En Brasil consultan a un psicólogo sobre la gente que habla fuerte y no tardan mucho en mencionar a los españoles
El volumen de la voz está relacionado con aspectos culturales, rasgos de personalidad, experiencias pasadas o incluso problemas médicos.


El tono de voz es una poderosa forma de comunicación no verbal que revela mucho sobre quiénes somos y cómo nos sentimos. El volumen de nuestra voz está relacionado con aspectos culturales, diferentes rasgos de personalidad, experiencias pasadas o incluso problemas médicos.
Los investigadores Geert Hofstede y Edward T. Hall muestran que la forma en que hablamos está directamente influenciada por el entorno cultural. Y es en este punto donde los expertos incluyen a España, además de Italia, Grecia, tres países mediterráneos donde hablar en voz alta se considera una expresión natural de entusiasmo y sociabilidad, rasgos típicos de esta zona del mundo donde demostrar los sentimientos es algo absolutamente natural.
Si ves en países como Suecia o Alemania, con culturas más reservadas, un tono elevado puede considerarse invasivo o descortés, y un tono suave al hablar es la forma de no llamar la atención.
Según un estudio publicado en el Journal of Research in Personality, las personas con rasgos extrovertidos tienden a hablar con más intensidad. Algo que se debe a que el volumen de su voz puede ser una forma inconsciente de hacer sentir su presencia, ganar espacio en un grupo social donde se esté o demostrar confianza. En personas tímidas, hablar en voz alta puede ser puede ser el reflejo de una búsqueda de validación personal.
A veces simplemente hablar en voz alta es una muestra del entorno donde uno se ha criado, mucho ruido, demasiada gente, el trabajo donde uno esté condiciona también hablar muy alto. Y se necesita elevar la voz para ser escuchado. Y hay gente que habla en voz baja por timidez, para no molestar, para no ser vistos, para no hacer notar su presencia. Incluso hay causas fisiológicas, o de enfermedades, o salud: hablar alto puede ser lo habitual en personas que están quedándose sordas.
Dependiendo del entorno donde estés, hablar muy alto, como el trabajo, puede ser incómodo y lo que transmite es incluso autoridad mal gestionada. Modular la voz para no molestar, para no incomodar, para no forzar las cuerdas vocales incluso, es algo que repercutirá en la salud, y en la forma de comunicarse. Alguien que habla gritando no es una persona con la que uno quiera estar.
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