El hotel donde puedes dormir con la cabeza en un país y los pies en otro
El Hôtel L’Arbezie une Suiza y Francia. Guarda una historia llena de curiosidades y hazañas.


Existen hoteles realmente singulares, más allá de las tradicionales cabañas en los árboles o burbujas en paisajes naturales. Algunos alojamientos llaman la atención por su originalidad, como grúas, faros, cuevas o incluso naves alienígenas, demostrando que el lugar donde se duerme puede ser parte de la experiencia del viaje.
Uno de estos ejemplos se encuentra cerca de Ginebra, en la frontera entre Suiza y Francia. El Hôtel L’Arbezie está literalmente entre ambos países, de modo que al caminar por sus instalaciones se cruza constantemente de una nación a otra.
Napoleón tuvo la culpa
La historia del hotel se remonta a 1862, cuando Napoleón III redefinió la frontera entre Francia y Suiza mediante el Tratado de Dappes. “Fue entre estas dos fechas que un tal Ponthus, cuyas tierras se vieron afectadas por esta nueva división, decidió construir una casa en el límite, a pesar de las advertencias de las autoridades suizas”, explican en la web del hotel.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la línea de demarcación entre la zona ocupada por los alemanes y la zona libre pasaba justo frente al hotel. Max Arbez, nieto de Ponthus, ayudó a cruzar la frontera a judíos, fugitivos y pilotos ingleses, una hazaña que el general De Gaulle agradeció personalmente.
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Hoy, el Hôtel L’Arbezie se presenta como un elegante refugio de montaña en Los Alpes, con un diseño acogedor y comodidades modernas. Cuenta con diez habitaciones de distintos tipos, todas con baño privado y acceso al exterior. Los precios parten de 89 euros para una o dos personas, 109 euros para tres y 129 euros para cuatro).
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