La primera mujer agente secreta de la historia estuvo en el germen del FBI y evitó el asesinato de Lincoln: “Nunca dormimos”
La agente de Pinkerton Kate Warne salvó la vida a Abraham Lincoln en su primer atentado y era considerada “la mejor detective de Estados Unidos y posiblemente de todo el mundo”.


En 2025 se cumplen 175 años desde la fundación de la célebre Agencia Pinkerton. Hoy es famosa sobre todo gracias al cine del Oeste, en el que la aparición de un hombre de Pinkerton, siempre con aire de superioridad y vestido de negro, aseguraba un tiroteo escalofriante. Pero su historia real es más apasionante todavía.
Fue fundada por Allan Pinkerton, un emigrante escocés que montó una empresa de toneles cerca de Chicago, y que se convirtió en el primer agente secreto de la historia casi por accidente. Mientras recogía madera a orillas de un río descubrió a unos bandoleros a los que espió hasta que consiguió su detención. Su talento recién descubierto corrió de boca en boca y sus convecinos empezaron a pedirle ayuda cuando eran víctimas de algún delincuente. Pinkerton nunca fallaba. En 1848, el sheriff del condado le contrató a tiempo parcial mientras seguía con su oficio de tonelero. Dos años después, decidió independizarse y crear su propia agencia de detectives.
Nace la agencia Pinkerton
Enseguida fue contratado por las principales compañías de ferrocarril y el servicio de Correos para que llevara la seguridad de sus empresas. Y Pinkerton hizo lo contrario de lo que se esperaba en aquel momento. En vez de contratar matones, buscó un equipo de agentes honrados a los que formó en técnicas científicas de investigación, análisis de pruebas y capacidad para anticiparse, infiltrarse e interpretar papeles sin ser descubiertos. Incluso creó archivos de delincuentes que acabaron siendo gestionados por el FBI. Todo ello, muy adelantado a su tiempo.
En 1871, el recién formado Departamento de justicia de EEUU contrató a la Agencia Pinkerton como su propia unidad de investigación interna. Más adelante, la creación de unidades rompehuelgas por parte de Pinkerton provocó que se rompiera el contrato en 1893 y se fundara en 1896 la Oficina Nacional de Identificación Criminal. Esta oficinal fue evolucionando y creciendo hasta que fue rebautizada en 1935 como FBI (Federal Bureau of Investigation).
La primera mujer detective de la historia
El eslogan de la agencia Pinkerton es “Nunca Dormimos”. Curiosamente surgió gracias al trabajo de la primera mujer detective, Kate Warne, una joven viuda de 23 años que en 1856 respondió a un anuncio de empleo de la agencia. Cuando la recibió, Pinkerton pensaba que buscaba trabajo de secretaria. Que fuera detective parecía impensable. Por poner un ejemplo, el Departamento de Policía de Nueva York no tuvo su primera mujer investigadora hasta 1903.
Pero Kate quería ser detective y el argumento que le dio a Pinkerton fue palmario: “Una mujer detective puede desentrañar secretos de maneras que son imposibles para un hombre... Un criminal puede ocultar su rastro a todos menos a su esposa o amante. El testimonio de estas mujeres solo se puede obtener de una manera: una detective la conoce, se gana su confianza y saca a la luz la fechoría”. Allan le dijo que le dejara pensarlo y que volviera al día siguiente. Después de consultarlo con la almohada, tomó una de las mejores decisiones de su vida: contratar a Kate Warne.
Kate Warne salva a Lincoln
Kate fue desde el primer día uno de los grandes valores de la agencia. Desde 1860 estuvo al cargo de una unidad de agentes femeninas que fueron reclutadas y formadas por ella y que tuvo su sede en Chicago. Su carrera fue muy corta, porque murió de neumonía en 1868, pero está plagada de éxitos. Su capacidad para el disfraz y adoptar distintas personalidades era camaleónica y era considerada el mejor agente de la agencia, y de todo el mundo.
En los inicios de la Guerra Civil de EEUU, Pinkerton fue contratado como jefe de inteligencia de la Unión y Kate fue su principal oficial de inteligencia. Su misión más conocida fue impedir el primer intento de asesinato de Abraham Lincoln y desbaratar el conocido como ‘Complot de Baltimore’. Lincoln tenía que viajar desde su casa en Springfield (Illinois) hasta Washington DC para tomar posesión como nuevo presidente. Era un viaje en tren de 11 días que pasaría por Baltimore, donde pretendían matarlo. Kate consiguió que miembros de su equipo se infiltraran entre los asesinos, interrumpió las líneas telegráficas, disfrazó a Lincoln como un anciano inválido y ella se hizo pasar por su hermana. Para proteger al presidente, no durmió ni un minuto durante el resto del viaje y Pinkerton decidió plasmar toda la hazaña en el eslogan de la agencia: “We Never Sleep” (“Nunca dormimos”).
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