Engaña a una anciana de 83 años, le hace firmar el testamento y le acaba estafando 500.000 euros: “No tenía motivos para preocuparse”
Ha ocurrido en Portugal y la Fiscalía acusa al administrador de un centro geriátrico de una estafa continuada que duró casi una década.

Un discurso elocuente y convincente puede calar en casi cualquier persona. Y más, si existe algún tipo de vulnerabilidad. Entre 2013 y 2021, un administrador y socio del centro geriátrico Torre Sénior en Santo Tirso, ciudad cercana a Oporto, ejecutó una estafa silenciosa contra una viuda lisboeta sin familiares cercanos, y que confiaba en él como “un gestor honesto y competente”.
A sus 83 años, la anciana firmó un poder notarial que le otorgaba a Jorge, el nombre ficticio que le ha asignado la Fiscalía portuguesa, facultades casi absolutas sobre su patrimonio: desde mover fondos, cerrar cuentas, vender bienes, hasta representarla legalmente sin dar explicaciones.
Según el Ministerio Público de Portugal, el acusado no solo utilizó ese poder para vaciar sus cuentas —más de 544.000 euros entre 2013 y 2017—, sino que también se aseguró su posición como heredero único mediante un testamento validado con la ayuda de médicos y testigos que avalaron la lucidez de la octogenaria.
Una trama cocinada a fuego lento
La maniobra fue tan elaborada como prolongada. Jorge, que había visitado personalmente a la víctima en su casa para convencerla de ingresar en el centro que gestionaba, se ganó su confianza hasta convertirse en una figura central en su vida cotidiana. Fue entonces que firmó un contrato con la residencia Torre Sénior, en la que se estipulaba un pago mensual de 1.400 euros y una cuota de socio de 35.000. Unas cantidades que, debido a los ahorros e ingresos de la anciana no requerían dificultad de pago
En este contexto, y bajo la coartada de liberar a la anciana de las “preocupaciones administrativas”, el acusado la mantuvo completamente ajena al destino de sus bienes, negándole acceso a sus extractos bancarios durante años. “Todo está en orden, no hay nada de que preocuparse”, le repetía, según recoge Observador.
Sin embargo, en 2021, con su salud debilitada tras un grave episodio pulmonar, y ya sin acceso a sus ahorros ni inversiones, la mujer fue trasladada a otra residencia en Lisboa. Fue entonces cuando la verdad empezó a salir a la luz. Y es que desde 2013, Jorge movía miles de euros de una cuenta en Bankinter, de titularidad conjunta con la víctima, a otros destinos bancarios. Según recoge el informe de la Fiscalía, este flujo se confeccionaba mediante cheques con importes entre 50.000 y 110.000 euros, y realizando movimientos de dinero sucesivos, algunos con apenas unos días de diferencia.
Así, el estafador transfirió “sin autorización y contra la voluntad de la asistente” la cantidad total de 544.828,36 euros de dicha cuenta a las suyas personales, a la de la residencia y a una de su padre. Descubierto el entramado, se anuló el testamento que beneficiaba al acusado y se inició el proceso penal. La mujer falleció en 2022, a los 92 años, sin recuperar lo perdido ni ver al acusado responder ante la justicia.
Así, a día de hoy, Jorge sigue en los banquillos del juzgado, y se enfrenta a una acusación de estafa calificada en forma continuada. El Ministerio Público ha solicitado el decomiso de las cantidades apropiadas, mientras que él permanece bajo medidas de coerción mientras avanza el caso.
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