Así es el ‘radar remolque’, el nuevo ingenio de la DGT que pone 20 multas por minuto: está en estos dos puntos de Madrid y Barcelona
Este innovador invento combina movilidad, camuflaje y conexión a internet para reforzar el control de velocidad en España.
Los viajes por carreteras desconocidas siempre tienen el mismo enemigo: las multas de velocidad. Las personas, cuando van por carreteras que conocen, suelen ir tranquilas. Por lo general, saben dónde están estas trampas, pero en territorio desconocido siempre bajan unos cuantos km/h por si acaso.
En España, el exceso de velocidad es el principal motivo de multa, tal y como confirman los datos de Automovilistas Europeos Asociados (AEA). En 2024, la Dirección General de Tráfico (DGT) interpuso un total de 3.440.530 sanciones por superar los límites de velocidad: 2.365.258 (68,7 %) fueron de radares fijos, mientras que el 31,3 % restante fueron por radares móviles.
Es por este motivo que los organismos están muy centrados en seguir mejorando estos tipos de radares en España, introduciendo nuevos medidores más modernos para intentar captar a aquellos que deciden ir a una velocidad superior a la permitida. Este nuevo invento, creado para sembrar el temor en los conductores, es conocido como ‘radar remolque’, y ya está causando las primeras pesadillas entre los conductores.
Origen del nombre
Este nombre se debe a que estos nuevos velocímetros pueden moverse gracias a una bola de remolque de un coche o furgoneta, lo que permite trasladarlos fácilmente de un punto a otro en las carreteras. Es decir, los conductores ahora se enfrentan a un continuo territorio enemigo en el que nunca sabrán si están a punto de cruzar una línea de fuego.
Además, estarán camuflados con una cubierta que los hace prácticamente indetectables mientras se circula a gran velocidad por la autopista.
Su potencia para “disparar” multas es única. Este velocímetro puede captar unas 20 infracciones por minuto, es decir, cada tres segundos un conductor. Este radar funciona con una batería que puede aguantar hasta dos semanas y dispone de conexión a internet, de modo que puede enviar las sanciones a cualquier centro de tráfico de España.
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Algunos puntos de España donde se han probado estos nuevos radares son la carretera C-31, en Cataluña, donde se demostró su capacidad de “disparo” con aquellos que cruzaban la línea de fuego a una velocidad inadecuada. Tras comprobar su gran eficacia, la DGT ha decidido instalar uno en Madrid, a la altura de la A-6, en Las Rozas, donde muchos conductores ya están recibiendo sus multas.
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