¿Por qué migran la mayoría de las aves y qué significa el viaje de ida y vuelta que hacen?
La migración es una estrategia de supervivencia para evitar climas extremos, encontrar alimento y criar a sus crías en entornos favorables a lo largo del año.
Con la llegada del frío a la península es muy común encontrarse con bandadas de aves surcando los cielos en pleno proceso de migración. Esto no es novedad, puesto que desde hace miles de años numerosas especies de aves, desde las marinas hasta las rapaces, migran de un territorio a otro cuando llegan determinadas estaciones. Pero ¿a qué se debe este fenómeno?
La migración de aves es un suceso complejo que se debe a varias razones. La principal razón es la búsqueda de recursos alimenticios, puesto que durante el invierno las fuentes de comida suelen escasear debido al frío, por lo que migran a regiones con cantidades más abundantes. A esto se suma las condiciones climáticas, ya que las aves evitan las temperadas extremas como el frío intenso del invierno, por lo que buscan zonas con temperaturas más moderadas y cálidas.
Además, hay que tener en cuenta que las aves migratorias viajan hacia áreas de reproducción más adecuadas, donde encuentran lugares propicios para anidar y criar a sus crías, un factor que se les complica con la llegada del invierno. Una vez completado el ciclo reproductivo y el frío intenso, estas suelen volver a su lugar de origen.
¿Por qué no solo un viaje de ida?
El viaje de ida y vuelta es una estrategia para aprovechar lo mejor de ambos mundos: crían en áreas de reproducción y se desplazan a áreas de invernada para sobrevivir durante la temporada fría del invierno, cuando la comida puede escasear. Este ciclo de migración permite a las aves maximizar sus posibilidades de supervivencia y reproducción.
Según explica Salvador Rebollo, profesor de Ecología del Departamento de Ciencias de la Vida, en una entrevista con la Universidad de Alcalá, el viaje se realiza en la dirección contraria a la primavera, aunque normalmente no siguen la misma ruta. También afirma como estos movimientos migratorios son una necesidad, pero a su vez suponen un riesgo.
El experto explica que el principal problema esencial de estos viajes es la orientación. Algunas aves nocturnas utilizan la posición de las estrellas para ubicarse y otras diurnas se ayudan de los accidentes geográficos y otras líneas de costa como referencias espaciales. No obstante, la detección del magnetismo terrestre es el mejor mecanismo de orientación, puesto que les permite conocer la posición relativa de los polos.
En resumen, la migración de aves es una estrategia de supervivencia que les permite encontrar alimento, evitar climas extremos y criar a sus crías en entornos más favorables a lo largo del año. Este tipo de aves migratorias han desarrollado adaptaciones específicas para realizar estos viajes a lo largo de las estaciones, lo que es crucial para su supervivencia y la continuidad de sus especies.