Lola Bueno: “El matrimonio como institución lleva 6.000 años, pero el ‘para toda la vida’ es el elemento antinatural”
Hablamos con la autora de “Hasta que la vida nos separe” sobre el amor, la soledad, la convivencia y el futuro de las relaciones humanas.
En su ensayo “Hasta que la vida nos separe”, Lola Bueno Sanmartin nos invita a mirar el amor desde una perspectiva más libre, más humana y menos condicionada por las estructuras sociales y económicas. En esta entrevista profundizamos en sus ideas sobre la pareja, la soltería, la vivienda, la presión social y los nuevos modelos de convivencia. Y es que el amor no fracasa cuando termina. Fracasa cuando se prolonga sin sentido.
El amor está en todas partes (pero sin etiquetas). Como bien cuenta la autora, en un mundo que mide el amor por su duración, olvidamos que la intensidad no necesita tiempo, solo verdad. Hay relaciones que duran años y apenas rozan el alma, y otras que, en unos días, nos transforman para siempre. Un encuentro fugaz, una conversación sincera, una mirada que nos revela algo que no sabíamos de nosotros mismos… eso también es amor.
La belleza de los vínculos no está en cuánto duran, sino en cuánto nos tocan. Y si aprendemos a valorar lo breve, lo espontáneo, lo que no necesita etiquetas ni promesas eternas, quizás descubramos que el amor está en todas partes: en una amistad inesperada, en un gesto cotidiano, en una despedida bien dicha. Porque, al final, lo que permanece no es la relación, sino la huella que deja. Este libro invita a vivir el amor con libertad, a comunicar con honestidad, y a entender que cada vínculo, por breve que sea, puede ser eterno en su intensidad.
Pregunta - ¿Qué le llevó a escribir este ensayo?
Respuesta - Mi reflexión pasó de ser un análisis de experiencias individuales a convertirse en un estudio desde un punto de vista colectivo y social. Me di cuenta de que prácticamente todo el mundo ha vivido una situación afectiva dolorosa, y que eso no solo afecta a la persona directamente implicada, sino también a su entorno. Una ruptura, por ejemplo, no solo duele a quien rompe, sino también a los allegados, a los padres, a los hijos. El sufrimiento sentimental es un fenómeno global.
P - ¿Cree que la soledad es consecuencia del modelo de convivencia actual?
R - Es erróneo asociar la soledad a la falta de pareja. El matrimonio como institución lleva 6.000 años, pero el ‘para toda la vida’ es el elemento antinatural. Antes no se podía romper el contrato porque una de las partes dependía económicamente de la otra. Desde que la mujer accede al mundo laboral, se consigue la independencia económica y comienzan los divorcios. El modelo de pareja permanente ha fallado siempre, pero solo ahora podemos decidir libremente terminar una relación agotada.
P - ¿Cómo influye el acceso a la vivienda en la estabilidad emocional y relacional?
R - Está todo relacionado. Muchas personas no se separan por motivos económicos, porque no pueden afrontar el coste de dos viviendas. Si el salario medio es de 1.600 euros y el alquiler ronda los 900, se nos está diciendo que tenemos que estar en pareja para sobrevivir. Esto condiciona la libertad de decisión afectiva. Dos personas que comparten gastos quedan atadas emocionalmente, y quien quiere estar soltero lo tiene muy complicado.
P - ¿El sistema penaliza la soltería?
R - Sí, y la presión social sigue ahí. El soltero sigue estigmatizado, especialmente la mujer. Se sigue pensando que un divorcio es un fracaso, que alguien sin pareja ‘aún’ no ha encontrado su camino. Pero muchos solteros tienen una vida emocionalmente plena, más equilibrada que la de muchos emparejados. Falta un cambio de mentalidad: la soltería debe ser vista como una opción válida, no como una carencia.
P - ¿Cómo ve la evolución de las relaciones en un mundo digitalizado?
R - Las relaciones románticas seguirán existiendo, y algunas serán preciosas. Pero cuando una relación deja de aportar, debe terminar. Nos han dicho que encontraríamos una media naranja para toda la vida, y no conseguirlo ha generado frustración. Lo natural es estar solos, en comunidad, como seres sociales, pero no necesariamente emparejados. Las relaciones deben valorarse por su calidad, no por su duración.
P - ¿Los jóvenes están redefiniendo el concepto de pareja?
R - Veo adolescentes que quieren casarse, pero también chicas que saben lo que no deben tolerar. Es esencial enseñarles a poner límites, a respetarse, a alejarse de lo que no les hace bien. Hoy se puede elegir no aguantar, cosa que antes no se podía. El número de personas que no busca pareja está creciendo, y eso permitirá a los jóvenes considerar cualquier opción como válida.
P - ¿Qué modelos de convivencia propone?
R - Existen matriarcados donde no hay violencia machista ni doméstica, porque las parejas no conviven. Promulgo modelos residenciales comunitarios con espacios privados, como en un colegio mayor o aparthotel. Esto permitiría una convivencia más económica y libre, facilitando decisiones afectivas sin presión económica. Todo está conectado: vivienda, emociones, libertad.”
P - ¿Cómo ha sido la recepción del ensayo?
R - Estoy muy agradecida por la confianza de mi editor. Las reseñas en redes sociales han sido positivas. Lo escribí convencida de que el sufrimiento por amor puede reducirse si entendemos que el sistema choca con lo natural. Saber que la lectura ha ayudado a reflexionar y replantearse situaciones es lo más gratificante.
P - ¿Tiene previsto continuar explorando estos temas?
Noticias relacionadas
R - Sí, estoy preparando una continuación. Nuestro bienestar emocional depende demasiado de la pareja. Presenté el ensayo en la 4ª Conferencia de la ISSA, junto a investigaciones sobre aloparentalidad y la importancia de la comunidad y la amistad. También hay grupos como los Incel, que culpan a las mujeres por no tener pareja. Los solteros dejarán de ser una minoría estigmatizada, y eso traerá grandes cambios.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí
Rellene su nombre y apellidos para comentar