Le ponen una multa de 150 euros y acaba pagando 1.800 porque se trataba de un coche alquilado
Albert llegó a la autopista C-31 y decidió incrementar la marcha por miedo a perder su vuelo hasta los 130 kilómetros por hora en un tramo de 80 kilómetros por hora.

Las multas de circulación son una de las infracciones más comunes. Ya sea por exceso de velocidad, por estacionar en una zona prohibida o por no respetar la señalización, algunos conductores llegan a casa para toparse con que se les ha amonestado. Sin embargo, es menos común que una multa de 300 euros se transforme en 1.800 euros.
Como le ha ocurrido a Albert, quien ha publicado en un artículo de RAC 1 su sorprendente caso. El pasado 5 de diciembre, el hombre se encontraba conduciendo por la ciudad de Barcelona en su coche de renting con dirección hacia el aeropuerto.
Tras atravesar la plaza de Espanya, la cual se encontraba cortada por una manifestación, Albert llegó a la autopista C-31 y decidió incrementar la marcha por miedo a perder su vuelo hasta los 130 kilómetros por hora, en un tramo de 80 kilómetros por hora.
“Por eso tuve que pulsar el acelerador si no quería perder mi vuelo. Asumo mi responsabilidad por exceder el límite de velocidad establecido”, escribe en el periódico.
Al tratarse de un vehículo de renting, el organismo encargado de gestionar la seguridad vial y las infracciones en Cataluña, el Servei Catalá de Tránsit, solicitó identificar al conductor. Sin embargo, debido a que el domicilio fiscal de la empresa no estaba actualizado en la base de datos de la Dirección General de Tráfico, Albert nunca recibió la notificación.
No ha sido hasta hace poco más de una semana que el asesor fiscal de Albert encontró una copia digital de la notificación con el expediente sancionador, que le multaba por no haber declarado al conductor dentro del plazo.
“El gestor debería habernos avisado al recibir la notificación electrónica, a la que yo no tengo acceso”, explica el hombre.
Una multa 6 veces mayor
En consecuencia, una sanción leve de 300 euros, 150 euros por pronto pago, se ha convertido en una multa de 1.800 euros, 900 euros por pronto pago siempre y cuando se abone en un plazo máximo de 20 días.
“Una vez más, demuestra el empeño recaudatorio por parte de la Administración. No deja margen de corrección ni tiene ningún tipo de sensibilidad con el contribuyente”, concluye.
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