Esta ciudad castigada durante décadas por la sequía registra niveles históricos de agua en sus embalses
Sevilla alcanza niveles históricos de agua en sus embalses tras años de sequía.

La provincia de Sevilla está experimentando un cambio histórico en su situación hídrica tras décadas de sequía. Gracias a las intensas lluvias de las últimas semanas, los embalses que abastecen a la ciudad y su área metropolitana han alcanzado niveles de agua que aseguran el suministro hídrico por al menos los próximos cinco años.
Las precipitaciones, intensificadas por la borrasca Jana, han elevado el porcentaje de agua embalsada al 81,2 % de la capacidad total, sumando un volumen de 520,87 hectómetros cúbicos. Este registro representa una garantía de abastecimiento hídrico para Sevilla y los once municipios que dependen de su red, incluyendo Alcalá de Guadaíra, Dos Hermanas y La Rinconada, entre otros.
La mejora en la situación ha sido tan significativa que dos de los embalses gestionados por Emasesa han alcanzado el 100% de su capacidad y han comenzado a desembalsar agua. Se trata del embalse del Gergal, con una capacidad de 35,04 hectómetros cúbicos, y el embalse de Melonares, el mayor de la provincia, que ha alcanzado su límite de 185,6 hectómetros cúbicos.
Otros embalses también han experimentado un notable incremento en sus reservas de agua. El embalse de la Minilla, con una capacidad máxima de 57,8 hectómetros cúbicos, ha pasado en pocos días del 78,7% al 86,7%, con un volumen de 50,09 hectómetros cúbicos embalsados. De manera similar, el embalse de Cala, ubicado en El Ronquillo, ha alcanzado el 87% de su capacidad, con 51,16 hectómetros cúbicos almacenados.
Un registro histórico en Sevilla
Las cifras actuales superan cualquier antecedente reciente en la gestión hídrica de Sevilla. El máximo histórico previo databa de 2013, cuando el porcentaje de agua embalsada llegó al 90,8%. Sin embargo, en aquel entonces, el embalse de Melonares no estaba operativo, por lo que el volumen de agua acumulado era menor, con 358,2 hectómetros cúbicos. En ese momento, el agua embalsada garantizaba el suministro para tres años; hoy, con la suma de todos los embalses activos, la garantía se extiende a más de cinco años.
Uno de los factores fundamentales en la mejora de la situación en Sevilla ha sido la apertura del embalse de Melonares, cuya construcción estuvo marcada por la polémica y las protestas ecologistas. Ubicado en el parque natural de la Sierra Norte, su construcción se extendió durante diez años y estuvo sujeta a restricciones europeas que limitaron su uso exclusivamente al consumo humano, prohibiendo su empleo para riegos agrícolas. A pesar de la controversia, el embalse ha resultado ser una pieza clave en la estrategia hídrica de la provincia, permitiendo un almacenamiento extra que prolonga la autonomía hídrica de Sevilla y su área metropolitana.
Históricamente, la mitad norte de España, con un clima más húmedo y frío, ha acumulado mayores reservas de agua en comparación con la mitad sur, caracterizada por un clima cálido y seco. No obstante, en la actualidad, la provincia de Sevilla destaca como la región con mayor cantidad de agua embalsada en relación con su capacidad total, superando a Madrid, Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Murcia y otras provincias de Andalucía.
La mejora en la situación de los embalses representa un alivio para una región que ha sufrido restricciones hídricas en años recientes. Con las previsiones meteorológicas indicando más días de lluvias, se espera que los niveles de agua continúen aumentando, consolidando un futuro hídrico más estable para Sevilla y sus alrededores.
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