan rápidamente, otros pueden necesitar días para retomar la confianza. “Lo más importante es respetar el tiempo y el espacio animal”, recalca Warren Cummings.
Crear un ambiente libre de estrés, evitar forzar interacciones y permitir que el gato se acerque por iniciativa propia son estrategias esenciales para reconstruir la relación. En última instancia, el bienestar emocional del felino depende de un equilibrio entre el respeto por sus necesidades individuales y un entorno seguro y acogedor.
Así que, si tu gato parece molesto contigo, no lo tomes como algo personal. No es rencor, solo necesita un momento para recuperar su calma.
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