Remo, el doble enlace submarino entre España y Marruecos que ‘salvó’ al país del apagón masivo
La conexión eléctrica entre Fardioua y Tarifa no solo duplica la capacidad de intercambio energético entre Europa y África, sino que refuerza la estabilidad de las redes eléctricas, impulsa el desarrollo sostenible y contribuye al ambicioso proyecto del anillo eléctrico del Mediterráneo.
El Estrecho de Gibraltar no solo conecta Europa con África, sino que también es el epicentro de una de las interconexiones eléctricas más relevantes entre continentes. Desde 1997, España y Marruecos están enlazados a través de una infraestructura que permite el intercambio de energía eléctrica, consolidando la cooperación energética como pilar de desarrollo socioeconómico para ambos países.
Ese intercambio de energía resultó clave el pasado lunes en el apagón masivo que sufrió España. Marruecos destinó el 38% de su capacidad de producción para reactivar el suministro en la zona sur de España.
Este intercambio de energía, liderado por Red Eléctrica Española (REE) y l’Office National de l’Électricité (ONE) de Marruecos, ha evolucionado hasta convertirse en un modelo de integración energética regional.
La primera línea, que inició operaciones hace más de dos décadas, ofrecía una capacidad técnica de 700 megavatios (MW). Sin embargo, el creciente intercambio energético exigió en 2006 la construcción de una segunda conexión, conocida como Proyecto REMO (Refuerzo Eléctrico Mediterráneo Occidental). Este refuerzo duplicó la capacidad técnica hasta los 1.400 MW, garantizando la fiabilidad y estabilidad de los sistemas eléctricos de ambos países.
La infraestructura, que une las estaciones de Tarifa en España y Fardioua en Marruecos, consta de tres cables submarinos que recorren 29 kilómetros por el lecho marino del Estrecho de Gibraltar, alcanzando profundidades de hasta 620 metros. En las zonas costeras, los cables cuentan con protecciones específicas, como enterramientos o revestimientos de hormigón, para minimizar su impacto ambiental y garantizar la convivencia con la actividad pesquera.
Además de mejorar la seguridad energética, el proyecto REMO forma parte del anillo eléctrico del Mediterráneo, que conecta diversos países de la región. Este enfoque fomenta la integración regional y refuerza la posición estratégica de Marruecos como puente entre Europa y África. La inversión, de 115 millones de euros, fue financiada al 50% por REE y ONE, con apoyo de organismos internacionales como el Banco Europeo de Inversiones y el Banco Africano de Desarrollo.
Impacto ambiental y medidas compensatorias
Desde su concepción, el proyecto REMO priorizó la sostenibilidad. Red Eléctrica y las autoridades marroquíes llevaron a cabo estudios exhaustivos para minimizar el impacto ambiental en ecosistemas sensibles, como las praderas de Cymodocea nodosa, una fanerógama marina protegida. Asimismo, se implementaron medidas compensatorias, que incluyen la restauración de hábitats afectados, la protección de especies autóctonas y la creación de infraestructuras educativas como miradores y estaciones de seguimiento de la biodiversidad en el Estrecho.
Entre los proyectos destacados está la edición de un documental sobre la migración en la región y la traducción de la obra clásica The Ornithology of the Straits of Gibraltar. Estas iniciativas buscan sensibilizar sobre la importancia de preservar el entorno natural y promover un uso sostenible de los recursos.
Más que un enlace técnico
La interconexión eléctrica no es solo una obra de ingeniería. Representa un puente de cooperación entre España y Marruecos, fortaleciendo sus relaciones bilaterales y consolidando su papel en la transición energética de la región. Este esfuerzo conjunto demuestra cómo la energía puede ser un motor de integración y progreso, uniendo continentes a través de tecnología, sostenibilidad y visión de futuro.
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