Desaparecen 1.008 motores de la fábrica y la empresa encuentra el motivo 2 millones de euros y cinco años después
La desaparición de las piezas en las fábricas y la sustitución de estas por otras de la marca Hyundai puso en alerta a la empresa de automóviles.
Una revisión interna fue el detonante de la investigación de la policía del estado sureño de Andhra Pradesh por la desaparición de varios motores en las fábricas de Kia India el pasado marzo. Las fuerzas de seguridad ya han encontrado a dos principales sospechosos, los cuales resultarían ser dos extrabajadores de Kia que robaban las piezas para luego venderlas a espaldas de la empresa.
Según informes de la policía, estos exempleados conspiraron con comerciantes de chatarra, llegando a robar un total de 1.008 motores en tres años. Se trataban del líder de equipo y un jefe de sección de despacho de motores. Los acusados utilizaban facturas falsificadas y pases de entrada manipulados según uno de los informes policiales del 16 de abril para comercializar de manera ilegal con los motores y venderlos como chatarra al mercado.
Kia India estima la pérdida de 2,3 millones de dólares, el coste de los más de 1.000 motores robados. A pesar del alto precio de esta comercialización ilegal, la empresa también se ha preocupado por las consecuencias generales que ha ocasionado en la industria la sustitución de todas estas piezas, la caída de confianza que se ha despertado entre los compradores habituales de los automóviles de la empresa y el peligro existente en la seguridad laboral.
Dos extrabajadores implicados en la venta ilegal
Los dos sospechosos aún no han sido considerados como culpables del delito, pero sí acusados en la investigación, según informa la agencia de noticias Reuters. Se trata de Vinayagamoorthy Veluchamy, de 37 años, exjefe de la sección de despacho de motores de la fábrica de Kia y Patan Saleem, de 33 años, trabajador en la fábrica durante cinco años en los que coincidió con Veluchamy, que dejó la fábrica en el 2023.
El exjefe de despacho de motores se encuentra actualmente en custodia, indica uno de los documentos policiales, y ha negado toda implicación con el comercio de cacharra y el presunto robo en la fábrica. Por su parte, Saleem sigue en paradero desconocido y la policía no ha podido rastrear sus dos números de contacto por estar fuera de servicio.
Se suman cuatro implicados más
Los dos sospechosos trabajaron presuntamente con otras cuatro personas. Dos de ellas se encargaban supuestamente del transporte de las piezas robadas con múltiples camiones con matrículas falsas o modificadas y las otras dos se encargaban de encontrar compradores de chatarra y garantizar su venta fuera del estado de Andhra Pradesh. Estas actividades fueron recogidas en el informe del investigador K. Raghavan, encargado del caso.
Los implicados en el robo podrían enfrentarse a más de 10 años de cárcel según las leyes indias que se impongan principalmente por “planificación previa de alto nivel y la manipulación del acceso interno”. Esta denuncia por parte de Kia comenzó en enero de este año por la desaparición de algunos motores tras comprobar que las cámaras de grabación habían captado varios automóviles no autorizados en movimiento. En marzo volvió a denunciar tras la pérdida de 940 motores.
Varias capturas de pantalla en WhatsApp, facturas de transporte y fotos de camiones son algunas de las pruebas que ha recopilado la policía de la zona, las cuales confirman que los sospechosos habrían gastado el dinero ganado por el comercio de chatarra en gastos personales como deudas, compras de inmuebles o en reinvertir varios negocios.
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