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Indemnizado un investigador italiano despedido por negarse a coger un avión para llegar a su puesto de trabajo

Gianluca Grimalda se negó a coger un avión para regresar de Papúa Nueva Guinea a Alemania para evitar generar emisiones de efecto invernadero.

Gianluca Grimaldi
Gianluca Grimaldi | X (@GGrimalda)

El investigador y activista italiano, Gianluca Grimalda, recibió una indemnización económica tras ser despedido de su trabajo por negarse a coger un avión para regresar a su puesto de trabajo, por las emisiones de efecto invernadero que este medio de transporte genera. Sin embargo, el pasado 10 de enero llegó a un acuerdo con el Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW) de Alemania, lugar donde trabajaba.

El acuerdo se resolvió desde un proceso de apelación, después de que la demanda original de Grimalda fuera rechazada. Este incidente se produjo en 2023, cuando el investigador se encontraba en Papúa Nueva Guinea llevando a cabo un trabajo de campo del cambio climático y las consecuencias de la globalización en pequeñas comunidades tradicionales. Tras este trabajo, el objetivo fue que regresase a Alemania, pero desde el IfW le ordenaron que volviese en avión al no estar en la fecha acordada.

El científico donará parte de la indemnización

Los motivos que dio Grimalda sobre su retraso fue que hubo problemas con aplazamientos de visas, amenazas a la seguridad, actividad volcánica y otros temas logísticos. Tras esto, la empresa decidió rescindir su contrato, alegando “convicciones ideológicas incompatibles entre las partes”. Para llegar a estas islas, emprendió un viaje de 22.000 kilómetros evitando coger aviones, lo que hizo que tardase 35 días en llegar. A la vuelta, informó de que volvería de igual manera, pero su empresa consideró que era demasiado tiempo.

A pesar de que no se ha revelado la cuantía total de la indemnización, el científico pretende donar 75.000 euros, para la protección del medio ambiente. “Estoy triste porque perdí un trabajo que amaba. Feliz porque el juez reconoció implícitamente la imposibilidad de despedir a un empleado debido a su negativa de tomar un avión”, confiesa Grimalda.

El hombre asegura que llega viajando ‘lentamente’, es decir, procurando no tomar aviones desde hace más de 10 años, al viajar de esa forma desde Papúa Nueva Guinea a Europa hubiera sido “10 veces menor”. Por ahora, pretende continuar con su forma de moverse por el mundo, procurando reducir aún más las emisiones.

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