Lanzan una agencia de ciberseguridad para proteger al país y descubren que han sido hackeados gracias a un chivatazo
Una información de Estados Unidos permitió conocer que llevaban casi un año siendo espiados a través de correos electrónicos.
El Centro de Ciberseguridad del Gabinete (o NISC), de Japón, tenía como misión coordinar la estrategia nacional para proteger las infraestructuras vitales del gobierno y de las empresas estratégicas japonesas. Pero detectaron actividad no autorizada en el sistema de correo electrónico y no se dieron cuenta hasta nueve meses después, gracias a una información de Estados Unidos.
Según el Financial Times, el hackeo se podría haber producido desde prácticamente el nacimiento del organismo, y habrían accedido al sistema de correo electrónico interno de la agencia, comunicaciones claves de la institución que no fue detectada.
El hackeo a la agencia de ciberseguridad se habría iniciado en China, según Estados Unidos, una información que Japón no ha confirmado. Se cree que piratas informáticos respaldados por el estado chino estarían detrás del ataque al Centro Nacional de Preparación para Incidentes y Estrategia para la Ciberseguridad (NISC) de Japón, que comenzó el otoño pasado y no fue detectado hasta el pasado mes de junio.
El descubrimiento del incidente y la sensibilidad del objetivo (las comunicaciones de ciberseguridad) se produce en un momento de máxima vulnerabilidad de Japón a ataques cibernéticos. Tokio se está embarcando en una cooperación militar más profunda con los EE. UU. y sus aliados regionales, incluido el trabajo en un proyecto de cazas conjunto con el Reino Unido e Italia, en el que hay intercambio de datos tecnológicos de alto secreto.
Una investigación del periódico Washington Post también informó del descubrimiento de un ataque masivo a las redes de defensa de Japón por parte de piratas informáticos militares chinos llevado a cabo a finales del año 2020. En julio, el puerto de Nagoya fue cerrado temporalmente en lo que se cree que fue un ataque de ransomware ruso. Pero en los niveles más altos de Tokio se han planteado inquietudes sobre si el incidente fue parte de otro intento de diferentes actores estatales como China para poner a prueba las defensas de Japón.
Los planes del gobierno nipón se han centrado en aumentar el tamaño y las instalaciones de entrenamiento de la unidad cibernética que forma parte de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. A fines de marzo del año pasado, el grupo tenía poco menos de 900 miembros, en comparación con los aproximadamente 6.200 de su contraparte estadounidense y al menos 30.000 en China.
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