Si duermes de lado en la cama, la psicología dice que tienes estos cuatro rasgos comunes
Esta postura se ha asociado con una necesidad de estabilidad emocional y autoprotección, además de la creatividad.
Dormir de lado es beneficioso para el cuerpo. Lo dice la ciencia. Y hay un lado mejor que otro. Dormir sobre el lado izquierdo beneficia el drenaje linfático de nuestro sistema nervioso central, según un estudio publicado en la revista científica The Journal of Neuroscience y elaborado por las universidades de Stony Brook, Nueva York y Rochester.
Dormir hacia el lado izquierdo impide la obstrucción de la arteria aorta, que bombea sangre desde nuestro corazón hacia el resto del sistema sanguíneo, según afirma el doctor Christopher Winter, del Hospital Martha Jefferson de Charlottesville. Al dormir sobre el lado izquierdo la vena cava inferior permanece libre, sin ningún órgano que la presione, por lo que la sangre vuelve de manera más fácil del resto del cuerpo a nuestro corazón.
Facilita la digestión. El estómago y los intestinos delgado y grueso están ligeramente inclinados hacia la izquierda por lo que recostarse sobre el lado izquierdo hace que los alimentos pasen a través de estos órganos con más facilidad.
Lo que dice la psicología de la postura elegida para dormir
Pero nuestro cuerpo manda más mensajes, o nuestro cerebro, cuando dormimos de lado. Dormir de lado se ha asociado con una necesidad de estabilidad emocional y autoprotección. Se considera que esta postura refleja un deseo de mantener un entorno predecible y seguro.
Si duermes en postura fetal, es una de más comunes. Se asocia con personas que pueden parecer duras por fuera, pero que en el fondo son sensibles y de buen corazón. Se cree que esta postura, al ser similar a la que adoptamos en el útero materno, denota una necesidad de protección y comodidad.
Si duermes en la postura del tronco, de lado con los brazos pegados al cuerpo, se relaciona con personas sociables, confiadas y extrovertidas, aunque a veces pueden ser un poco ingenuas. Quienes duermen de lado con los brazos estirados hacia adelante se asocian con ser personas abiertas, pero que también pueden ser cínicas y desconfiadas.
La psicología también ha investigado si el lado en el que se duerme tiene algún significado. Si duermes del lado derecho, se ha vinculado con el hemisferio cerebral izquierdo, que controla el pensamiento racional y analítico. Se sugiere que quienes duermen en esta posición tienden a ser más prácticos, organizados y prefieren entornos que les den seguridad. Si duermes del lado izquierdo, se ha asociado con la creatividad y una mejor gestión de las emociones.
Uno de los estudios más citados sobre el tema es el realizado por el doctor Chris Idzikowski, ex director del Centro del Sueño de Edimburgo. A lo largo de los años, su investigación se ha convertido en una referencia fundamental. Analizó a más de 1,000 participantes para relacionar las posturas de sueño más comunes con rasgos de personalidad. A partir de sus hallazgos, identificó varias posturas, incluyendo las que se mencionaron anteriormente, como la posición fetal, la del tronco y la del suplicante, asociando cada una a perfiles psicológicos específicos.
La psicología del sueño ha sugerido que las posturas que adoptamos de manera inconsciente pueden reflejar nuestro estado emocional y nuestra personalidad.
- Autoprotección: Posturas como la fetal se interpretan como una necesidad de autoprotección y búsqueda de confort. Se sugiere que la forma en que nos “contraemos” al dormir puede ser una manifestación física de una necesidad emocional de resguardo.
- Apertura y confianza: Por el contrario, dormir con los brazos abiertos o el cuerpo más extendido se asocia con un mayor grado de confianza, sociabilidad y apertura hacia el mundo.
Aunque la conexión entre la postura de dormir y la personalidad ha sido popularizada por estudios como el de Idzikowski, es crucial entender que no es una ciencia exacta. Otros factores, como las condiciones de salud, el embarazo o dolores crónicos, influyen directamente en la posición que una persona elige para dormir.
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Por ejemplo, la Clínica Mayo y la Universidad de Rochester han publicado investigaciones que recomiendan dormir de lado, especialmente del izquierdo, por sus beneficios fisiológicos. Esta postura puede mejorar la digestión, reducir el reflujo gástrico y aliviar la presión en la columna vertebral, lo que sugiere que la elección de una posición no siempre es un reflejo de la personalidad, sino una respuesta a necesidades físicas.
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