Portugal se separa de España en el plan de las bolsas de nicotina para acabar con el cigarrillo
El país luso comenzará a aplicar impuestos a las bolsas de nicotina a partir de enero de 2026, integrándolas en el marco nacional de impuestos especiales.
Las bolsas de nicotina son blancas, no llevan tabaco, es un formato de polvo que se coloca debajo del labio superior. La composición es de sales de la nicotina, agua, que facilita la absorción y la liberación de nicotina precisamente al ser colocada en la boca. Suelen llevar también aditivos y aromatizantes para dotarles de diferentes sabores.
Las bolsas de nicotina se han vuelto populares en Europa y también en Portugal. Hasta hace poco, no estaban reguladas ni gravadas con impuestos especiales, lo que generaba un vacío legal y sanitario. Sin embargo, en marzo de 2024, la agencia portuguesa del medicamento (INFARMED) envió una carta oficial a las autoridades aduaneras indicando que estos productos, por tener efectos farmacológicos, solo pueden importarse si cuentan con una autorización médica previa. Esto equivale, en la práctica, a una prohibición de facto de su importación y venta libre.
A pesar de la postura restrictiva de INFARMED, el Gobierno portugués ha decidido regular y gravar las bolsas de nicotina a partir de 2026, con un impuesto de 0,065 € por gramo. Esto se enmarca en un esfuerzo por ordenar el mercado y aumentar la recaudación fiscal, siguiendo el debate europeo sobre productos de nicotina alternativos. Portugal comercializará con 12 mg las bolsas.
Si miramos los datos, en 2024, Portugal recaudó 1.525 millones de euros en impuestos al tabaco. Para 2025, se estima una recaudación de 1.604 millones de euros (cuando todavía no ha acabado el ao). Para 2026, el Gobierno prevé alcanzar los 1.676 millones de euros, lo que representa un aumento de 72 millones de euros respecto al año anterior.
El caso griego
En paralelo, otros países como Grecia ya han implementado leyes más estrictas que incluyen a las bolsas de nicotina en marcos regulatorios multicategoría. Grecia aprobó las bolsas con 16 mg.
¿Qué significa esto? Legalmente: Las bolsas de nicotina están en una zona gris. INFARMED las trata como productos farmacéuticos, pero el gobierno planea regularlas como productos de consumo. Sanitariamente: Hay preocupación por su uso, especialmente entre jóvenes, debido la concentración de nicotina y su presentación atractiva. Comercialmente: Aunque se venden en tiendas físicas y online, su estatus legal es incierto hasta que entre en vigor la nueva regulación fiscal en 2026.
Grecia, históricamente con una de las tasas de tabaquismo más altas de Europa, ha logrado una reducción del 6% entre 2021 y 2023, la segunda mayor de la UE, gracias a un enfoque multicategoría y de reducción de daños:
Marco legal
- Ley 4715/2020: reconoce la reducción de daños como pilar de la política antitabaco.
- Ley 5216/2025: regula productos novedosos como:
- Bolsas de nicotina (límite de 16 mg por bolsa)
- Tabaco calentado
- Cigarrillos electrónicos
- Productos herbales
- Introduce:
- Verificación digital de edad
- Sanciones penales por venta a menores
- Evaluación científica para permitir mensajes de riesgo reducido.
Entre los principales resultados está una reducción del tabaquismo y del comercio ilícito (−25% en un año), y una comunicación responsable sobre productos menos nocivos.
España: rumbo prohibicionista y críticas internas y externas
España ha optado por un enfoque mucho más restrictivo. El proyecto de Real Decreto limitará la nicotina en bolsas a 0,99 mg por unidad, muy por debajo del estándar europeo (3–20 mg). Prohibirá los sabores y el empaquetado atractivo. Será la primera vez que se incluyan las bolsas de nicotina en la legislación nacional.
Sin embargo, la CNMC ha advertido que esto supone una prohibición de facto y carece de justificación científica. Otros países de la UE (Suecia, Grecia, Hungría, etc.) han emitido dictámenes razonados contra el decreto por afectar la libre circulación de productos. Expertos y asociaciones alertan de que esto fomentará el mercado negro y bloqueará el acceso a alternativas menos dañinas.
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El modelo griego demuestra que una regulación diferenciada, basada en evidencia científica y centrada en la reducción de daños, puede ser más eficaz que las prohibiciones totales. España, al seguir un camino más restrictivo, corre el riesgo de aislarse en Europa y perder una oportunidad de salud pública.
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