Inauguran en España un tramo de una autovía tras 21 años de obras: se esperan 10.000 coches al día
La crisis económica de 2008 y la negativa en la concesión de permisos impidieron una construcción de la vía fluida y rápida.
El último tramo de la A-22 finalizó el pasado 1 de octubre, permitiendo el tránsito entre Huesca y Lleida de miles de conductores durante esta semana. Más de dos décadas después del inicio de unas obras que prometían una mayor conexión en la zona con otras vías de alta capacidad como la A-23 o la A-21.
Se espera la presencia de más de 10.000 conductores al día por los 113 kilómetros que unen ambos municipios. A partir de esta semana, el último tramo que une Siétamo con Huesca capital se ha despedido de las obras y comienza a recibir ahora a los primeros conductores. La construcción y adaptación de la vía entre los municipios españoles superó en su última jornada los 61 millones de euros, según Diario del Alto Aragón.
Las obras se han repartido por tramos y años a lo largo de su levantamiento. El pistoletazo de salida se dio en Mozón, Huesca, donde se fueron acumulando una serie de problemas iniciales que ralentizaron la construcción de la vía. En 2009 arrancaron las obras en los tramos de Lleida al avariente de Almacelles y El Pueyo-Ponzano. Al año siguiente se abrió el tráfico entre el río Alcanadre y Siétamo y la Variante de Barbastro y continuaron en 2011 y 2012 con el resto de tramos para completar la vía, tardando siete años en finalizar el último tramo.
Por qué tardaron más de dos décadas
Los 113 kilómetros que separan Lleida y Huesca no precisan de 21 años para la construcción de una vía que una ambos municipios. No obstante, los problemas ya empezaban a asomar nada más comenzar las obras. El Ministerio de Medio Ambiente no dio luz verde para el inicio de la construcción del primer tramo hasta 2007.
Las malas noticias no tardaron en llegar con la crisis económica de 2008. Poco tiempo después de haber recibido el visto bueno del ministerio, la construcción del primer tramo de la vía se vio interrumpido ante la falta de capital suficiente para mantener el personal. Pasaron diez años hasta la nueva reanudación de las vías. Ya en 2018 todo comenzó a ir de manera fluida, hasta que comenzaron las constantes prolongaciones de plazos muy largos en el tiempo y el crecimiento de la inversión necesaria.
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Los problemas acabaron el pasado 1 de octubre con la inauguración de la A-22. Este último tramo cuenta con una expansión de 12,76 kilómetros de largo y dos carriles en cada sentido. La vía ofrece dos salidas y dos entradas conectadas con Loporzano, Montearagón, Centro de Ronda Norte y Oeste de Ronda Norte.
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