Giro en el megaproyecto ‘The Line’, la ciudad de 170 km en Arabia Saudí: los responsables tienen nuevos planes
El ministro de Industria saudí asegura que la prioridad es el desarrollo de una fábrica de hidrógeno que atraiga mano de obra y población.


No seremos nosotros quienes nieguen el atractivo de la megaciudad saudí ‘The Line’, la instalación de una línea recta de 170 kilómetros en mitad del desierto, con dos paredes de 500 metros de altura entre las que se construiría una estrecha pero larguísima ciudad, donde todas las casas tendrían cualquier servicio esencial (escuelas, supermercados, centros médicos…) a 15 minutos. El proyecto, sin embargo, se ha detenido casi en la línea de salida.
Los elevados costes estaban a la altura de esta ciudad de ciencia ficción, y de hecho, han supuesto uno de los principales obstáculos. Las obras se han detenido. El proyecto ha quedado paralizado. Pero Arabia Saudí ya tiene otros planes para lo poco que se había avanzado de ‘The Line’.
El ministro de Industria saudí, Bandar Al Khorayef, asegura que, al menos, continuará el desarrollo de la fábrica de hidrógeno ubicada a 75 kilómetros al sur de la alargada ciudad. Su entrada en funcionamiento, según ha explicado Al Khorayef al medio alemán Wirtschaftswoche, tendrá que esperar a finales de 2026.
El objetivo de esta iniciativa es atraer primero a la mano de obra, para después ir poblando poco a poco la zona, hasta construir ‘The Line’. Arabia Saudí ya pidió este verano a varias consultorías que revisaran la viabilidad del proyecto y sugirieran mejoras, según explicó Bloomberg.
“Como es habitual en proyectos multianuales de gran escala, las revisiones estratégicas son una práctica común y se realizan varias veces a lo largo de un proyecto de desarrollo importante o un programa de infraestructura”, explicó Neom (el nombre que recibe el proyecto) en un comunicado. “La Línea sigue siendo una prioridad estratégica y Neom se centra en mantener la continuidad operativa, mejorar la eficiencia y acelerar el progreso para cumplir con la visión y los objetivos generales del proyecto”.
Según el medio citado, en ‘The Line’ no vive todavía nadie, tan solo los propios constructores. Los inversores, por otra parte, llevan tiempo pidiendo el replanteamiento de los megaproyectos. Por poner contexto, la extensión final debería ser de 170 kilómetros, pero de momento solo hay construidos poco más de dos. También se estimaba una población de nueve millones de personas, aunque se espera que a finales de la década solo haya 300.000 residentes en The Line.
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