Ni primera ni última: la sorprendente posición de España en el ranking de los países con mayor coeficiente intelectual
Según una clasificación internacional sobre el coeficiente intelectual medio por países, Asia ocupa las primeras posiciones y Polonia se encuentra en la cola.
El conocimiento es poder, o eso dicen. Y tener una media intelectual favorable puede ser una prueba de la innovación y desarrollo de un país. En este contexto, España parece estar bien posicionada. Según el último informe publicado por Ranking Royals, plataforma estadística internacional, nuestro país se encuentra en el puesto número 13 en el ranking internacional con mayor coeficiente intelectual promedio del planeta, con un notable IQ de 102.30.
El estudio, actualizado al 1 de enero de 2025, se basa en los resultados de más de 1,39 millones de personas que realizaron la misma prueba de inteligencia en el sitio web de la entidad. Teniendo en cuenta habilidades cognitivas, como el razonamiento lógico, la comprensión verbal o la memoria, el ranking permite vislumbrar un promedio nacional por país, y Asia ocupa las primeras posiciones.
China, según la lista, es la mayor influencia en la media global, no solo porque represente el 18% de la población mundial, sino porque tiene el IQ más alto con un 107.19. Le siguen Corea del Sur (106.43) y Japón (106.40). Sin embargo, Europa no se queda atrás, y concretamente España encabeza la lista de países del Viejo Continente. De los miembros de la Unión Europea, la capacidad cognitiva de los españoles es la más alta y cualificada, según los parámetros del IQ. Sólo Rusia se sitúa por encima, en el sexto puesto.
¿Qué hay detrás del coeficiente intelectual de un país?
El coeficiente intelectual, aunque no es el único ni el más completo indicador del potencial humano, sigue siendo una herramienta útil para observar tendencias en la capacidad lógica, matemática, verbal y espacial de las personas. Pero sobre todo, en términos nacionales, sirve para analizar el nivel educativo y el acceso al conocimiento de un país.
Con todo ello, estos tipos de rankings son prácticos para aplicar políticas públicas concretas o simplemente para reflexionar sobre los servicios sociales de un Estado. Sin embargo, el IQ no lo dice todo sobre la inteligencia de una persona o una sociedad. Es decir, tener mayor o menor coeficiente no es sinónimo de ser más listo. En estos análisis, el índice no tiene en cuenta aspectos como la creatividad, la inteligencia emocional a las habilidades sociales, lo que mitiga algunas cualidades de países y esconde otras.
Por tanto, hacer caso omiso a este ranking sería erróneo. No obstante, a nivel público, conocer estos datos son fundamentales para invertir en políticas que fomenten, incentiven o refuercen los sistemas culturales y educativos. España en ese contexto tiene una buena posición internacional, lo que refleja que la capacidad cognitiva española es notoria en el mundo. Algo que se debe aprovechar para incentivar a las mentes que ahora se desarrollan, aquellas que esgrimirán un país más vanguardista y moderno en el futuro. Y quién sabe si también harán escalar nuestra posición de IQ promedio en las listas venideras.
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