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CORONAVIRUS

La OMS pone fin a la “emergencia internacional” por la COVID-19

Pese a ello, esta entidad ha advertido que el fin de la emergencia sanitaria no quiere decir que el problema del coronavirus haya terminado, ya que todavía es una enfermedad nueva de la que quedan cosas por aprender.

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La OMS pone fin a la “emergencia internacional” por la COVID-19
DENIS BALIBOUSEREUTERS

La Organización Mundial de la Salud (OMS) levantó en el día de hoy la emergencia internacional por la pandemia de la COVID-19, ante la notable reducción de casos graves y fallecimientos a nivel global. Ahora bien, esta entidad ha advertido que el fin de la emergencia sanitaria no quiere decir que el problema del coronavirus haya terminado, puesto que todavía es una enfermedad nueva de la que quedan cosas por aprender, que sigue cobrando vidas y llevando a pacientes a cuidados intensivos.

El encargado de anunciarlo ha sido el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ha señalado que “ayer, el Comité de Emergencia se reunió por decimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo”.

¿Para qué sirve la emergencia internacional?

Esta situación de emergencia, que la OMS utiliza como una herramienta para agilizar decisiones, estaba declarada desde el 30 de enero de 2020. La decisión da por cerrada una alerta que ha dejado 765 millones de diagnósticos y 6,9 millones de muertes, según el recuento oficial, aunque éste se queda muy corto según todas las estimaciones.

Aunque a efectos prácticos no conlleva ninguna obligación para los países, ya que la OMS no puede obligar a tomar decisiones, es un medio para movilizar recursos de forma más rápida, autorizar medicamentos y vacunas con menos trámites o dictar resoluciones que tengan más repercusión en los Estados miembros.

Más que una crisis sanitaria

Es por ello que Adhanom Ghebreyesus ha querido destacar que ha sido mucho más que una crisis sanitaria, la cual ha provocado un gran impacto económico, “borrando millones del PIB, interrumpiendo viajes, comercio, cerrando negocios y hundiendo a millones de personas en la pobreza”.

Además, todo ello ha causado una grave agitación social, con fronteras cerradas, movimientos restringidos, escuelas clausuradas y millones de personas en soledad, aislamiento, ansiedad y depresión. De hecho, en su anterior reunión, el grupo de expertos prefirió mantener este nivel de alerta al considerar que el coronavirus seguía siendo una “enfermedad infecciosa peligrosa”.

Cambio de la situación

Sin embargo, la situación ha cambiado. Un nuevo documento de la OMS propone una transición de la emergencia del coronavirus a largo plazo. Sin duda alguna, un plan para reducir la incidencia del coronavirus y sus variantes, prevenir, diagnosticar y tratar la pandemia para reducir la morbimortalidad y las secuelas y apoyar a los Estados para una respuesta sostenible.

“Los países tienen la oportunidad de reforzar sus sistemas sanitarios parar futuras pandemias”, exhibe el informe. La última gran ola que vivió España se produjo el verano pasado. Desde entonces, han existido pequeños repuntes en la transmisión, pero que se mantienen en porcentajes muy bajos y no tiene nada que ver con los inicios de la pandemia.

En la última semana de abril, la OMS ha confirmado 630.000 nuevos casos en todo el mundo, frente al 1,3 millones de enero. En este trimestre, también se han reducido los fallecimientos. De 14.000 fallecidos en un momento en el que el brote asiático tras el levantamiento de las restricciones en China, que puso en alerta a todo el mundo, hasta las 3.5000 de la última semana con datos disponibles.